viernes, 11 octubre 2024

«En mi área, la robótica, hay muchísima demanda»

El remontista Javier Urriza compagina el deporte con su trabajo como ingeniero electrónico en Largoiko. Allí es responsable de una nueva línea de negocio en Europa, basada en células robotizadas y otros elementos de automatización enfocados a los sectores de las artes gráficas y el 'packaging'. En este CapitalTest, descubrimos el lado más desconocido de este campeón navarro, que destaca "la constancia" como la principal cualidad que le ha llevado al éxito. Aunque no ha sido fácil compaginar su profesión con el deporte, seguirá deleitándonos en la cancha mientras siga siendo competitivo.


Pamplona - 24 mayo, 2021 - 06:58

Javier Urriza combina el remonte con su trabajo de ingeniero en Largoiko. (Foto: Maite H. Mateo)

A sus 39 años y con diecinueve txapelas como pelotari, Javier Urriza repasa su trayectoria como deportista y nos muestra su lado más desconocido como ingeniero en Largoiko (Villatuerta). Desde el principio compaginó deportes y estudios. Primero cursó un grado superior de desarrollo de productos electrónicos en Salesianos y, más adelante, estudió Ingeniería Electrónica en la Universidad del País Vasco UPV/EHU. Desde entonces, no ha dejado de formarse y preparase para el camino laboral que le espera cuando deje el remonte.

1. Sus primeros recuerdos en el mundo del deporte…
De muy crío, en el colegio Larraona. Era de los que se apuntan a todo: futbito, baloncesto… También todos los veranos en Amaya jugaba a pala con mi padre. 

2. ¿Cómo fueron sus inicios en la senda de la pelota?
Empecé a practicar la pala como aficionado, pero ya en la alta competición. De hecho, jugaba campeonatos de España y Mundiales. Seis meses antes de México 2006, me llegó una propuesta del mundo del remonte. Les pedí que me esperaran hasta disputar el Mundial para hacer una prueba.

3. ¿Cómo fue aquella prueba?
Fui al Euskal Jai Berri y me sentí como un pulpo en un garaje. Pero después de una hora larga, el sentir que ya iba dominando la pelota en la cesta, me enganchó. Desde el primer día he disfrutado mucho.

4. ¿Qué aspiraciones tenía en aquel entonces?
Me conformaba con dar dos o tres veces seguidas a la pelota (se ríe). Técnicamente, es una modalidad muy difícil al principio y yo aspiraba a hacer algo digno, al nivel de un jugador profesional.

«El remonte es un buen complemento, pero no un deporte con el que te puedas ganar la vida».

5. ¿Se puede vivir del remonte?
Es un buen complemento, pero no un deporte con el que te puedas ganar la vida y, más aún, teniendo en cuenta que la vida de un deportista es muy corta. Yo me acerco a los 40 años, pero lo habitual es dejarlo antes. No te permite «hacer un colchón» para la vida.

6. Estudió Ingeniería Electrónica en la UPV ¿Qué le sedujo de esta rama?
Tenía claro que me quería formar y llevar una vida laboral. La vida de estudiante fue un cúmulo de casualidades porque, antes de pasar por la ingeniería, estaba muy centrado en la pelota y con los estudios andaba un poco más despistado. Pero acabé haciendo un módulo de grado superior de desarrollo de productos electrónicos en Salesianos. Cuando terminé, me decidí a hacer la carrera en Vitoria. 

7. No es habitual que un deportista estudie una carrera tan dura como la suya…
Entiendo que no es normal, pero cada vez resulta más habitual entre los deportistas. A mí me enganchó en paralelo. Yo no era ningún estudiante modelo. Igual, por mi espíritu competitivo, fui sacando los estudios adelante. No es fácil compaginarlo con entrenamientos y competiciones, eso es verdad.

8. Uno de sus primeros trabajos fue en Fluitecnik, en Orkoien. ¿Cómo se organizaba entonces?
En los primeros años, tienes energía para todo. Iba metiéndome en partidos importantes de remonte y muchos días que salía con mis compañeros a cenar a una sidrería yo me tenía que ir pronto a casa porque, al día siguiente, me tocaba trabajar. Al mismo tiempo, allí había un grupo de gente muy buena, tenía un encargado y un jefe que me apoyaban y, aparte, estaba aprendiendo un montón. Hoy en día se me hace más complicado compaginarlo porque, con los años, necesitas más entrenamientos y más días de descanso.

