La mediación deportiva está ganando en protagonismo. A través de ella, las partes implicadas buscan, a través de una persona mediadora, encontrar una solución amistosa a su controversia. Un acuerdo que se intenta gestar mediante el diálogo y que busca acercar posturas que, en un primer momento, pueden parecer insalvables. Incumplimientos de contratos, discrepancias entre socios y juntas directivas, problemas entre clubes y federaciones o con compañías aseguradoras son algunos de los casos que suelen abordarse en este ámbito.
Por ese motivo, el Instituto Navarro del Deporte (IND) creó una oficina específica en 2017 para resolver este tipo de conflictos. “El mediador es una persona que trata de facilitar la comunicación entre las partes, permitiéndoles que puedan consensuar acuerdos. En ningún caso, el mediador impone la solución”, indica Edurne Bejarano, encargada de la oficina. “Tratamos de resolver los conflictos a través del diálogo constructivo. Buscamos que las dos partes lleguen a un entendimiento, que haya una negociación. Eso implica ceder para solucionar el problema”, añade.
Con la profesionalización del deporte, sus diferentes organismos han tenido que elaborar reglamentos referidos no solo a la competición en sí, sino también a temas relacionados con su actividad económica: publicidad, eventos, contratos… En España, los casos más comunes afectan a conflictos entre juntas directivas y socios, procesos electorales de clubes y federaciones o contratos de jugadores: “Normalmente se trata de malentendidos. Los conflictos que nos encontramos en la oficina suelen ser entre jugadores y clubes o entre clubes y federaciones”. Aunque, últimamente, también surgen conflictos relacionados con el acoso. “Tenemos un protocolo para el acoso, al cual pueden acudir para su prevención”, matiza. El procedimiento ha de cumplir con los principios de voluntariedad, confidencialidad y neutralidad del mediador.
Edurne Bejarano: “Tratamos de resolver los conflictos a través del diálogo constructivo. Buscamos que las dos partes lleguen a un entendimiento, que haya una negociación. Eso implica ceder para solucionar el problema”.
La mediación deportiva evita el proceso judicial, por su complejidad, coste y lentitud, y ofrece una solución rápida y menos costosa, agilizando la negociación entre las partes. También tiene un lado preventivo, a través de acciones y figuras que tratan de fortalecer los valores positivos y reconducir los negativos. Una de las figuras destacadas en este ámbito es las del delegado de Valores en el Terreno de juego (DVT). “Es una persona que se acerca a los recintos deportivos y trata de mediar entre los aficionados de los equipos, jugadores, entrenadores…”, añade Bejarano. La federación correspondiente elige a qué partidos acude el DVT, dependiendo de la tensión que se prevea en el encuentro.
El DVT, como es conocido en el ámbito deportivo, es seleccionado por las federaciones, ya que debe contar con conocimientos de deporte. Una vez elegido, tiene una entrevista con la oficina de mediación para obtener el visto bueno definitivo. Una labor para la que recibe una formación anual y que es remunerada por el IND: “En muchos casos, con su sola presencia hace que las aguas se calmen. Los deportes donde más conflictos se presentan son el fútbol, el baloncesto y el balonmano”. Entre sus tareas se encuentra la elaboración de un acta, donde refleja si han existido agresiones físicas o verbales, así como actitudes sexistas, xenófobas u homófobas por parte de deportistas, padres, árbitros y entrenadores.
Otra de las figuras es el responsable de deportividad del cuerpo técnico de la entidad deportiva. Se trata de uno o varios responsables en cada club. También se pueden elegir entre los propios deportistas. Estas personas tienen el objetivo de garantizar la implicación en la convivencia de todos los integrantes del club y de colaborar en la prevención y erradicación de cualquier tipo de violencia.
VALORES EN EL DEPORTE
Existe así mismo una formación específica en valores dirigida a federaciones y clubes. “Son formaciones gratuitas, que lanza el IND con el objetivo de llegar a todas las personas interesadas: familias, deportistas, entrenadores”, comenta Bejarano. Una de esas acciones es ‘Valores en el Deporte, un valor al mes’, un taller práctico online de 60 minutos que pretende mejorar las capacidades ante un conflicto y desarrollar valores positivos en el deporte, a través de una formación continua a lo largo del año. Las sesiones son impartidas por el neurólogo Manuel Murie y el psicopedagogo y doctor en Ciencias de la Educación Ander Azkarate.
En los últimos tiempos, han nacido las figuras del delegado de Valores en el Terreno de juego o la del responsable de deportividad de la entidad deportiva.
Este mes de febrero, el valor seleccionado fue el respeto. Una sesión donde se explicó la importancia de respetar a las personas, mediante el reconocimiento del valor y la dignidad. También se incidió en aceptar las peculiaridades y diferencias y escuchar de forma activa las opiniones para valorarlas y manifestar acuerdo o desacuerdo.
Aunque desde la oficina de mediación deportiva prefieren no dar datos, aseguran que en 2020 acudieron más personas para resolver sus conflictos por esta vía, en comparación con años anteriores. “Estamos contentos porque cada vez es más conocida la labor que desempeñamos y notamos un aumento, a pesar de la pandemia. Los problemas siguen existiendo, eso no ha cambiado. Eso sí, aún nos queda mucho por mejorar si nos comparamos con otros países. Por ejemplo, en Francia está mucho más asentada y es obligatoria”, destaca Bejarano.
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