Bitcoins, Ethereum, Ripple… son sólo tres de las más de 1.500 monedas virtuales que en la última década han proliferado en internet. Diez años en los que sus usos y su valor han variado considerablemente. Pese a que en un primer momento se idearon para realizar transacciones y compras, lo cierto es que, a día de hoy, la inversión y especulación están detrás de quienes tienen e intercambian monedas virtuales.
Así lo explica Diego José Loma-Osorio, director del servicio jurídico de la Agencia Tributaria, en una conferencia organizada por la Cámara Navarra de Comercio e Industria, quien, ha advertido, no obstante, de la volatilidad de su valor y, sobre todo, de la falta de regulación al respecto en Europa en general y en España en particular.
“El Banco Central Europeo recogió en 2015 la existencia de 500 tipos de monedas virtuales. Hoy son 1.500. Pero lo cierto es que apenas una docena acapara el 90% del mercado”, detalla. Ese mercado del que habla no es en absoluto desdeñable. “Hay más de 780.000 millones de dólares en criptomonedas, lo que viene a suponer casi la mitad del Producto Interior Bruto de España”.
Un tercio del dinero disponible en criptomonedas procede del crimen, según Lloyd´s
Pero es difícil controlar y regularizar esas cuantías, ya que no hay ningún banco central, país, institución de crédito o entidad de dinero electrónico que los respalde. De ahí que, en muchas ocasiones, las criptomonedas se relacionen con el blanqueo de capitales y actividades criminales.
“Las operaciones son opacas porque no se conocen a los titulares de las operaciones ni el origen del capital que se convierte en criptomoneda. Es una fuente para el blanqueo bastante fácil. Por eso hay que hacer un seguimiento de todo esto. Precisamente, el desarrollo de la nueva directiva europea del blanqueo se prevé que vaya por ahí, según ha apuntado la ESMA, la Agencia Europea de Valores y Mercados”.
El Banco Lloyd´s, por ejemplo, en su último informe al respecto, hablaba, tal y como afirma Loma-Osorio, de que prácticamente una tercera parte del dinero en monedas virtuales estaba relacionado con el crimen, unos 233.000 millones de dólares.
NORMAS UNIVERSALES
Es por todo ello que la Agencia Tributaria reclama ya una regulación específica “y clara”, que permita sentar las bases sobre el uso de estas nuevas monedas y “dé certidumbre” a quienes se acerquen a este ámbito. “Que las reglas de juego estén claras, que sean normas universales, para que todas las personas puedan entenderlas, porque en el perfil de los inversores hay de todo, desde muy profesionales hasta quienes se acercan por probar, casi como si fuera un juego de ordenador”, reclama el director del servicio jurídico, para quien es fundamental, también tener clara “la naturaleza tributaria” de todas estas operaciones.
Los beneficios en las operaciones de compraventa de monedas virtuales deben tributar como ganancias patrimoniales
A este respecto, Loma-Osorio destaca que la situación se va salvando a base de “doctrina”; la que están sentando el Tribunal de Justicia de la Unión Europea y la de la Dirección General de Tributos, que trata de dar respuesta a consultas que le plantean los contribuyentes, “pero hace falta algo más, un marco normativo claro”.
En España, aclara, las operaciones con monedas virtuales tributan como ganancias patrimoniales, de las que se paga el IRPF correspondiente, de modo similar a lo que ocurren con las acciones. La duda está en si esas ganancias realmente se declaran. “Bueno, hay de todo- explica-. Pero creo que en general hay un cierto volumen de gente que está en una zona gris y que le gustaría regularizar; que han generado una serie de beneficios y que quiere regularizarlos para hacer uso de él sin necesidad de estar fuera del circuito o de actuar en negro”.
Para la Agencia Tributaria, la oportunidad de controlar estas criptomonedas es “en el momento inicial y final de las inversiones”, es decir, cuando se compran y se venden. “Es entonces cuando se usa una moneda oficial y pasan por el circuito tradicional, por decirlo así. El dinero al final siempre va a aflorar. Es el momento para controlar los movimientos, los saldos y los beneficios de cada uno”, incide Loma-Osorio.
Ya en 2015 se hizo una primera tanda de requerimientos, que se han ido sucediendo año tras año, a bancos, a entidades de intermediación y a empresas que anuncian que admiten pagos en bitcoins u otras monedas virtuales. Unos primeros pasos antes de que la Unión Europea se ponga manos a la obra y regularice un mercado volátil como pocos y en el que el control escapa a los organismos tradicionales.
Para acceder a más información relacionada con las monedas virtuales… LEER AQUÍ.