La empresa TerraceLab y la Asociación de la Industria de Navarra (AIN) han desarrollado un sistema IoT (Internet de las Cosas) que permite a cualquier usuario gestionar y operar un huerto vertical en colegios, centros de trabajo y complejos residenciales «de manera intuitiva y eficiente». El objetivo principal del proyecto es «optimizar el crecimiento de cultivos de hoja fresca, como lechugas, albahaca y espinaca, a través de una plataforma que permita un control remoto y automatizado de las condiciones de cultivo».
Según informó AIN, la solución propuesta se basa en el desarrollo de un sistema IoT (Internet de las Cosas) para los módulos hidropónicos donde se instalan las semillas de cultivo. «Se trata de una técnica de cultivo de plantas, en la que las raíces se sumergen en una solución de nutrientes en lugar de ser cultivadas en el suelo», detalló la entidad.
Así, el sistema diseñado se instala en los módulos, recolecta datos clave sobre el agua empleada y el ambiente del cultivo y los envía a una plataforma en la nube, que permite a los usuarios «monitorizar, controlar y gestionar las condiciones de cultivo desde cualquier dispositivo móvil». Es decir, ofrece «una gestión remota intuitiva y eficiente, que permite optimizar recursos, detectar problemas de forma temprana y automatizar procesos, reduciendo significativamente la intervención manual».
“El objetivo es democratizar y optimizar el acceso a este tipo de agricultura, de manera que todo aquel que lo desee pueda plantar alimentos sin necesidad de una extensión de terreno, en su casa, en el entorno laboral o centros académicos”, asegura Guillermo Molano, cofundador y CEO de TerraceLab.
«UNA SOLUCIÓN INNOVADORA»
El proyecto desarrollado con AIN surge en respuesta a dos «desafíos clave» que enfrenta la agricultura urbana moderna: el crecimiento de la demanda de alimentos frescos y saludables, y la escasez de tierras agrícolas en entornos urbanos. La agricultura vertical ha emergido «como una solución innovadora para abordar estos problemas, permitiendo cultivar en espacios reducidos con alta eficiencia». Sin embargo, uno de los principales obstáculos de este modelo es «el alto costo inicial y operativo, lo que dificulta su adopción masiva». Ante esta situación, es fundamental «desarrollar soluciones tecnológicas que reduzcan los costos y maximicen la eficiencia y productividad de las huertos verticales».
“La propuesta de valor de la solución se centra en varios beneficios clave. Entre ellos, destaca la optimización del crecimiento de las plantas mediante la monitorización en tiempo real y la automatización de procesos, lo que conlleva un ahorro significativo de recursos como agua y nutrientes. Además, la solución es escalable y adaptable a huertos de diferentes tamaños, lo que permite su aplicación en una amplia variedad de entornos. La gestión remota simplificada, junto con la detección temprana de posibles problemas, también contribuye a una mayor eficiencia operativa”, afirma Jorge Alonso, experto en tecnologías digitales de AIN.
En este sentido, TerraceLab, una startup madrileña surgida en 2023, desarrolla tecnología para llevar a cabo actividades agrícolas que, gracias a su fácil instalación, «pueden trabajar en lugares tales como centros académicos, entornos laborales y centros residenciales, entre otros». Además, se espera que la solución genere unos ingresos anuales de 1,2 millones de euros y que más de 180 clientes utilicen más de 500 módulos hidropónicos.