Cerca de 500 carreras populares se han suspendido este año en Navarra. Tan solo el trail de Hiru-Herri, la Carrera de los Valientes y el Larrate Trail se pudieron celebrar antes del estado de alarma decretado el pasado mes de marzo. Algunas entidades organizadoras intentaron cambiar las fechas, pero la segunda ola del Covid-19 se ha llevado por delante las pruebas.
Es el caso del Beste Iruña, que en un primer momento trasladó la Media Maratón Ciudad de Pamplona, prevista para mayo, al mes de septiembre. Finalmente, tuvo que cancelar esta clásica cita de la Comunidad foral, con 38 años ediciones a sus espaldas. “Nosotros vivimos de esto, del dinero que ingresamos en las carreras que organizamos. Una carrera como esta conlleva un gasto elevado. Hemos tenido que devolver todo el dinero de las inscripciones y, encima, no hemos ingresado nada de los patrocinadores”, comenta a Capital Sport el presidente del Beste Iruña, Joseba Arangay.
Joseba Arangay (Beste Iruña): “Vivimos de lo que ingresamos en las carreras. Hemos tenido que devolver todo el dinero de las inscripciones y no hemos ingresado nada de los patrocinadores”.
Solo por esta carrera, su club ha dejado de ingresar unos 4.000 euros en inscripciones. Pero, además, el Beste Iruña también ha cancelado la San Silvestre de Nochevieja: “Era imposible realizarla. El año pasado hubo más de 5.000 corredores, aparte de toda la gente que participa sin dorsal y los más de 20.000 espectadores que mueve por las calles de Pamplona. Eso es muy difícil de controlar. Ya no solo es el tema económico, es el miedo que existe a que alguien se pueda contagiar y a que salgas en todos los medios”.
Otras citas de renombre también se han visto afectadas por la pandemia: la Roncesvalles-Zubiri, la Zubiri-Pamplona, la EDP San Fermín Maratón, la Carrera Las Murallas, la 10K Ciudad de Tudela o las carreras de 5K y 10K de Estella-Lizarra. Algunos de sus organizadores optaron por la cancelación inmediata al considerar que los protocolos establecidos impedían organizar las pruebas, mientras que otros como Hiru-Herri se decantaron por el formato virtual.
UN SECTOR QUE MUEVE 300 MILLONES
El running genera cerca de 300 millones de euros al año en España. Una cifra que los organizadores de las carreras populares tratan de rentabilizar dentro de su nicho. Concretamente, en España se celebran más de 4.000 al año. Pero aunque mueven importantes ingresos, también generan muchos gastos.
Mauricio Blanco (Asociación Zaldiko): “Ahora solo quiero pensar en que la situación mejore para que, dentro de un año, podamos volver a primera línea”.
Por ejemplo, una carrera de 10 kilómetros para mil participantes tiene unos gastos mínimos que rondan los 15.000 euros: organización, avituallamiento, seguridad, servicios médicos, premios, seguros… En carreras con solera, el presupuesto puede multiplicarse por más de diez. Es el caso de la Roncesvalles-Zubiri Trail, en la que asciende a 190.000 euros y que, este año, ha tenido que reconvertirse en una carrera virtual. De modo que ha pasado de 1.200 participantes en 2019 a poco más de cien en 2020. “Es una carrera simbólica porque no podíamos hacer otra cosa. En condiciones normales, supone un despliegue importante con cerca de 350 personas en la organización. Ahora solo quiero pensar en que la situación mejore para que, dentro de un año, podamos volver a la primera línea”, apunta Mauricio Blanco, presidente de la Asociación Zaldiko y organizador de la prueba.
Pablo Ayestarán (M2-Eventos): “No hay futuro mientras no exista un negocio de masas”.
Para las empresas y entidades que gestionan este tipo de eventos deportivos, está siendo muy complicado levantar el vuelo ante tantas cancelaciones. M2-Eventos se encarga de la EDP San Fermín Media Maratón y de la Carrera Las Murallas de Pamplona. Su gerente, Pablo Ayestarán, atestigua que 2020 está siendo un año especialmente duro: “Ha sido un frenazo extremo. Hemos pasado de cien a cero porque no hemos podido celebrar ninguna de las carreras que veníamos promoviendo. Y no hay futuro mientras no exista un negocio de masas. Otras empresas han optado por carreras virtuales y dorsales cero, pero así no nos salen los números. Y muchos patrocinadores no quieren saber nada mientras esto continúe”.
El presidente de la Federación Navarra de Atletismo, Rodrigo Domínguez, hace un análisis similar. “Con las actuales restricciones, no compensa económicamente organizar las carreras. Si las limitas a 200 participantes, cuando antes había 4.000, no son rentables”, remarca.
Rodrigo Domínguez (Fed. Navarra de Atletismo): “Si limitas las carreras a 200 participantes, cuando antes había 4.000, no son rentables”.
A pesar de todas estas dificultades, Domínguez cree que existe cierto margen para poner en marcha iniciativas como las emprendidas en Aragón, Cataluña o el País Vasco. “Se podrían realizar carreras populares si las autoridades limitaran el número de participantes de forma razonable y se guardaran distancias de seguridad en las salidas. Pamplona no es Nueva York y habría muchos tramos en los que la gente correría sola”, precisa Domínguez antes de lanzar una petición solicitud final. “Entiendo que en estos momentos toca ser estrictos, pero el Gobierno foral debe apostar por favorecer la celebración de estos eventos para que la gente se anime a hacer deporte”.
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