No siempre es fácil invertir en bolsa. Son muchos los errores que comenten los inversores principiantes y, en ocasiones, también los profesionales.
Uno de los más habituales consiste en no establecer un límite máximo en las pérdidas que uno es capaz de asumir. Ocurre, advierte el economista Jorge Labarta, no sólo en bolsa, también a la hora de emprender un negocio. Es lo que este autor del libro “Así me hice trader”, cuya segunda edición acaba de empezar su distribución por Hispanoamérica, denomina ‘stop loss’. “Quien no es capaz de decidir cuánto está dispuesto a perder en un negocio si sale mal es porque no ha asumido que efectivamente puede salir mal”, confiesa.
El éxito como trader raramente llega sin más. Acertar en el momento de compra-venta es fundamental y el factor clave no está solo en el riesgo.
Es, a su juicio, una de las primeras decisiones que hay que tomar; hasta dónde estamos dispuestos a arriesgar. Porque, si no se hace, las consecuencias pueden ser nefastas. “Lo peor de todo es que, cuando alguna de esas operaciones sea fallida, no sabrá cuándo hay que cerrarla y asumir la pérdida para que ésta no sea abultada”.
Así pues, hay que partir de la base de que no necesariamente todo va a salir bien. Que puede haber decisiones fructíferas y otras que acarreen irremediablemente pérdidas. Lo ideal sería poder compensarlas y, para ello, Labarta sigue una máxima que no es suya, pero que ha asumido como tal: “Lo importante es cuánto ganas cuando ganas y cuánto pierdes cuando pierdes”.
ANALIZAR, REFLEXIONAR, FORMARSE Y PRACTICAR
El éxito como trader raramente llega sin más. Acertar en las operaciones y en el momento de compra-venta es fundamental y ello no consiste únicamente en arriesgar. La formación y el análisis son un requisito imprescindible.
“No basta con unos pocos meses para tener éxito”, incide este economista. “Creo que habría que ponerse a pensar si existe en el mundo algún deporte, juego, habilidad o profesión en el que una persona con sólo unos pocos meses de formación y práctica es capaz de ganar. Es obvio que esto no ocurre. Y en bolsa, tampoco”.
“La rutina y la estabilidad de quien opera logra que el mercado no le desestabilice. O, al menos, que lo haga lo menos posible”, afirma Jorge Labarta.
Pero no es ése el único error de quienes se aproximan al mundo bursátil. A esa osadía de arriesgar el dinero sin una formación adecuada, se une en muchas ocasiones una falta de análisis y reflexión. “Hay que saber qué es el mercado bursátil, conocer sus tripas y su funcionamiento, su realidad”, asegura Labarta.
Y esa realidad pasa por el hecho de que detrás de las compañías y de los números hay gente que busca vender caro y comprar barato. “El componente irracional de las personas está sobre la mesa, aunque queramos pensarnos como seres racionales”.
El último, pero no por eso menos importante, de las equivocaciones que cometen los inversores es no tomarse esta actividad como una profesión más. “Es una temeridad arriesgar en bolsa el dinero que tanto cuesta ganar contra profesionales de todo el mundo que hacen todo lo posible para ganarlo”, sentencia este colaborador de Navarracapital.es.
Quizás por ello, Labarta analiza bien cada movimiento que realiza en bolsa. Lo hace, además, durante el fin de semana. “Es mejor, porque el mercado está cerrado, y se puede reflexionar más tranquilamente, sin presión. El fin de semana dejo casi todo el trabajo hecho, para que entre semana sólo tenga que poner una, dos o ninguna orden, según las condiciones del mercado. La rutina de estabilidad y la estabilidad de quien opera logra que el mercado no le desestabilice. O, al menos, que lo haga lo menos posible”, concluye.
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