Los márgenes de la mayor parte de las empresas están condicionados, directa o indirectamente, por materias primas tales como el petróleo (plásticos), el gasoil (coste del transporte), el trigo u otros cereales (pan, pastas, bollería y la base de gran parte de la alimentación animal), la madera (mobiliario), el cobre, el aluminio, el hierro…
Pero no debemos olvidarnos de los dólares, las libras u otras divisas, monedas en las que algunas empresas tienen que comprar y vender y que, por lo tanto, deberían considerarse como una mercancía más (¿a alguien le gusta comprar caro o vender barato?).
No es de uso común en las medianas empresas -sí en las grandes- implementar un sistema de gestión del riesgo que proyecte y calcule los escenarios potenciales que puedan darse. Me refiero a un sistema parametrizado, específico y dinámico.
Los cálculos y mediciones son algo muy intensivo en casi todas las áreas de una empresa, y cómo afectaría a los márgenes una variación de los tipos de cambio sería algo muy útil para tomar medidas precisas. Precisamente, una de las problemáticas principales es que estos potenciales “ahorros” o “costes de oportunidad” no están medidos y, por lo tanto, no hay una conciencia respecto de las grandes posibilidades de mejora que suponen. Ya saben, “lo que no se mide no puede mejorarse”.
En torno a esta temática, Quant ha organizado un webinar el 17 de febrero, cuya información y vídeo están disponibles en este enlace.
Donde una gran corporación puede proteger millones de euros, una mediana empresa puede proteger decenas o cientos de miles de euros. y esto no es poca cosa como para hacerlo de un modo intuitivo, subjetivo o prestarle atención solo cuando quede tiempo.
La pandemia ha confirmado que la prevención y la anticipación son muy rentables a medio plazo. Nosotros recomendamos a las medianas empresas implantar un cuadro de mando que contenga estos parámetros:
- Mediciones para controlar los márgenes.
- Cuantificar riesgos potenciales.
- Organizar toda la información de las divisas.
- Llevar un seguimiento semanal acorde con el nivel de la propia empresa.
También recomendamos -esto ya pensando en los CFO, financieros y tesoreros responsables de gestionar estos riesgos- establecer un sistema interno de procedimientos, respaldado por la dirección general, que les proteja ante la acción o inacción de determinadas decisiones. De este modo, pueden ser proactivos y sentirse respaldados en la búsqueda de la mejora sin el miedo que provoca el mercado financiero y las fuertes tendencias.
Esto es un gran paso, un adelanto para ser más competitivos que la empresa por la que pelean por su cuota de mercado.
Jorge Labarta
Socio fundador de Quant