Justo enfrente del centro de salud de Sarriguren, la luz de sol ilumina la fachada de un local cuya cristalera está cubierta con lonas para evitar que la claridad traspase sus muros. En su interior, luces fluorescentes dan brillo a peces, tiburones y delfines. Es el templo de Nuria Ganuza, de 44 años, un espacio lúdico que transporta a los visitantes a un entorno mágico donde la creatividad es el elemento principal.
En el local no hay coches de bomberos, balones ni muñecas. Los juguetes tradicionales no tiene cabida en Jugando con Nuria, un ecosistema ligado a la naturaleza, los juegos de mesa y la ingeniosidad. “Se trata de que los niños jueguen con piezas sueltas que, a simple vista, no parecen nada más que formas pero pueden transformarse en muchas cosas”, explica su fundadora mientras esparce arena fluorescente en la palma de su mano.
“Será un espacio especializado en el ámbito infantil-juvenil. Además, queremos resaltar la importancia de los idiomas, por lo que habrá libros en castellano, euskera, inglés, alemán…”
Ahora, trasladará esa idea a un nuevo proyecto llamado Kokea, del que también forman parte sus nuevos socios: Mikel Gómez, creador de la legoteca Discover Bricks, y Miguel Sádaba, fundador de la librería La Valeta.
Kokea significa “experiencia” en finés y supone dar un paso más en el modelo de Jugando con Nuria. De hecho, los tres negocios se fusionarán en un único espacio para dar forma a una librería y juguetería educativa. El nuevo establecimiento, que tiene previsto abrir sus puertas para la campaña de Navidad, cuenta con 200 metros cuadrados distribuidos en una zona de librería y venta de material educativo, así como en dos salas para talleres. Una de ellas estará equipada con luz ultravioleta, similar a la de Jugando con Nuria, y la otra se destinará a espectáculos o talleres especiales como cuentacuentos y teatro.
“Será un espacio especializado en el ámbito infantil-juvenil. Además, queremos resaltar la importancia de los idiomas, por lo que habrá libros en castellano, euskera, inglés y alemán, entre otros. Los talleres se adaptarán a las necesidades individuales de cada niño, como he estado haciendo”, adelanta Nuria. Con este nuevo proyecto, además, la emprendedora podrá acoger a más niños que hasta ahora, al pasar el aforo de diez a veinte.
Durante diez años, Nuria trabajó en un sector completamente diferente: la telefonía móvil. Sin embargo, la quiebra de la empresa supuso un punto de inflexión para ella, que le llevó a retomar su vocación. “Siempre quise estudiar Magisterio y me di cuenta de la importancia que tienen los juegos en el desarrollo de los más pequeños, especialmente la forma en que juegan”, precisa. Por eso, no dudó en retomar sus estudios y en 2019 se especializó en minimundos o juego libre. A partir de ahí, continuó formándose en un sector fascinante como la pedagogía de la luz. Además, maneja la lengua de signos.
Aunque es originaria de Tierra Estella, esta vecina del valle de Egüés decidió implantar la empresa en su municipio. Así, con el apoyo de las instituciones locales, abrió el estudio Jugando con Nuria en 2021. Desde entonces, ha impartido numerosos talleres, campamentos y actividades extraescolares en el local. El año pasado, ganó el concurso de escaparates del valle y ha participado en la semana de la ciencia durante cuatro años consecutivos. Incluso ha vestido a los gigantes con trajes fluorescentes.
“Se trata de permitir que los niños tomen el control de su juego durante el tiempo que pasan en el laboratorio. Aunque les doy una tarea específica, ellos pueden decidir cuándo llevarla a cabo. Es importante dejarlos fluir y fomentar su creatividad al máximo”, atestigua. Hasta ahora, ha combinado su trabajo en el laboratorio con visitas a colegios, asociaciones, celebraciones de cumpleaños, bodas… Incluso tiene planes de expandirse al ámbito de los eventos. Eso sí, actualmente está enfocada en Kokea.
“Os quedaríais asombrados con las cosas que son capaces de hacer los niños. Pueden pasar horas creando cosas. Al comenzar una clase, tengo un objetivo en mente, pero el de ellos siempre termina siendo infinitamente mejor. Son capaces de transformar una simple pieza de colores en un barco, mientras que para los adultos solo son palos de colores”, confiesa.
CONCILIACIÓN EN VERANO
Kokea ha lanzado una primera iniciativa con el objetivo de facilitar la conciliación familiar este verano. En colaboración con Tracasa, ha encontrado un local contiguo a Jugando con Nuria en Sarriguren, donde llevará a cabo un campamento de verano de 7:35 a 15:00 horas, coincidiendo con la jornada laboral.
El campamento de verano incluirá minimundos, juegos al aire libre, actividades sensoriales, talleres de cuentacuentos y manualidades, creatividad, lego… Tendrá una capacidad aproximada de diez niños a partir de tres años.