Creció entre violines. A diario, observaba cómo el arco se posaba con finura sobre las cuerdas, creando melodías empapadas de belleza. Sus familiares, músicos de profesión, acariciaban con elegancia aquel pequeño instrumento para concebir sonidos exquisitos. Viajaban constantemente de una ciudad a otra, de un país a otro… Y, aunque admiraba la profunda dedicación y el perfeccionismo que suponía el refinado mundillo del concertista, Josune Ayo, sin embargo, nunca quiso heredar el oficio. Su vocación no se hallaba entre partituras, sino vestida de blanco, en un laboratorio.
Pronto, se alejó de Las cuatro estaciones de Vivaldi para conocer un campo que, desde niña, había acaparado toda su atención. Bilbaína de nacimiento, cuando llegó la hora de escoger una carrera decidió estudiar Nutrición en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). Durante esos años, se percató de que su destino se encontraba en la investigación. Entonces, optó por explorar la alimentación saludable y aportar su «granito de arena» al sector.
El centro de ciencia y tecnología Azti fichó a nuestra protagonista, que permaneció allí más de una década centrándose en la investigación de nuevos productos alimentarios relacionados con la salud. «Me dediqué a la formulación de alimentos funcionales, compuestos bioactivos alimentarios, biotecnología y aspectos regulatorios de declaraciones de propiedades saludables en alimentos. Por ejemplo, sacamos productos orientados al mercado nacional para reducir grasas o colesterol», explica segundos antes de remarcar que, aunque aquello le apasionaba, quería «abarcar todavía más».
EL SALTO AL EMPRENDIMIENTO
Un runrún revoloteaba por la cabeza de nuestra protagonista. «¿Y si me dedico a este mundillo, pero desde mi propia empresa?», pensaba. Lo cierto es que todo partió de la navarra Pentabiol, firma especializada en el desarrollo de probióticos para animales. «Yo valoraba la viabilidad de dar el salto a la salud humana para esos probióticos que funcionaban bien en animales», prosigue. Así, se alió con Goyo Sanzol, CEO de Pentabiol, e Ignacio Encío y Miguel Ángel Barajas, profesores en la Universidad Pública de Navarra (UPNA), para fundar Genbioma Aplicaciones, reconocida como spin-off del centro académico.
«Nuestro objetivo es estudiar la microbiota humana. El enfoque consiste en intentar prevenir enfermedades como la diabetes o la obesidad»
«Nuestro objetivo es estudiar la microbiota, el microbioma humano. El enfoque consiste en intentar prevenir enfermedades, y hemos empezado con la diabetes y la obesidad», apunta. Para ello, la empresa biotecnológica, que lleva en marcha más de cinco años, se ha volcado en la creación del postbiótico ‘pA1cHI’, basado en una cepa bacteriana inactivada. «Cariñosamente, nosotros le llamamos ‘Patxi'», apostilla entre risas mientras nos guía por los pasillos de las instalaciones, situadas en CEIN, para conocer al equipo. Entre tubos y pipetas de todos los tamaños, Iñaki Iturria, Leyre Iriarte, Inma Fernández y Deyan Yavorov revisan su material científico en silencio, concentrados, bajo la supervisión de nuestra protagonista.
Con una brillante sonrisa de satisfacción, Josune subraya que el famoso postbiótico ‘Patxi’ se ha convertido en un referente a nivel internacional. «El sector se ha interesado porque es un producto capaz de prevenir la obesidad y la diabetes, pero también porque es más estable en cuanto a las condiciones de temperatura», expresa. Y es que se fabrica con ingredientes capaces de aguantar más de dos años bajo cualquier nivel de frío o de calor.
En concreto, el equipo de Genbioma Aplicaciones realiza un «cribado rápido» de distintas combinaciones de sustancias para identificar nuevas cepas bacterianas probióticas o su versión inactivada postbiótica. Después, la firma valida los resultados en ensayos con ratones. El último paso consiste en probar el producto en humanos para comprobar su eficacia. De hecho, ya hay varios ensayos en marcha en diferentes hospitales: «Estamos reclutando personas con diabetes de tipo dos y personas con obesidad. Tenemos ensayos funcionando en varias ubicaciones a nivel nacional».
