miércoles, 24 abril 2024

«Fue muy duro ver a familiares sin poder despedirse de su ser querido»

Mikel Idoate dejó la pelota para convertirse en gerente de Izarra Tanatorio. Una nueva andadura profesional, durante la cual su empresa ya ha abierto doce delegaciones. En este CapitalTest, relata los momentos más duros que ha vivido en la pandemia y habla sin tabúes de la muerte. Una palabra que, según destaca, hay que naturalizar. Comentarista de partidos de pelota, conferenciante y empresario, a sus 31 años remarca el valor que tienen para él "las cosas sencillas".


Pamplona - 15 marzo, 2021 - 07:02

Mikel Idoate dejó la pelota para dirigir tanatorios Izarra. (Foto: cedida)

Cuando se cumplen once años de su debut como pelotari, Mikel Idoate atiende a Capital Sport para hablar de sus comienzos en el frontón y de su retirada en 2016. También cuenta algunas curiosidades de su actual labor de comentarista y, sobre todo, explica su faceta más desconocida: la de gerente de una empresa funeraria. Compañía donde ha visto, en primera persona, el dolor ocasionado por la pandemia.

1. ¿Por qué dio el paso del mundo del deporte a la gestión de una funeraria?
Cuando estaba jugando a pelota, tuve mi primer contacto con el mundo laboral y vi que era lo que me gustaba. Estaba estudiando Derecho, pero me di cuenta de que quería enfocar mi futuro al ámbito empresarial. Al final, la lesión que tuve me impidió seguir con el deporte y justo me embarqué en un proyecto interesante como es Izarra, que al final salió adelante.

2. ¿Le han servido el Derecho y la pelota para esta andadura profesional?
Creo que sí. El deporte es una escuela, si quieres aprender de ella. Desde muy joven te metes en un mundo de mayores hipercompetitivo. Se aprende mucho de las victorias, de las derrotas y del trabajo diario. Del Derecho también he aprendido porque, mentalmente, te estructura muy bien la cabeza.

3. ¿Qué es lo más duro de su profesión?
Bueno, hay muchas cosas duras. Por un lado, la gestión laboral. Tratas de ser una persona cercana, empoderar a la gente porque no entiendo otra manera de hacer las cosas… Y, después, la incertidumbre de cómo va a ir el siguiente mes o los próximos años.

4. Una imagen que le cueste borrar de lo vivido durante la pandemia.
Más que imágenes, te diría que sensaciones y emociones. Fue muy duro ver a familiares en la puerta del tanatorio, sin poder entrar a despedir a su ser querido porque el Gobierno (de España) lo había prohibido. También me quedo con el silencio de las calles. Cuando nadie podía ir a trabajar, nosotros si podíamos Y esa sensación de ir por la avenida de Baja Navarra o el Ensanche, sin que haya gente y pudiendo oír los pájaros…

5. ¿Qué ha aprendido de toda esta locura?
Que la vida te cambia de un día a otro y no te das cuenta, que somos muy vulnerables, que un simple virus pone todo patas arriba y que el ser humano en lo mejor es excepcional y en lo peor es lo peor.

6. ¿Es más difícil confortar a las familias que han perdido a un ser querido en esta época?
Siempre es complicado. Está demostrado que una buena despedida ayuda a un buen duelo. Y me imagino que, durante los meses en que no hubo despedidas en los tanatorios, habría más casos donde ese duelo no se vivió de una forma correcta.

«Está demostrado que una buena despedida ayuda a un buen duelo».

7. ¿Tiene la sensación de que los tanatorios han estados olvidados por las autoridades?
No voy a hablar de política. Al final, los gobiernos se han encontrado con algo que no ha pasado nunca en la historia y bastante han hecho. Sí es cierto que el mundo de la funeraria, o de la muerte, es el último eslabón, pero pase lo que pase. No están los focos puestos sobre nosotros, aunque entiendo que hay prioridades como el ámbito sanitario, que lo ha pasado muy mal.

8. En alguna ocasión, ha dicho que «hay que hablar con naturalidad de la muerte». ¿Aún es una palabra tabú?
Sí, sigue costando mucho hablar de la muerte. Y hay que tratar de naturalizarla, pero eso no significa tomársela a broma, sino saber y conocer qué sentimientos y emociones existen en torno a ella.

