El pasado mes de abril, el Gobierno de Navarra anunciaba que, a lo largo de 2018, había detectado 178,7 millones de euros de fraude fiscal (“erróneamente” dijo en un primer momento que los había recuperado). La cifra reflejaba un incremento del fraude del 11,6 % respecto a 2017 y del 6 % respecto a 2016.
Estos fueron los datos que el Ejecutivo remitió a la Cámara de Comptos, que como entidad fiscalizadora pidió saber qué parte de ese importe se había cobrado ya. Y, a su vez, propiciaron que el portavoz de Podemos-Ahal Dugu, Mikel Buil, registrara una pregunta parlamentaria para conocer igualmente el importe recuperado. Entre otros motivos, porque suponía “la mayor cantidad (defraudada) de la última década”.
Este jueves, la consejera de Economía y Hacienda, Elma Saiz, le dio respuesta en el pleno de control, aunque durante los cinco minutos de su intervención no tuvo tiempo suficiente para exponer al detalle la información recabada. De ahí que NavarraCapital.es se pusiera en contacto con su departamento para conocer con precisión la información que maneja.
Saiz señaló que “no hay ni una sola deuda sin contabilizar” y que su departamento tiene “un control exhaustivo de las actuaciones que realiza”.
Saiz señaló en el Parlamento que “no hay ni una sola deuda sin contabilizar” y que su departamento tiene “un control exhaustivo de las actuaciones que realiza”. Según precisó, la Hacienda Foral de Navarra habría cobrado ya en torno 129,2, es decir, el 76 % de los 170 millones detectados (aparte hay otros 8,5 por recargos de apremio). Pero matizó que se trata de una estimación, ya que la cifra exacta resulta imposible de precisar.
“La estructura de las bases de datos no permite la obtención, de forma masiva y automatizada, del importe recaudado con detalle”, subrayó la consejera, aunque eso no implica “un descontrol de los cobros, ya que (el fraude) está contabilizado en los presupuestos año a año”. De este modo, dichos ingresos “son objeto de una posterior gestión recaudatoria” tras un plazo voluntario de pago, aplazamiento, fraccionamiento de las deudas o suspensión de estas si se ofrecen garantías a Hacienda.
UN “COSTOSO ANÁLISIS”
Ese “problema técnico” de las bases de datos tiene una explicación, según indicaron desde el departamento: “En estos momentos, la Hacienda Foral de Navarra se encuentra inmersa en otros proyectos informáticos prioritarios, relacionados con la gestión recaudatoria y que van a tener un considerable valor añadido en la mejora contra el fraude, de modo que actualmente no es posible contestar con exactitud y a una fecha concreta qué importe de la cantidad detectada ha sido recaudada efectivamente”.
Sin embargo, dichas fuentes apuntaron que, durante los trabajos de fiscalización de la Cámara de Comptos, la Hacienda Foral Navarra trabajó para ofrecerle “la máxima información posible”. Y así, elaboró “un costoso análisis, representativo de determinadas actuaciones realizadas en 2018 por la inspección”.
“En estos momentos, Hacienda se encuentra inmersa en otros proyectos informáticos prioritarios, de modo que no es posible contestar con exactitud qué importe se ha recaudado”.
Ese informe estimativo, del que se derivan las cifras estimativas facilitadas por la consejera este jueves, se hizo a partir de una muestra de 13,7 millones de euros defraudados. Y permitió concluir que se habían recuperado 10,5, el 76 %. De modo que a partir de ahí, se realizó una proyección, que en caso de confirmarse y con la “debida prudencia”, situaría el cobro ya efectuado en unos 129,2 millones.
“El análisis pormenorizado sobre una muestra significativa de las actuaciones arroja un porcentaje de cobro del 76 %. Y presumiblemente será superior con el transcurso del tiempo. Además, existen tipologías de actuaciones de control tributario (como las inducidas), cuyo porcentaje de cobro es muy alto. Así que el porcentaje de cobro es bastante elevado”, remataron desde Economía y Hacienda.
Así que, por ahora, no hay una certeza de que esos 129,2 millones se hayan cobrado. Y hay que precisar que no es un dinero extra para las arcas forales, “sino que ya se contaba con ellos cuando se habla de ingresos”. Buil, por su parte, lamentó que no se facilitaran las cuantías exactas.