La digitalización en el campo ayuda a evitar el desperdicio alimentario. Un ejemplo de ello es el Proyecto Recolecta de Florette, que la firma presentó este martes y que ha elaborado junto al ITC (Instituto Tecnológico de Canarias) y BrioAgro. Tiene por objetivo “desarrollar un sistema de gestión agrícola inteligente y autónomo que determine la mejor fecha para recolectar los vegetales frescos, que se comercializan listos para consumir, y mejorar la competitividad de los productores primarios en la cadena alimentaria de forma segura para evitar el desperdicio alimentario”.
Gracias a esta iniciativa, mediante una aplicación digital que controla y gestiona los recursos de agua, abonos, fitosanitarios, humedad y temperatura “de forma eficiente”, Florette recolecta cada especie vegetal en el momento preciso de la cosecha “para conseguir el máximo sabor y valor nutricional”. El resultado, según informó, “es una materia prima de la mejor calidad, con una vida útil superior, cultivada de forma sostenible y respetuosa para el medio ambiente a través de un uso más eficiente del agua, el suelo y de los productos fitosanitarios con el fin de garantizar vegetales frescos sin ningún tipo de residuo”.
Este proyecto, liderado por Florette, engloba la tecnología de monitorización y riego inteligente de BrioAgro junto con nuevos desarrollos de Inteligencia Artificial y Machine Learning para predecir “el día de corte del cultivo”. Y el tercer componente de Grupo Operativo es el ITC, que actuó como Organismo Público de Investigación (OPI) y que, desde sus áreas de Análisis Ambiental y Agua, contribuyó “al conocimiento de fitosanitarios presentes en planta, monitorización de la calidad del agua de riego y mejora del proceso de limpieza de la materia prima en el proceso de envasado”.
“Con este proyecto se ha logrado saber determinar, de forma digital, el momento óptimo de recolección de cada cultivo; la buena gestión de recursos como agua, fertilizantes y abonos; y mejorar la calidad del producto en cuanto a frescura, sabor, organolepsia y valores nutricionales”, valoró la compañía.
La línea de trabajo de Recolecta se ha basado en el desarrollo de un sistema de gestión de las explotaciones agrarias a través de la integral térmica y la humedad, tanto superficial como profunda, “para así gestionar el stock de producto vivo y perecedero”. Y esta función “se lleva a cabo a través de la programación durante el proceso de recolección”.
VALORACIONES DE LA EMPRESA
“Por un lado, se consigue la minimización de la pérdida de producto por perecimiento a través de nuevas tecnologías que nos permiten una mejor planificación de los cultivos y aumentar el rendimiento. Se logra así un uso eficiente de recursos como fertilizantes, fitosanitarios y agua. Y por otro, realizar el estudio de curvas de disipación de fitosanitarios para optimizar los tratamientos que se aplican en los cultivos y analizar la evolución de los residuos plaguicidas y la biorremediación de los suelos. Para marcar el día exacto en que debemos recolectar con los valores óptimos de cada cultivo, tenemos en cuenta nuestros datos históricos y a tiempo real de calidad, madurez y textura de cada variable agronómica o cuestiones de microclima como la temperatura, humedad, presión y las condiciones del suelo”, afirmó Hassen Merdassi, jefe de Desarrollo y Proyectos en Florette.
Por su parte, Javier Les, director de Calidad, Sostenibilidad e Innovación, añadió que este sistema, cuya fiabilidad hasta ahora es “del 90 %”, permite “gestionar las explotaciones agrarias a través de la programación del proceso de recolección y una mejora de la calidad de información de nuestra base de datos”.
El objetivo de Florette a partir de ahora “es reunir más datos durante más tiempo y poder alcanzar así una fiabilidad total con Recolecta”. Por ello, se ha realizado una réplica del proyecto en otras zonas de cultivo de Florette en España, como Soria y Murcia.
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