El acuerdo nacional entre PSOE, Podemos y EH Bildu para derogar la reforma laboral de 2012, que tras firmarse el miércoles por la tarde fue modificado a medianoche por los socialistas con el fin de no hablar de una anulación “íntegra”, provocó las críticas de Navarra Suma durante el pleno parlamentario de este jueves. El texto inicial señalaba que la derogación «debería ser efectiva antes de la finalización de las medidas extraordinarias adoptadas por el Gobierno en materia económica y laboral, derivadas de la crisis originada por la Covid-19».
Aunque esta condición también se eliminó finalmente, tanto Podemos, con Pablo Iglesias a la cabeza, como EH Bildu insistieron este jueves en que ese cambio fue unilateral y que, por lo tanto, el pacto inicial sigue vigente. «Lo que se firma debe cumplirse», defendió el vicepresidente segundo del Ejecutivo. De ahí que el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, anunciara a RNE que da por suspendido el diálogo social. «Si el menú del día está preparado, que no sigan contando con nosotros».
Javier Esparza: «¿Esto les parece bueno para España desde el punto de vista de la generación de empleo, de la actividad económica, de la seriedad que requiere estar gobernando?».
El conflicto suscitado se trasladó a la Comunidad foral. Ante este escenario, el portavoz de Navarra Suma, Javier Esparza, pidió «certezas» a los socialistas durante el pleno parlamentario de este jueves.
«Ayer se firmó un acuerdo en el Congreso, en el que se dice que la reforma laboral se va a derogar íntegramente. Por la noche, a última hora, el PSOE dice que íntegramente no, que una parte pequeñita, que ya veremos… Y hoy, el señor Iglesias dice que no, que íntegramente. ¿Esto les parece bueno para España desde el punto de vista de la generación de empleo, de la actividad económica, de la seriedad que requiere estar gobernando?», criticó.
A este respecto, hizo hincapié en la «mala imagen» que está dando el país ante Europa, cuando es precisamente la UE la que «va a tener que dejarnos recursos». «El Gobierno está en manos de la izquierda más radical y blanquea a la izquierda abertzale», añadió.
Marisa de Simón: «Si plantea una salida similar a la de 2008, sin derogar una reforma laboral que ha dejado a miles de navarros en la exclusión social, estaremos en las barricadas».
Según Esparza, resulta “vergonzoso” que el Ejecutivo central acepte como interlocutora válida a la formación abertzale para negociar en nombre de la Comunidad foral.
Porque el punto segundo del acuerdo, que al igual que el tercero se mantienen sin cambios en el documento final, señala que la capacidad de endeudamiento del País Vasco y Navarra “se establecerá exclusivamente en función de sus respectivas situaciones financieras”. Y el último deja constancia de que PSOE y Podemos deberán informar a EH Bildu sobre “el avance en el desarrollo y grado de implementación” del acuerdo.
RÉPLICA DE I-E
Pero Marisa de Simón (I-E) lanzó una advertencia a Esparza, quizás también porque la actual ministra de trabajo, Yolanda Díaz, forma parte de IU: «Si plantea una salida similar a la de 2008, sin derogar una reforma laboral que ha dejado a miles de navarros en la exclusión social, estaremos en las barricadas. Y en primera fila, no lo dude».
REACCIÓN DE LAS EMPRESAS FAMILIARES
En este contexto, el Instituto de Empresa Familiar y las Asociaciones Territoriales de Empresa Familiar, entre las que figura la navarra ADEFAN, mostraron su rechazo al acuerdo. «Más allá del alcance de la rectificación por el propio Gobierno, resulta incomprensible que se haya negociado una cuestión de semejante importancia fuera del adecuado marco político y, sobre todo, a espaldas de los agentes sociales y de las empresas. Máxime, cuando desde el comienzo de esta crisis, todos hemos demostrado nuestra responsabilidad, compromiso y capacidad para llegar a acuerdos y salvar el mayor número posible de puestos de trabajo», resaltaron estas organizaciones.
«Resulta incomprensible que se haya negociado una cuestión de semejante importancia fuera del adecuado marco político y a espaldas de los agentes sociales y de las empresas», criticaron el Instituto de Empresa Familiar y ADEFAN.
A su juicio, la derogación de la reforma laboral tendría unos «efectos muy negativos» para el empleo y la recuperación económica. Además, desde las instituciones comunitarias sería considerada «un tremendo paso atrás» y «pondría en serio riesgo el imprescindible apoyo que, en estos momentos, necesita España por parte de Europa».
Por eso, cualquier medida que se tome en el ámbito de las relaciones que rigen el mercado laboral «ha de ser fruto de un acuerdo político y social amplio» y su foco debe estar inevitablemente puesto en el largo plazo. Es decir, «no puede ser una moneda de cambio para facilitar la votación de un acuerdo puntual en el Congreso», remataron en referencia a la prórroga del estado de alarma.
EL CÍRCULO DE EMPRESARIOS
En la misma línea, el Círculo de Empresarios definió lo ocurrido como «un espectáculo poco gratificante, protagonizado por el Gobierno de coalición». La organización también consideró que el futuro del mercado laboral se había usado «como moneda de cambio» para lograr la prórroga del estado de alarma. «Por la mañana, las intenciones del Gobierno eran las de derogar ‘los aspectos más lesivos’ de la reforma laboral de 2012. Por la tarde, el PSOE y Podemos acordaban con EH Bildu y otros partidos minoritarios la ‘derogación íntegra’ inmediata de esa reforma durante el estado de alarma; por la noche, se rectificaba y la derogación ya no era íntegra, provocando un nivel de confusión e incertidumbre sin precedentes», resumió la entidad.
El Círculo de Empresarios señaló que, «con esta decisión política unilateral, el diálogo social ha sido despreciado, traicionado y dinamitado de manera irresponsable».
El Círculo de Empresarios recordó que lleva ya un tiempo defendiendo la necesidad de acometer una reforma laboral y ofreciendo «propuestas concretas». Eso sí, en el marco de un diálogo social que, «con esta decisión política unilateral, ha sido despreciado, traicionado y dinamitado de manera irresponsable».
En la organización tienen claro por dónde pasa el nuevo modelo laboral que necesita España. Por un lado, sus responsables están de acuerdo en que el actual «no funciona adecuadamente», ya que el país presenta una tasa de desempleo que «se sitúa siempre en el doble de la media de los países del entorno». Además, adolece de un grave problema de dualidad «entre trabajadores fijos, con elevado nivel de protección, y temporales».
«La fase de recuperación exigirá un gran esfuerzo a miles de empresas para reactivar su actividad y preservar millones de empleos, adaptándose a las nuevas circunstancias. Necesitarán flexibilidad y margen de actuación para recomponer sus modelos de negocio, innovar y fortalecer su competitividad. El endurecimiento de la regulación laboral por decreto es una estrategia contraria a la que necesitamos. Lejos de preservar los puestos de trabajo, condenará al cierre a numerosas empresas y acelerará el proceso de destrucción de empleo, superando la tasa de paro del 19 % que ya prevé el Gobierno», destacaron desde la entidad.
Es más, el Círculo de Empresarios indicó que Europa impondrá «exigencias estrictas» a los países que deseen acceder al Fondo de Recuperación: «Habrá que explicar a las instituciones europeas y otros prestamistas por qué la derogación de la reforma laboral va en el sentido contrario al necesario para lograr un modelo productivo competitivo y dinámico y un entorno de negocio que promueva el emprendimiento y el desarrollo empresarial».
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