La Asociación de Empresas de Economía Social (ANEL) celebró este viernes una Asamblea «diferente». Fue un encuentro reducido en aforo y duración debido a las condiciones sanitarias impuestas por las autoridades para evitar la extensión del Covid-19. Pese a todo, la cita permitió, un año más, reconocer «el esfuerzo» de cooperativas y sociedades laborales de la Comunidad foral. Especialmente, el compromiso que mantienen con las personas y con el territorio. Todo ello llevó a su presidente, Ignacio Ugalde, a asegurar que «apostar por la Economía Social es tener visión de futuro».
Ignacio Ugalde: «Nuestros principios se basan en una máxima muy clara: las personas, primero. Trabajamos aquí, vivimos aquí, somos de aquí»
Ugalde, asimismo, reclamó la presencia de sus asociados en los «foros» donde se va a decidir la recuperación económica. Lo justificó asegurando que cuentan con un modelo y unas herramientas adecuadas para superar la crisis. Por ello, ante la presidenta navarra, María Chivite, que clausuró del acto, reiteró el compromiso de la Economía Social con la región, con «su presente y su futuro». «Nuestros principios se basan en una máxima muy clara: las personas, primero. Trabajamos aquí, vivimos aquí, somos de aquí. No deslocalizamos, nos quedamos. Estamos comprometidos con Navarra», insistió.
También ofreció la experiencia que poseen en la reconversión de empresas en crisis. Para facilitar dicho proceso, abogó por dos tipos de medidas. Unas destinadas a potenciar una «Economía Social empresarial» que, mediante el fomento del emprendimiento colectivo, evite la desaparición de compañías.
Ugalde, durante su intervención de este viernes en la Asamblea de ANEL.
Y, por otro lado, acciones con visión a largo plazo que fortalezcan cooperativas y sociedades laborales, facilitando la incorporación de socios-trabajadores «para que desarrollen todo su potencial de reinversión, capacitación e innovación». “Tenemos en Navarra muchos casos de éxito de industrias claves en sus respectivas comarcas y de pymes de todos los sectores, que han podido continuar su actividad gracias a su conversión en cooperativas o sociedades laborales”, señaló.
En ese sentido, Ugalde recordó la intensa labor de acompañamiento a empresas que han realizado desde su constitución a principios de los 80 del siglo pasado: «Hace falta un apoyo firme de las instituciones con medidas legales que faciliten la transmisión de la unidad productiva a las personas trabajadoras». También solicitó la puesta en marcha de mecanismos adecuados para su financiación. «Se trata de procesos complejos en los que el tiempo cuenta. Cuanto más se agilicen más posibilidades habrá de garantizar la actividad y salvar empleos», valoró.
Chivite anunció que el segundo plan de Economía Social «impulsará la presencia de este sector en los foros de decisión que se activen para la recuperación».
ANEL, igualmente, se ofreció para contribuir a la consolidación de empresas más allá de las situaciones de emergencia que hayan podido surgir a causa de la pandemia. «Nuestras herramientas posibilitan tener una visión más allá del día a día, innovar y generar redes tanto locales como europeas», afirmó su presidente. De todas ellas, destacó los programas de Liderazgo Participativo, la Cooperativa de Emprendedores, el trabajo de mentoring que realiza o la Escuela Transfronteriza de Economía Social. Informó, además, de que se ha puesto en marcha recientemente el Cooperative Campus, «una iniciativa emprendedora para alumnado de formación profesional junto a Eslovenia y regiones de Finlandia y Suecia».
ENCUENTRO CON SÁNCHEZ
Ugalde completó su intervención con una valoración positiva del primer Plan Integral de Economía Social. Aseguró que su organización ha trabajado alineada con el Ejecutivo foral para lograr los tres grandes objetivos que perseguía este programa: incrementar el empleo sostenible, potenciar el tejido empresarial y fortalecer el posicionamiento de Navarra como región de referencia en Economía Social en España y el resto de Europa.
Gracias a ese esfuerzo, recordó que Navarra cuenta con más de 1.100 cooperativas y sociedades laborales, que generan más de 20.000 empleos directos y cuya facturación equivale al 12 % del PIB regional.
«Podemos aportar más a Navarra si contamos con los instrumentos adecuados», incidió. Por eso, con vistas al recién anunciado segundo Plan de Economía Social, afirmó que puede ser «una excelente oportunidad para que nuestro modelo se convierta en un pilar fundamental de la recuperación».
María Chivite puso en valor el papel que la Economía Social debe tener en la recuperación.
Finalmente, mencionó el encuentro que mantuvo hace unos días con el presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, como miembro de la junta directiva de la Confederación Empresarial Española de Economía Social (CEPES). En él se mostró, en su opinión, el compromiso que el Ejecutivo de España tiene con la Economía Social para que participe en los fondos del plan europeo de recuperación Next Generation. «Queremos que ese impulso se transmita y llegue a nuestras cooperativas y sociedades laborales con medidas concretas. Es fundamental que unamos conocimientos y fuerzas», sentenció.
LA INTERVENCIÓN DE CHIVITE
La presidenta de Navarra, por su parte, remarcó que «la identidad de un país se construye con valores». En ese contexto, destacó los principios de una Economía Social que, bajo su punto de vista, «es competitiva porque contribuye al desarrollo y la cohesión social». Por eso, tras subrayar que el primer plan de Economía Social «ha ensalzado el valor» de esta, recogió el guante lanzado por Ugalde e hizo un anuncio de calado: el segundo plan de Economía Social «impulsará la presencia de este sector en los foros de decisión que se activen para la recuperación».
María Chivite aseguró también que su Gobierno quiere fomentar la participación de los trabajadores en la gestión de las compañías: “Necesitamos un crecimiento inteligente, sostenible e integrador”. Y, ahí, “el diálogo, el acuerdo y la gobernanza que, son nuestras señas de identidad, deben ser la base de un nuevo tipo de economía». Un modelo en el que, gracias a la Economía Social, hay “buenos mimbres para superar la actual coyuntura”.
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