“Nuestro objetivo es ofrecer agua desde la red local, eliminando una necesidad: que la gente deje de comprar botellas”. En torno a esta filosofía se basa el trabajo de Termia, empresa ubicada en Tudela y que se dedica al tratamiento del agua en diferentes sectores como la vivienda, la hostelería, la industria y la empresarial. Pero, desde hace cuatro años, la firma se encuentra inmersa en su proyecto mifuente.es, una red de fuentes de última generación.
La compañía, dirigida por el tudelano de 53 años Juan Antonio Martínez, ya ha instalado 340 fuentes de este tipo por toda España en espacios públicos y empresas y entidades como, por ejemplo, Redeia, el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAD), Nasuvinsa o el Hospital Reina Sofía de la capital ribera. Y no solo eso, ha llegado a servir más de 4 millones de litros de agua, lo que equivale a un ahorro que supera las 120 toneladas de plástico. Una labor que le llevó a ser finalista en los pasados IV Premios RSCapital. Concretamente, en la categoría de Medio Ambiente. “Esperamos llegar en los dos próximos ejercicios a las 2.000 instalaciones. En el hospital, hay que destacar que ha desaparecido el agua embotellada. Ahora todo el mundo el agua en su botella con nuestros equipos”, detalla Martínez a Navarra Capital.
La iniciativa comenzó a gestarse en 2019, pero la pandemia obligó a reestructurarla. Hoy, la dispensación del agua (tanto fría como del tiempo) funciona con sensores, sin que haya contacto con la botella. Los equipos también poseen luces ultravioleta para la desinfección continua del líquido y ofrecen una monitorización de datos sobre diversos elementos como, entre otros, la mineralización o posibles desperfectos. Además, al tratarse de dispositivos modulares, pueden instalarse en cualquier espacio.
“Hemos invertido en este proyecto hasta 140.000 euros. Ahora supone 350.000 euros anuales en nuestra facturación. Hemos intensificado nuestros esfuerzos en Navarra, La Rioja y Aragón. Y queremos consolidarnos en España como un proyecto diferencial”, señala el tudelano.
DE LA FONTANERÍA AL TRATAMIENTO DE AGUAS
Pero antes de crear mifuente.es, Termia tuvo diferentes enfoques. Martínez fundó la compañía en 2005 para ofrecer a priori servicios de fontanería y cañerías. Cinco años más tarde, observó que los microplásticos comenzaban a ser un serio problema, y en el debate público ya calaban conceptos como reciclar o reutilizar. Ese cambio de mirada le llevó a reenfocar el negocio y dedicarse al tratamiento de aguas.
Con esta nueva perspectiva, Termia se ha especializado en mejorar la calidad del agua para procesos o consumo de empresas privadas y públicas, al igual que para uso doméstico. En concreto, ha realizado trabajos para compañías como KFC, Tagliatella o SKF: “Sobre todo, lo que ofrecemos es un sistema de filtrado y descalcificación ya que, en los conductos, se pueden encontrar sedimentos por excesos de cal. Si eso se evita, los equipos tendrán una durabilidad alta y bajo consumo energético”.
Para ello, la firma instala dos sistemas. Por un lado, el de filtrado, que se coloca en las acometidas de agua y cuenta con cartuchos que detectan los diferentes sedimentos que hay en el líquido. También implanta un descalcificador, que lleva incorporado un cabezal inteligente para que el cliente consuma lo menos posible. “Lo que hacemos es mejorar las calidades del agua potable. Los proyectos que más me gusta hacer son las fuentes públicas. Son las que abastecen todos los días del año a todo el mundo. Ahora mismo, donde más operamos es en Navarra, Galicia, Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía“, explica Martínez.
UNA RED DE DIECIOCHO PARTNERS
En la actualidad, la compañía cuenta con una plantilla de cinco personas en su sede central de Tudela y una en la delegación de Galicia. Pero uno de los secretos de la compañía reside en sus partners. La firma posee una red de dieciocho colaboradores en España, que se encargan de realizar las instalaciones y los mantenimientos. “Les ofrecemos formación tanto de nuestro sistema de filtrar y descalcificar como del proyecto miuente.es. Tenemos un pacto de no agresión y confidencialidad y, a partir de ahí, empezamos a ponerles en contacto con clientes”, expone el tudelano.
Esta red permite a Termia poder llegar a instalar, de media, entre cuarenta y cincuenta equipos al mes. Pero, a pesar de que esta cantidad aumenta cada vez más, aún no se ve del todo reflejada en la facturación, que el año pasado se situó entre los 500.000 y 750.000 euros. ¿El motivo? El creciente interés de los clientes por alquilar sus sistemas en lugar de comprarlos. “Conceptualmente ha cambiado el modelo de negocio. Antes, lo normal era que los clientes adquiriesen el producto y ahora optan un sistema de renting. Ha sido una cuestión de cómo se ha comportado el mercado”, subraya.