viernes, 19 abril 2024

2020, el año de turismo religioso

Con la excepción del Camino de Santiago, el turismo religioso es una modalidad de viaje todavía minoritaria, pero con un gran potencial debido al enorme atractivo de su patrimonio para turistas y peregrinos. El encuentro que se celebrará en Pamplona el próximo año, tal y como adelantó NavarraCapital.es, ayudará sin duda al desarrollo del sector.


Pamplona - 14 septiembre, 2019 - 05:45

Santa María de Eunate, en Navarra, es un centro de culto y destino de turismo religioso. (Foto: Víctor Rodrigo)

Navarra no cuenta con un gran centro religioso que, por sí solo, atraiga visitantes de forma masiva como lo hacen Santiago de Compostela, Lourdes o Fátima, por citar los ejemplos más próximos. Se trata de una modalidad turística residual en nuestra región, que el sector espera que se popularice y despegue gracias a la celebración dentro de un año, en Pamplona, del XVII Congreso Internacional de Turismo Religioso y Sustentable, organizado por la Catedral. Tal y como ha adelantado NavarraCapital.es, será la primera ocasión en la que el congreso se celebre en Europa. Y precisamente, la capital navarra se impuso a otras candidatas como Belén, Santiago y Lourdes para albergar la cita.

Unos 300 millones de personas practican anualmente el turismo religioso en todo el mundo, según las estimaciones de la Organización Mundial del Turismo. Y la mitad, alrededor de 153 millones, visita lugares vinculados a la cristiandad. La Catedral de Guadalupe de México (10 millones de visitantes al año), San Pedro del Vaticano (siete millones), Jerusalén (seis millones), Fátima y Santiago de Compostela (4,5 millones cada una) son los principales receptores de visitantes.

Catedral Pamplona

El mausoleo del rey Carlos III el Noble, en la Catedral de Pamplona, es uno de los atractivos del templo.

En el caso de Europa, 28 millones de personas dedican sus vacaciones al peregrinaje, a la asistencia de eventos promovidos por la Iglesia o a viajar a centros religiosos, lo que se traduce en un negocio que mueve entre 3.000 y 3.500 millones de euros anuales. En España, un 10 % de los viajeros tiene motivaciones religiosas. Uno de los atractivos que ofrece el país es el inmenso patrimonio de la Iglesia católica, que posee 3.168 bienes de interés cultural, de los cuales 18 son Patrimonio de la Humanidad y 78, catedrales.

En Europa, 28 millones de personas dedican sus vacaciones al peregrinaje.

También destaca el Camino de Santiago, que recorrieron 327.342 caminantes en 2018, un 8,74 % más que el año anterior. Un estudio sobre el ‘Impacto económico de los bienes inmuebles de la Iglesia’, encargado por la Conferencia Episcopal Española a la consultora KPMG, concluía que dichos bienes y las fiestas religiosas, como la Semana Santa de Sevilla o el Rocío, generaron 32.520 millones de euros en 2014, incluido el gasto que realizaron sus visitantes, que no se pormenorizaba.

SIN DATOS DE NAVARRA

No existen cifras referidas al turismo ligado a la religión de Navarra. En 2017, la Comunidad recibió a 1,4 millones de visitantes y fuentes del sector dicen que, con un criterio amplio, podríamos considerar turistas religiosos a cerca de un millón, si bien no suele ser esa la única razón de su viaje. Uno de los problemas es que se confunden con quienes hacen turismo cultural. El monumento más visitado de Navarra es el Castillo de Olite -que encajaría en una ruta para conocer la cultura y la historia de la Comunidad foral-, con alrededor de 238.000 personas.

Pero la mayor parte de ellas aprovecha la ocasión para conocer la vecina iglesia de Santa María la Real. El monasterio de Leyre es el segundo lugar más frecuentado, con 141.000 visitantes, aunque sólo una mínima parte se recluye con los monjes benedictinos en la hospedería, que sí podría considerarse turismo religioso, y probablemente muy pocos hayan viajado exclusivamente para verlo, sino que realizan un recorrido más amplio que podría incluir también la iglesia de Sangüesa, monumento nacional desde 1889, por ejemplo. Otro tanto podría decirse de la Catedral de Pamplona, que cerrará este año con unas 85.000 visitas.

Exterior de la iglesia románica Santa María de Eunate. (Foto: Víctor Rodrigo)

«Más que receptores, somos emisores de turismo religioso”, opina Karlos Agirre, responsable del grupo Itsaslur, que ha participado directamente en las gestiones para hacer posible la concesión a la Catedral de Pamplona de la organización del XVII Congreso Internacional de Turismo Religioso y Sustentable. Según Agirre, todavía es una modalidad “residual en Navarra, «con la excepción del Camino de Santiago», por lo que la celebración del Congreso “va a tener una gran relevancia” porque ayudará a su difusión.

“Son turistas que se mueven por eventos concretos, cosas puntuales y que acuden, sobre todo, a Tierra Santa y otros centros religiosos, asegura Agirre, que a su vez es presidente de la Asociación Navarra de Empresas Receptivas Turísticas. Pone como ejemplo los dos vuelos chárter fletados por su agencia. Uno a Cracovia en 2016 con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud que presidió el papa Francisco, el otro a Roma, para un grupo de personas que asistían a un evento religioso. O los dos viajes que organiza cada año para grupos de cincuenta navarros que se trasladan a los lugares santos.

Y es que el turismo religioso es una opción perfecta para conocer la historia, el origen de las culturas y las tradiciones, movido principalmente por la fe y la búsqueda de sentido, como recoge la cita bíblica Mateo 17:20 «La fe mueve montañas».

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Fachada de la Catedral de Pamplona. (Foto: Alberto Estudio)

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Turismo de Navarra ·


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