Los suelos no son homogéneos por lo que requieren distintas cantidades de agua y/o fertilizantes, dependiendo de si son más o menos secos o son más o menos ricos en nutrientes. Partiendo de esta premisa, se han desarrollado una serie de tecnologías basadas en sensores que ayudan a los agricultores a planificar la cantidad y frecuencia de agua y nutrientes que aportan a cada parcela o cultivo.
Para explicar el funcionamiento de estas herramientas y conocer los resultados de un proyecto que se ha llevado a cabo en los frutales de la finca que el Gobierno de Navarra tiene en Sartaguda, Intia organizó hace unos días una jornada técnica a la que acudieron más de cuarenta profesionales del sector agrario interesados en conocer el funcionamiento de estas sondas de medición.
Las nuevas herramientas permiten saber cuándo y qué cantidad de agua es necesaria aportar al cultivo.
La jornada comenzó con la intervención de Alberto Alfaro, técnico de Intia especialista en riegos, que explicó el funcionamiento de estas herramientas de ayuda a la decisión en relación a dos parámetros fundamentales para el agricultor: cuándo y qué cantidad de agua es necesaria aportar al cultivo. Estos dispositivos permiten recoger datos para conocer y controlar si el riego que se está efectuando es el adecuado. Para ello, disponen de una primera orientación basada en cálculos a partir de datos climáticos, datos de evapotranspiración y coeficientes correctores como el coeficiente de cultivo o Kc, que se refiere a las diferencias en evaporación y transpiración del cultivo de referencia con respecto a un cultivo en particular.
AJUSTAR EL RIEGO
La combinación de estos cálculos, unida a la utilización de sensores de humedad del suelo, permite un mejor ajuste de las dosis de riego a las necesidades reales del cultivo, ayudando a conocer, sin necesidad de estar presente en la finca, si la cantidad de agua aportada es la adecuada. Alfaro expuso que “los sensores de humedad estiman la humedad del suelo en base a una corriente eléctrica que se hace pasar entre dos varillas. Se instalan en el suelo a la profundidad que interese y se hace una lectura de la humedad cada cierto tiempo. El dato se registra en un datalogger y puede consultarse en tiempo real a través de internet”.
Sin estar presente en la finca, se puede saber la cantidad de agua es la adecuada.
Ese dato muestra la humedad volumétrica, es decir, la relación que existe entre el volumen de agua y de suelo en el lugar en el que está colocada la sonda. Con esta información y unos parámetros previamente establecidos, se sabe si ese suelo necesita más aporte de agua. El sistema, además, permite ajustar las cantidades exactas de agua a los requerimientos de cultivos con el consiguiente ahorro económico y medioambiental.
Tras la exposición de Alfaro, Jordi Barceló, técnico de la empresa Modpow, presentó la plataforma que ha creado para dar soporte a diferentes proyectos con un importante objetivo: simplificar la tecnología y permitir a los productores el acceso sencillo al manejo e interpretación de los datos obtenidos con las citadas sondas. Barceló mostró a los asistentes los trabajos que están llevando a cabo con los sensores de humedad monitorizados, principalmente en cultivos leñosos, y que proporcionan datos cada 10 minutos.
A continuación, el técnico Joan Torrens, ingeniero agrónomo de la empresa Fertiadvisor explicó el trabajo que desempeñan como especialistas en riego y fertilización de leñosos y hortícolas, poniendo especial relevancia en la importancia que tiene poder disponer de datos suficientes mediante esta tecnología para poder elaborar un programa de riego y fertilización ajustado a las necesidades de los cultivos según el ciclo de producción y el estado fenológico de los cultivos. «Autocalibrar, monitorizar y ajustar», son, según afirmó Torrens, «los principios necesarios para obtener cosechas rentables y sostenibles».
INTIA, AL SERVICIO DE LA AGRICULTURA
A principios del año 2018, estas dos empresas, Modpow y Fertiadvisor, firmaron un proyecto de colaboración con Intia con el objetivo de poner en práctica y conocer de primera mano los pros y contras de estas ayudas a la decisión. Para ello, se instalaron en los frutales de la finca del Gobierno de Navarra en Sartaguda, tanto las sondas de control de riego, como las sondas de succión, estas últimas utilizadas para conocer el nivel de nutrientes en el agua al nivel de las raíces.
Desde el teléfono móvil se puede ver si se ha regado, cuánta agua, el nivel de nutrientes de la misma, etc.
El resultado ha sido muy positivo pues los sistemas permiten ver en el teléfono móvil, y de una forma muy visual y rápida, si se ha regado, cuánta agua se ha aportado, hasta qué profundidad ha llegado, qué nivel de nutrientes tenía esa agua de riego, etc. A pesar de su evidente utilidad, estos dispositivos tienen todavía un coste alto que se ve incrementado en función del número de dispositivos a instalar, del tamaño de la finca, de su heterogeneidad, etc, por lo que deberá ser cada explotación la que deberá evaluar el interés de su utilización.
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