LA EXPANSIÓN HACIA ORIENTE MEDIO
Pero el potencial de la empresa va más allá. Tanto es así que incluso dispone de un interesante plan de internacionalización. Con acuerdos comerciales cerrados en trece países, Oriente Medio ha sido la principal «diana» a la que la firma ha apuntado. «También estamos estudiando propuestas en los Balcanes«, añade Josune al tiempo que hace hincapié en cómo la firma levantará próximamente una ronda de inversión para «seguir generando conocimiento» con la creación de un nuevo comité médico-científico.
«Centramos nuestros esfuerzos en seleccionar aquellas cepas bacterianas que juegan a nuestro favor»
Con importantes reconocimientos como el premio ‘Alimentación Saludable’ en los FoodTech Innovation Awards de 2023 o el galardón a la startup más innovadora de Navarra en los Premios Emprende XXI impulsados por CaixaBank, lo cierto es que Genbioma se encuentra en un momento «muy dulce».
«Después de mucho sembrar, es hora de recoger los frutos. Recibir un premio siempre trae una ola de motivación, es como un motor para el equipo», suspira alegre nuestra invitada, también reconocida dentro del ‘Top 60 Women’ en AgriFood 2024.
Especializada en la «nutrición de precisión», Josune apunta que la firma centra sus esfuerzos en seleccionar aquellas cepas bacterianas que «juegan a nuestro favor». Para ilustrar sus palabras, pone un ejemplo. Imagina a un paciente que, preocupado porque le han detectado que tiene el azúcar alto, acude al médico. El profesional todavía no ha concretado qué enfermedad padece, pero conoce sus altos niveles de glucosa. Detectar esa fase «prediabetes» es clave, pues en ese punto el proceso aún se puede revertir. «Si tienes diabetes, estarás medicado toda la vida. Nosotros queremos actuar en esa fase previa, queremos adelantarnos. Si nuestro ‘Patxi’ llega a la dieta habitual de las personas, podría prevenir este tipo de enfermedades», añade.
INVESTIGAR PARA SALVAR
Los productos del microbioma (postbióticos y probióticos) necesitan evidencia científica. Para eso, la investigación es fundamental. «No hay mucho conocimiento sobre el microbioma. Si queremos seguir desarrollando productos, hay que continuar generando ciencia. Hay que apostar por la investigación», detalla esta científica de 50 años, quien remarca que se trata de ingredientes alimentarios naturales, no de medicamentos como tales, y que por tanto podrían incluirse en la dieta habitual de una persona.
Tan importante es disponer de profesionales que se dediquen a la investigación científica que, de hecho, su perra logró vencer un cáncer gracias a ella. Con una ternura casi tangible, Josune desbloquea la pantalla de su móvil y hace clic en la galería de fotos. Sin poder evitar sonreír, desliza el dedo y nos muestra orgullosa a su bonita pastora alemana. «Es preciosa, ¿a que sí?», pregunta en voz alta segundos antes de narrar cómo la ciencia le salvó la vida.
Tras detectarle cáncer, los veterinarios estimaron que le quedaba un mes de vida. Pero, entonces, nuestra protagonista conoció a unos profesionales que cambiaron por completo el destino de su perra: Marta Corral y Joan Verdaguer. Investigadores en la Universidad de Lleida, ambos habían realizado ensayos en ratones de una vacuna capaz de eliminar el cáncer. «Pensé ‘no tengo nada que perder, todo en esta vida consiste en probar'», relata. Entonces, junto a la oncóloga veterinaria Irene Pérez, accedió a suministrarle la vacuna a su perra. Todavía emocionada, revela que su pastora alemana se encuentra «totalmente curada»: «¡Ha sido el primer caso de éxito!».
Precisamente a raíz de este importante acontecimiento, nació la startup biotecnológica catalana Nema Health, especializada en el desarrollo de terapias innovadoras para el tratamiento del cáncer en humanos y en animales: «Si me preguntan por qué es tan importante dedicar tiempo y recursos a investigar, mi respuesta es muy clara. La investigación ha salvado la vida a mi perrita».