En Mutilva, junto a la Jardinería Adaxka, se escuchan ladridos a media mañana. En un día soleado y otoñal, quince perros se divierten con Iosu Méndez y Uxua Urrutia dentro de las instalaciones del centro canino Beloaran. Sus propietarios los han dejado a primera hora en las instalaciones para evitar que se queden solos en casa mientras ellos trabajan. La manada, compuesta por ejemplares de labrador, husky, golden retriever, galgo o mestizo entre otros, corretea por una gran campa, vallada y llena de columpios, bajo la supervisión de los dos profesionales.
La guardería de día inició su actividad al mismo tiempo que el centro canino. “Hace cuatro años”, puntualiza Méndez. El codirector del centro conocía otros servicios similares en Madrid y creía que aquí también podía funcionar. No obstante, era consciente de las peculiaridades del territorio foral: “Navarra es una comunidad especial con el tema del perro. Hay muchos, y cada vez más, pero muy poca cultura del perro”, explica.
Iosu Méndez: “La mayoría de los días se llenan las quince plazas”.
Pero, poco a poco, va calando un cambio de mentalidad. “¡Ya ves la cantidad de perros que tenemos hoy aquí!”, comenta ilusionado mientras su vista recorre la explanada. No en vano, el número de usuarios de la guardería ha crecido un 100 % desde que se puso en marcha. Y, pese a que el perfil de su clientela es variado, sus responsables han visto cómo muchas parejas jóvenes han adquirido su primer perro durante la pandemia. En los últimos meses, varios medios nacionales han reportado esta tendencia.
Pese a que la pandemia ha espoleado la demanda de la guardería, por el momento no ha aumentado la plantilla. Méndez se muestra cauteloso en este sentido: “Seguimos nosotros dos porque no sabemos hasta qué punto esto va a ser una tendencia prolongada en el tiempo o si se va a quedar en un boom derivado de la pandemia”. Pero no descarta ampliar el equipo pronto.
Para poder manejar la manada, los dos profesionales pusieron el límite en quince perros. “La mayoría de los días se llenan todas las plazas”, confiesa. No solo eso, “muchas veces se queda gente fuera”. Lo achaca a que una gran parte de las personas que adquirieron un perro durante la pandemia se han reincorporado al trabajo de forma presencial y se han dado cuenta de que los canes pasan numerosas horas solos.
Urrutia es la responsable de la guardería canina. “Empecé a trabajar aquí hace dos años, cuando se quiso impulsar este servicio”, rememora. Por aquel entonces, la mayoría de los usuarios procedían de propietarios que necesitaban el servicio de forma puntual. “Ahora ya tenemos perros que están de lunes a viernes”, resalta. De hecho, aunque algunos clientes contratan el servicio esporádicamente cuando tienen unas pruebas médicas o les han cambiado el turno, por ejemplo, otros lo hacen cada mes de forma fija.
UN DÍA EN MANADA
Los propietarios que dejan a sus compañeros de cuatro patas en la guardería del centro canino de Mutilva lo hacen dentro de una manada que Méndez califica como “estable”. Los perros campan a sus anchas por el espacio abierto, juegan con columpios y obstáculos repartidos por el terreno y, cuando se cansan, pueden tumbarse a cubierto en unos transportines. “Aquí no hay jaulas”, especifica.
Machos, hembras que acaban de pasar el celo, cachorros castrados y sin castrar conviven en armonía. “Si vemos que alguno tiene un carácter más especial, estamos más atentos e incluso lo tenemos con correa”, sostiene. Y, para los casos más complicados, las instalaciones cuentan con otra campa en la que se puede separar a los perros más conflictivos.
Los dos expertos coinciden en que los animales están a gusto, socializan con otros canes en un entorno controlado y llegan a casa relajados. En verano, además, juegan en las piscinas y zonas sombreadas que instalan para que puedan sobrellevar mejor el calor. Por el contrario, en invierno, cuando arrecia la lluvia, pasan más rato a cubierto.
“Es importante que también pasen tiempo dentro de los transportines porque también deben aprender a estar tranquilos”, valora. En ese sentido, el adiestrador hace hincapié en uno de los mayores problemas que tienen los perros que viven con personas: “Pensamos que tenemos darles todo el rato deporte y actividad. Al final, conseguimos perros hiperactivados”.
Uxua Urrutia: “Tenemos perros que vienen de lunes a viernes”.
La guardería de día de Beloaran se complementa con el servicio de recogida a domicilio, que opera en la Comarca de Pamplona. No obstante, desde que ampliaron los horarios para dejar a los perros en el centro canino, cada vez son más los propietarios que optan por llevarlos ellos mismos a las instalaciones. “De los quince que tenemos hoy solo he recogido a tres”, cifra Urrutia. La decisión de ampliar los horarios se produjo tras constatar que los clientes demandaban la recogida en sus hogares a la misma hora. “Nos resultaba complicado estar en todas las puertas a la vez”, recalca Méndez.
El codirector del centro canino se muestra satisfecho porque sus clientes agradecen esa flexibilidad. “Muchos perros llegan aquí por el boca a boca entre propietarios. Y esa es nuestra mejor publicidad”, atestigua. Consciente del aumento de la demanda de este tipo de servicios, destaca que en Navarra ya hay muchos particulares que se ofrecen a cuidar de los canes en sus casas. Pero advierte de la importancia de buscar opciones reguladas para evitar contratiempos. “El seguro de responsabilidad civil es importante porque, si en un descuido se nos escapa un perro y sale a la carretera provocando un accidente, tenemos que tener unas garantías”, ejemplifica.