Durante los primeros meses de 1939, muchos medios de comunicación cubrieron la Retirada, el paso de casi medio millón de españoles por la frontera hacia Francia y su posterior reclusión en sus campos. Curiosamente, las cámaras de fotógrafos y cineastas que acudieron al éxodo se detuvieron en la imagen de un hombre que escribía apoyado en la ballesta de un coche. Era Gerardo Lizarraga. Su imagen daría la vuelta al mundo, igual que las de tantos refugiados anónimos que llenaban los campos.
De esa manera, la pintora surrealista Remedios Varo descubrió que su ex marido estaba vivo en el campo de Argelés-sur-Mer. Ambos volvieron a encontrarse como viejos amigos en Marsella, y pronto marcharían a México. La vida del ilustrador pamplonés ha transcurrido desde entonces ante el lente de muchas cámaras, casi siempre con su boina y envuelto en el fino hálito de humo de su cigarrillo.
Unos años antes de que se acabara la Guerra Civil, Lizarraga compaginaba su defensa activa de la República con una respuesta firme al llamado de las musas: fue nombrado profesor de Artes Plásticas en la Escuela Unificada de la Generalitat de Catalunya en 1937, fundó y escribió guiones para la compañía de cine Ediciones Antifascistas, trabajó como actor y codirector y escenógrafo en la película surrealista Don Do Re Mi (1938)… Abandonó esta trayectoria meteórica en 1939, cuando la dictadura le obligó a encaminarse hacia un exilio sin término.
Sin embargo, su ingenio no le abandonó y ahora es su obra la que regresa a su tierra natal con la exposición ‘Gerardo Lizarraga. Artista en el exilio’, comisariada por Blanca Oria y que ahora acoge el Museo de Navarra. Esta colección contiene cerca de ochenta dibujos y caricaturas que realizó durante su encierro en los campos de Argelès-sur-Mer, Agde y Clermont Ferrand, entre 1939 y 1941. Es la primera vez que se exponen todos estos trabajos a los que el ilustrador se aferró con esmero en sus numerosos viajes y que conservó hasta 1982, año de su muerte. Lizarraga los llegó a definir como “lo más importante” de su producción artística.
Otras creaciones concebidas fuera de España arropan el corazón de su obra y contextualizan su evolución. Son retratos, paisajes, proyectos para murales y numerosos dibujos que ideó a partir de su llegada a México en 1942, y en los que combina temáticas de su país de origen y de su país de acogida. Así, la pelota y las danzas vascas dialogan con los mercados o los músicos mexicanos a lo largo de las salas del Museo.
Así mismo, la exposición recupera esa faceta que vincula a Lizarraga al mundo del cine junto a una colección de más de 150 documentos originales y fotografías relacionadas con su vida y sus principales inspiraciones artísticas. Son ventanas por las que se descubren numerosos detalles sobre su encierro en los campos franceses, los viajes en los barcos del exilio, los proyectos plásticos de Lizarraga, su nueva vida en México…
Sus hijos, Xabier y Amaya, han preservado estos trabajos que ahora se exponen tras la muerte de su padre. La muestra incluye también varias creaciones de Lizarraga que son propiedad del Museo de Navarra, así como algunas de propiedad particular y documentos de archivos privados. Como broche de oro, un cartel original para los sanfermines de 1930 del Archivo Municipal de Pamplona evoca la fascinación de Lizarraga por las tradiciones de la capital navarra.
ACTIVIDADES EN EL MUSEO
Entre las actividades previstas para la exhibición, habrá visitas guiadas para el público general los domingos a las 11:30 y a las 12:30. La propia comisaria de la exposición acompañará las visitas del domingo 31 de enero. La recogida de invitaciones se puede realizar en la taquilla del Museo el mismo día de la visita desde las 11:00. También existe la posibilidad de realizar una visita virtual a la exposición a través de este enlace.
Con el fin de acercar el legado de este desconocido artista a las nuevas generaciones, se ha elaborado un completo programa educativo. Desde febrero hasta mayo se ofertan talleres escolares para Primaria. Además, en el marco del programa Escuelas con Memoria, por la Paz y la Convivencia, del Instituto Navarro de la Memoria, se realizarán visitas a la exposición para el alumnado de Secundaria y Bachillerato. Por último, el catálogo de la exposición ya se encuentra a la venta por un precio de 15 euros.
Así mismo, se proyectará el documental Estrellado (2018), dirigido por Oria, en el que se recoge la vida y obra de Lizarraga, pero también la época en la que le toco vivir y todos los acontecimientos a los que fue haciendo frente a lo largo de su trayectoria. Las dos últimas proyecciones iniciarán a las 17:30 el 23 de abril y, 22 de mayo.