Se presenta como “un pamplonés de toda la vida”. De hecho nació –hace 53 años-, estudió y ha trabajado siempre en la ciudad. “Hice Derecho por aquello de que había que estudiar, tampoco te creas que lo tenía muy claro, pero como me tocó estar mucho en actividades de tiempo libre con chavales me interesaba, quizás de una forma un poco ingenua, el tema de los recursos humanos”. Cuando al acabar la carrera un amigo le pasó “un tocho así” para preparar las oposiciones a juez decidió que, definitivamente, aquello no era lo suyo, confiesa riendo mientras sus manos se mueven con gestos que escenifican sus palabras. De modo que hizo un master en AIN en recursos humanos, labor que desempeñó como responsable del área en Logística Navarra durante seis años. “Fue el choque con la realidad, sector automóvil, sindicatos, tres convenios, una plantilla de casi 700 personas… una época difícil, dura, de mucha tensión y al mismo tiempo bonita, aprendí mucho”, asegura Juan Goñi.
“El liderazgo es muy importante pero para mí el equipo es fundamental”.
Allá por el año 2000 tuvo varias oportunidades de trabajo. Una de las ofertas venía de Cinfa, una empresa que entonces tenía 200 trabajadores y planes de expansión. “Su director general me convenció para que pusiera en marcha un proyecto de desarrollo de recursos humanos bastante moderno para aquella época, más allá del típico jefe de personal”. Aceptó, “fui creciendo junto con la compañía” y de recursos humanos pasó a organización, después a liderar proyectos comerciales para llegar a la subdirección general y finalmente a la dirección general, primero de la Cinfa española y en la actualidad de todo el grupo. “Sigo viviendo aquí, pero ahora me muevo por todo el mundo”.
FIDELIDAD Y OTROS VALORES
FIDELIDAD Y OTROS VALORESDice que su fidelidad a Cinfa no es algo inhabitual en la compañía, “como hemos crecido muy rápido casi todo lo hemos hecho con gente de la casa, buena parte de la dirección somos navarros”. Explica que en el año 2000, cuando perfilaban los planes de crecimiento, la empresa no estaba en condiciones de contratar profesionales de Madrid o de Barcelona, que era donde estaban las grandes farmacéuticas, por lo que optaron por incorporar gente de la universidad, técnicos, farmacéuticos, médicos, químicos “o ingenieros del automóvil, que es de lo que tenemos en Navarra. A veces de la carencia haces virtud, ahora que ya somos una empresa bastante atractiva hemos podido traer personas de Madrid y Barcelona, aunque nos gusta más coger gente en bruto, con unas cualidades personales para nosotros muy importantes, que vaya conociendo cómo hacemos las cosas y crezca”.
¿Cuáles son esas cualidades? “Tenemos en cuenta, más que el perfil técnico, el personal, que tengan el talante de querer progresar y asumir retos, que trabajen bien en entornos de confianza… y que sean honestos, transparentes. Hombre el perfil técnico también, pero ese personal que requerimos es más difícil de encontrar”. Eso es lo que busca Juan Goñi para escoger a sus colaboradores más cercanos, “el liderazgo es muy importante pero para mí el equipo es fundamental, busco gente que se apasione por un proyecto y que trabajen a gusto juntos. Alguna pelea hay, pero el ambiente es de buena relación, casi de amistad, es un equipo de gente joven con el que trabajo desde hace casi ocho años muy muy involucrado en el proyecto”.
Deducimos que no responde al estereotipo del director general inaccesible, y cuando se lo decimos exclama entre carcajadas “¡noooo! Yo trabajo en entornos de discusión y de confianza, no puedes dejar los aspectos humanos en la puerta. Es un entorno en el que la gente puede expresarse y pensar conjuntamente para dar lo mejor de sí mismos, un poco en contraposición con ese modelo en el que el control es lo más importante”.
“Tengo cinco hijos, y por experiencia sé que la conciliación es un elemento clave en cualquier ámbito de trabajo”.