9. ¿Qué aplica del deporte a su trabajo en Largoiko?
Muchísimas cosas. Un deportista necesita no solo perseverancia, sino también conocer sus virtudes y analizar sus defectos, tener una metodología de trabajo… Y todo esto se puede aplicar perfectamente a la empresa o al trabajo. Cualquier deportista puede ser un buen profesional en otros trabajos porque puede aplicar muchos conceptos del deporte.

A sus 39 años, suma ya diecinueve txapelas como pelotari.

A sus 39 años, suma ya diecinueve txapelas como pelotari.

10. ¿Qué tal lleva sus habituales viajes por motivos profesionales?
Me toca viajar mucho por Europa y lo llevo bien y mal. Viajar para mí es otra pasión porque me encanta conocer nuevas ciudades o nuevas formas de trabajar. Sí es verdad que no descansas igual, y eso el cuerpo lo nota cuando tienes una competición. Desde hace un tiempo, tengo claro que quiero competir al máximo nivel, pero también apostar por mi carrera laboral, que es la me va a dar de comer.

«Nosotros tenemos muchísimo trabajo porque las empresas buscan, cada vez más, automatizar procesos».

11. ¿Cómo está viviendo la crisis económica actual?
Me preocupa ver a gente con puestos de trabajo muy inestables y con mucha precariedad. Pero a pesar de la incertidumbre que hay en los mercados, es verdad que son tiempos de oportunidades y hay que estar alerta. Nosotros tenemos muchísimo trabajo porque las empresas buscan, cada vez más, automatizar procesos. En mi área, la robótica, hay muchísima demanda y por suerte no me está afectando.

12. ¿ En qué le ha cambiado la pandemia?
Sobre todo, en el ocio. El irte a cenar con los amigos es ya un lujo. Por eso, valoro más esas pequeñas cosas que teníamos antes como viajar, movernos libremente o tomarte una caña con un amigo.

13. Usted también ha sido autónomo. ¿Qué consejos daría a las personas que quieren crear su propio negocio?
Es algo que recomendaría a todo el mundo porque, dentro del mundo laboral, estás en tu pequeño caparazón en la empresa, con tu horario fijo y te sientes cómodo. En tiempos de inestabilidad, yo animaría a emprender y a luchar por la idea de negocio que uno tenga.

14. Defíname en una palabra su secreto para llegar tan lejos en el remonte.
La constancia. No he sido un fenómeno en los estudios ni soy el más técnico del cuadro en el remonte. Mis cualidades deportivas, por suerte, las he heredado de mi familia y no soy el caso que se pueda decir «esta persona ha nacido para esto».

«En tiempos de inestabilidad, yo animaría a emprender y a luchar por la idea de negocio que uno tenga».

15. ¿Hasta cuando se ve con cuerda para seguir al máximo nivel?
Cada vez la cuerda la veo más cortita. Siempre digo que mientras me sienta competitivo y lo pueda compaginar laboralmente, estaré allí. Aunque cada vez es más difícil porque la edad no perdona y la responsabilidad laboral es mayor. No sabría decir una fecha, pero no me queda mucho.

16. ¿Cómo se motiva con todo lo que ha ganado?
Hay dos gasolinas: una, conseguir las txapelas o los objetivos que te refuerzan mentalmente; y otra las derrotas, ya que las victorias te acaban relajando un poquito. Cuando viene un joven y te da un repaso y te gana, a mí me sale el orgullo y me hace decir «voy a entrenar más porque el siguiente partido no lo voy a perder».

17. ¿Qué admira de un referente del remonte como Koteto Ezcurra?
Ha sido el espejo de los remontistas de mi época. Era un portento físico y técnico y en el vestuario y fuera de la cancha tenía mucho carisma.

18. Una pasión fuera del remonte.
La tecnología y la gastronomía.

19. ¿De qué se siente más orgulloso en su vida?
De que me consideren un buen amigo y compañero.

20. Un sueño por cumplir.
Jubilarme joven y dedicar mi vida a viajar, ayudar y a aprender más cosas.

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