La situación de la planta de Volkswagen Navarra fue analizada en una reunión de la comisión sindical de seguimiento, celebrada el martes, en la que la dirección insistió que el nuevo cierre de la fábrica se debe únicamente al retraso en la llegada de los motores homologados, porque la demanda del modelo Polo sigue siendo alta. La dirección del grupo Volkswagen ha confirmado su intención de parar la producción en la fábrica de Landaben durante cinco días por la demora en el suministro, que podrían ser menos en función de la disponibilidad de propulsores, que se conoce con dos semanas de antelación.
A la propuesta alemana de cerrar los cinco días en octubre en fechas sin concretar se ha contestado desde Pamplona con la oferta de dos alternativas: cerrar los viernes 26 de octubre, el 2, 9 y 16 de noviembre y el 7 de diciembre, dando así margen a la posible normalización en el suministro de los propulsores de forma que pudiera evitarse alguna de las jornadas de cierre, o hacerlo en fechas consecutivas entre el 26 de octubre y el 2 de noviembre, ambos inclusive.
Según UGT, en la reunión de la comisión sindical de seguimiento la dirección les había explicado que «la nueva homologación WLTP ha retrasado la fabricación por parte de los proveedores de inyectores y bombas de vacío», lo que «provoca a su vez que carezcamos de suministro de motores, principalmente el TSI 1.0», una circunstancia que ya obligó a paralizar la actividad de la planta entre el 3 y el 12 de septiembre.
UGT: «La decisión estratégica del grupo de fortalecer la fabricación del Golf obliga a analizar con rigor su influencia en nuestra planta».
El presidente del comité de empresa, Alfredo Morales, reveló que la dirección también les había informado de que el modelo Polo sigue teniendo una gran demanda y que las órdenes de pedido del coche ascienden en estos momentos a 58.000, “y eso nos alivia bastante” porque en su opinión quiere decir que los problemas generados por la falta de motores homologados no están teniendo consecuencias “más allá del retraso en las entregas a los clientes”.
UGT alude a la “decisión estratégica del grupo de fortalecer la fabricación del Golf” porque las plantas alemanas son las que más han cerrado, por lo que afirma que «se debe contemplar y analizar con rigor el hecho que desde el grupo se fortalezcan otros modelos y su influencia en nuestra planta».
De igual manera, ha advertido de que no quieren «rememorar la situación de una parte de la plantilla trabajando y otra en casa, ya que a igual situación como la del ERTE, igual presencia en fábrica». Por ello, han exigido «orden e información sobre la dinámica para estos días», mientras Alfredo Morales reclamaba a la dirección de la planta de que “no aproveche esta circunstancia para confundir a una plantilla que en estos momentos lo que menos necesita es confusión”. Además, tanto el sindicato como el presidente del comité han recordado que en base al acuerdo del ERTE de septiembre, los gastos derivados del cierre deben ser asumidos por la empresa.