9. ¿Cómo valora el tratamiento que están haciendo los medios de comunicación sobre la pandemia y las personas que han fallecido?
Cuando una información pasa a tener un tinte político de cualquier tipo, deja de tener la función para la que ha surgido. Somos los ciudadanos los que debemos discernir y no caer en la frase fácil.

10. ¿Qué piensa cuando escucha el discurso negacionista de Victoria Abril, Miguel Bosé u otros personajes públicos?
En el saco de los negacionistas se ha metido todo y tampoco me parece justo. Hay negacionistas extremos con los que yo, personalmente, no estoy de acuerdo. Pero hay otras personas que han hecho una mínima crítica o han puesto en duda algún tipo de situación y se les ha encasillado como negacionistas. En ese caso tampoco me parece bien. Todas las personas tienen derecho a pensar como quieran. Me recuerda a las armas de destrucción masiva en Irak. Muchos medios decían que había y, cuando pasó el tiempo y se demostró que no, pues bueno, lo dejamos pasar… Con este virus, igual sale una persona y dice que lo ha podido crear no sé muy bien quién, pero igual dentro de veinte años está en lo cierto. Meter a todos en el mismo saco no me parece acertado.

11. ¿Cuál es el rasgo distintivo de su empresa respecto a otras del sector en Navarra?
Lo primero, somos la única empresa grande 100 % navarra. La competencia está en manos de grandes multinacionales. Segundo, la humanidad; y tercero, la cercanía física, ya que creamos tanatorios pequeños en barrios, sabiendo que tenemos una función social aunque seamos una empresa.

«Cuando una información pasa a tener un tinte político de cualquier tipo, deja de tener la función para la que ha surgido».

12. ¿Hacia dónde avanza el sector?
Estamos en un momento de concentración de empresas en España, igual que en la banca. Tendrá su consecuencias a medio plazo en condiciones de trabajadores, dónde se pagan impuestos, proveedores… Ahora se habla más del duelo y hay más cercanía, con instalaciones más claras y despedidas más personalizadas.

13. ¿Cómo influyen las nuevas tecnologías en su negocio?
En lo referente a servicios, todo lo que sean herramientas para la contratación de un servicio o la comunicación, como ya hacemos en Izarra, afecta directamente y hace que el negocio se adapte a los nuevos tiempos.

14. ¿Qué planes de futuro tiene?
Queremos seguir consolidándonos como marca en Navarra. A diferencia de otras empresas, trabajamos con gente de aquí y apostamos por un servicio muy diferenciado basado en la cercanía, en la personalización y en la humanidad.

15. El pasado 5 de marzo, se cumplieron once años de su debut como pelotari. ¿Qué recuerdos guarda de aquel día?
Fue un día muy bonito. La verdad es que me veo muy niño en esa etapa. Tenía mucha ilusión, disfruté mucho y saqué todo el jugo que pude a mi carrera deportiva.

«Es más fácil comentar que jugar, desde luego. Pero daría lo que fuera por volver a competir».

16. Lo más importante para gestionar bien una carrera deportiva…
Lo importante es que vaya muy unida a la carrera como persona. Se puede llegar o no al éxito deportivo, pero es importante formarse para el futuro. Resulta imprescindible un buen entorno que esté bien formado, que ayude o por lo menos no entorpezca. También es importante la educación para que se limiten los errores que uno comete en su trayectoria.

17. Actualmente, también le vemos como comentarista de partidos de pelota. ¿Es una vía de escape al trabajo diario?
En 2016, comencé comentando los partidos y me sirvió para seguir en contacto con el deporte y mis amigos pelotaris. La verdad es que sí desconectas del ajetreo diario.

18. ¿Dónde se siente más cómodo: como comentarista o jugando en el frontón?
Me siento cómodo en los dos sitios. Es más fácil comentar que jugar, desde luego. Pero daría lo que fuera por volver a competir.

19. ¿Le cuesta ser crítico con un pelotari o va en el sueldo?
Creo que muchas veces se confunde la crítica con lapidar a una persona. La crítica debe tener su justificación y hay que explicar esos factores que hacen que el pelotari juegue mal. Uno no juega mal porque quiere. Hay que explicar el porqué de las cosas.

20. Por último, ¿cómo se define?
Como un tío optimista, que vive ilusionado con el futuro. Y, sobre todo, como una persona normal a la que le gusta estar con sus amigos, su familia, su novia… En definitiva, disfrutar de las cosas sencillas.

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