La salud y la estética son dos de las principales motivaciones que impulsan a llevar a los niños al dentista. Desafortunadamente, en muchas ocasiones pesa más lo segundo que lo primero. Así lo confirman los datos del Consejo de Dentistas de España. Según la última encuesta publicada por este organismo, 3 de cada 10 niños menores de 6 años tiene caries, mientras que 8 de cada 10 niños menores de 3 años ni siquiera ha pasado por un odontólogo. En general, las visitas a un especialista se dejan para más adelante, cuando los daños son mayores.
El cuidado de los dientes en los niños de 0 a 5 años genera multitud de dudas e incertidumbres. Sin unos criterios claros al respecto, podemos retrasar ciertas decisiones que influyen en el entorno oral, en el desarrollo y la función de los dientes. En algunos casos, además, estas medidas tienen implicaciones en la salud general de los pacientes.
La erupción de los dientes de leche suele terminar hacia los 2 años, por lo que ese es el momento más idóneo para acudir a la primera revisión dental del niño.
Es imprescindible cuidar los dientes de leche para prevenir la presencia de caries durante la edad adulta. Por otra parte, es necesario tener en cuenta que la existencia de una infección en los dientes de leche puede afectar a los dientes permanentes, ya que estos últimos se encuentran justo por debajo de los primeros.
Los dientes de leche sirven para que el pequeño mastique bien y hable correctamente. Al margen de funciones estéticas, también contribuyen a mantener el espacio necesario de los dientes definitivos.
LA PRIMERA VISITA AL DENTISTA
La erupción de los dientes de leche suele terminar hacia los 2 años, por lo que ese es el momento más idóneo para acudir a la primera revisión dental del niño. Esto no significa, en todo caso, que esa visita no pueda adelantarse para solucionar dudas, detectar presencia de caries tempranas o identificar hábitos que se deben corregir.
Se trata de una etapa en las que ciertos hábitos -como el uso excesivo del chupete, una dieta rica en hidratos de carbono, la succión del pulgar, la deglución atípica, la respiración bucal, los ronquidos y el bruxismo en los dientes de leche- deben ser consultados para su tratamiento. Así evitaremos que se desencadenen posteriores problemas de mordida, paladar estrecho, problemas articulares, entre otros.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 60 y el 90 % de los niños en edad escolar padecen caries.
La aparición de caries o policaries en este grupo de edad es cada vez más frecuente debido al aumento generalizado del consumo azúcares refinados, a las dietas ricas en carbohidratos y la escasa o nula higiene bucal. Todo esto desencadena la aparición temprana y “agresiva” de esta enfermedad. En muchos casos, las caries en pacientes infantiles van acompañadas de dolores, flemones o pérdida temprana de piezas dentarias e incluso pueden provocar consecuencias en la dentición definitiva. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 60 y el 90 % de los niños en edad escolar padecen caries. De ahí la importancia de educar, desde el principio, en hábitos saludables.
LA PREVENCIÓN, UN ELEMENTO CLAVE
En este sentido, fomentar rutinas de limpieza y cuidado bucal desde los primeros años de vida es primordial. Así, contribuiremos a evitar tratamientos más complejos y costosos en el futuro y mejoraremos simultáneamente la calidad de vida de nuestros más pequeños.
Para apostar por la prevención a estas edades, como es lógico, es necesario concienciar a los padres sobre su importancia. Una labor que se hace de manera conjunta desde el Centro de Prevención Oral de Sannas Dentofacial, ubicado en el Edificio Policlínica Artica. “Con ayuda de nuestro Departamento de Odontopediatría, los padres dispondrán de toda la información necesaria para un correcto cuidado de la salud oral de sus hijos”, comenta la Dra. Paola Rivas, especialista en Odontopediatría. De la misma manera que acudimos frecuentemente al pediatra con ellos, deberíamos visitar al odontopediatra para hacer un seguimiento adecuado de la dentición.
¡No hay que esperar a que aparezca un problema, sino acudir a la consulta como prevención!
Los hábitos de higiene oral deberían comenzar con el cepillado desde el mismo momento en que el bebé cuente con su primer diente. Para ello es conveniente utilizar un cepillo infantil de textura suave y con cabezal pequeño. A partir de los dos años, además, se puede incorporar al proceso una pasta dental con flúor. Los cálculos son sencillos: en cada aplicación se debe utilizar una cantidad de producto similar al tamaño de una lenteja.
En consonancia con el mensaje transmitido por la Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP), desde Sannas Dentofacial insisten que la primera visita al dentista se haga cuanto antes. ¡No hay que esperar a que aparezca un problema, sino acudir a la consulta como prevención!
En la salud dental, como en la salud general, es mejor adelantarse a los acontecimientos, consultar a un especialista para solucionar dudas y fomentar cuidados que eviten males mayores de difícil solución. En Sannas Dentofacial realizan el seguimiento de cada cambio y evolución dental de acuerdo a la edad del niño, enfocados a evitar problemas futuros del pequeño paciente. El equipo clínico está compuesto por maestros en convertir el temor de los más pequeños en sonrisas.
Visita con frecuencia al dentista, el mejor amigo de tu sonrisa.
Dra. Paola Rivas
Coordinadora del Departamento de Odontopediatría en Sannas Dentofacial