Desde que Juan Goñi llegó a Cinfa la plantilla se ha multiplicado por diez. En 2017 era la quinta empresa española del sector, ahora es la segunda y líder en unidades de medicamentos producidos… Algo tendrá que ver su gestión ¿no? “Bueno, es acertar a la hora de tomar decisiones y el fruto del trabajo de muchísimos”, comenta eludiendo nuestro halago. “Cuando se decidió entrar en genéricos ya fue un acierto y hace tres años compramos tres empresas, hacerlo en el momento oportuno también lo fue, nos dio otra dimensión de compañía. Pero hacer que todo eso vaya bien, que los resultados salgan año tras año no va de mí, yo intento acertar y a veces me equivoco, claro, va de que hasta el último esté en el tema”.
Quienes no conocemos ese mundo no nos hacemos una idea de qué es eso de ir por ahí, en este caso por Francia e Italia, comprando empresas. Goñi confiesa que fueron “bastante atrevidos” cuando “lanzamos globos sonda y se nos pusieron a tiro tres empresas casi a la vez, entre Semana Santa y el 31 de julio de hace dos años. Hicimos un consejo rápido y dijimos: lo vemos. Recuerdo que me fui de vacaciones el 2 de agosto y estando en la playa le dije a mi mujer: tengo 400 personas más y no sé qué están haciendo”. Ahora se ríe, pero entonces lo vivió “con mucho estrés, eran muchos millones de euros”.
VIDA MÁS COMPLICADA
Dice, con la boca pequeña, que el crecimiento de Cinfa “me ha complicado la vida”. Escuchar cómo se refiere a la compañía basta para saber que se siente orgulloso de ser su director general, pero también señala que “tengo cinco hijos, y por experiencia sé que la conciliación es un elemento clave en cualquier ámbito de trabajo, desde luego para nosotros es una prioridad. En mi caso trato de dedicarles el fin de semana, y lo bueno que tiene Pamplona es que casi todos los días puedes sacar una hora para comer en casa, o llevar al crío al cole…”
“Leo de todo, de todo, antes libros de gestión y ahora también novelas, para la gestión casi es mejor la novela”.
Hablamos un poco de la familia y nos confiesa que dejará que sean sus hijos los que decidan qué quieren ser, “desde luego no voy a animarles a que sigan mi camino, para nada, que hagan lo que quieran y con lo que sean felices. La mayor ya ha elegido psicología, los otros aún están en el cole y ya veremos”. Juan Goñi es un hombre optimista, tanto que dice que “la evolución de la humanidad va en positivo, y eso que dicen de que la juventud actual es peor que la de antes no me lo creo, es que lo veo en los que se incorporan a nuestra empresa”. Sí ve que “esto de las redes sociales y de los teléfonos no ayuda a la reflexión y permite poca pausa, y también te digo que esos mismos que vienen a trabajar con nosotros proceden de un mundo donde se profundiza poco, antes se leía más, se dialogaba más y eso te daba una visión más amplia”.
Con casi 500 millones de facturación y 2.000 empleados repartidos en diversos centros de producción en varios países “tengo que tener muy organizado todo el año, reuniones siempre sistemáticas, consejo en tal fecha, cálculo del presupuesto a partir de tal otra, visitas todos los meses a las fábricas. Si no fuera así sería imposible, y si no contara con ese equipo en el que puedo delegar tampoco”.
Esa planificación le permite acudir a su asiento de siempre en El Sadar para ver los partidos de Osasuna con sus amigos de siempre, “¡este año estamos disfrutando un montón!”, exclama con una alegría que nos contagia y nos hace reír con carcajadas cómplices. “Y luego lo que hacemos los de Pamplona, un día a una sociedad con los amigos, intentar sacar un rato para estar con mis padres, con mis suegros…”
Entre sus aficiones está el dar largos paseos y “leer, soy un grandísimo lector, leo de todo, de todo, antes libros de gestión y ahora también novelas, para la gestión casi es mejor la novela”, dice, riéndose de nuevo.
