Febrero de 2024. Tras ocho meses de espera, miles de personas se agolparon en las tiendas de Apple de todo el mundo. El objetivo: hacerse con las Vision Pro, las primeras gafas fabricadas por el gigante tecnológico con tecnología de realidad virtual. La entrada de este dispositivo al mercado «marcó un momento definitivo» en el desarrollo de este sector en España, según valoró un informe de ICEX España Exportación e Inversiones publicado este año. De hecho, el documento auguraba que triplicaría su facturación de 2022 (cifrada entonces en 64 millones de euros) hasta alcanzar los 196 millones en 2027.
Esta tecnología está seduciendo de forma progresiva a más empresas. Fue el caso de la navarra Idoya Romeo, ingeniera informática que ya se estaba introduciendo en el mundo del emprendimiento, según explica a Navarra Capital: «Estudié en la Universidad Pública de Navarra (UPNA) y, tras realizar prácticas en varias empresas, pronto vi que lo mío no era quedarme en ellas. Tuve un momento de reflexión, en el que descubrí el mundo de la realidad virtual. Decidí formarme a través de CEIN y, después, en un máster de la Universidad Complutense de Madrid en colaboración con las firmas Virtual Voyagers y Empower Talent«.
Fue precisamente en este último programa donde conoció a Ángel Casarrubios, con quien compartía inquietudes a pesar de tener una diferencia de edad de 25 años. Para entonces, este complutense ya acumulaba dos décadas de experiencia en la creación de modelos de negocio digitales y el sector insurtech, centrado en la aplicación de la tecnología a los seguros. «Ya había trabajado para grandes empresas como la antigua Cálculo (actual Sapiens Iberia) y también había puesto en marcha proyectos empresariales en ese mismo ámbito. Aunque ya me interesaba la realidad virtual, no fue hasta después de la pandemia y con el cambio de Facebook a Meta cuando me entró el gusanillo de dedicarme a ello», relata.
Idoya Romeo: «El ecosistema de la realidad virtual está en Madrid, pero allí no teníamos tanto apoyo como en Navarra, donde encontramos mucha más variedad de herramientas para comenzar»
Para el trabajo de fin de máster, ambos colaboraron junto a otros tres compañeros en el desarrollo de Olympia XR, una «experiencia social» que buscaba llevar la afición por el fútbol más allá del estadio. Así, se podía acceder a la plataforma desde el móvil, el ordenador o las gafas de realidad virtual.
De esta forma, la iniciativa concebía una forma «alternativa» de interactuar con los equipos de todas las divisiones, con amigos y aficionados de otros clubes. «Hasta la fecha, aún nos siguen pidiendo acceso a la plataforma -añade Casarrubios entre risas-. Y es que aún no hemos acabado de explotar la parte social de la realidad virtual porque, hasta hace tres o cuatro años, había aún importantes dificultades técnicas».
Precisamente, este gran valor diferencial de la tecnología provocó que el grupo siguiese en contacto después del máster hasta que, finalmente, quedaron Romeo y Casarrubios. Ambos armaron una propuesta centrada en el desarrollo de experiencias sociales que se materializó en Dimmensium Labs. La startup está domiciliada en los Viveros de CEIN, aunque Romeo es natural de Los Arcos y Casarrubios procede de Alcalá de Henares. «El ecosistema de la realidad virtual está en Madrid, pero allí no teníamos tanto apoyo como en Navarra, donde encontramos mucha más variedad de herramientas para comenzar: las mentorizaciones, la visibilidad a través de ferias, la sinergia con otras empresas…», incide la joven navarra.
Precisamente, los socios dirigen sus esfuerzos comerciales al tejido empresarial, donde ya se está extendiendo el uso de estas herramientas. «Entornos como la formación, el marketing, la salud, la industria… A través de elementos como el gemelo digital, la realidad virtual está empezando a tener mucha acogida porque permite vivir una sensación de presencia e inmersión sin necesidad de desplazamiento», defiende Casarrubios.
«JUGAR CON LAS OBRAS DE ARTE»
Desde que iniciaran su actividad en enero de 2024, Dimmensium Labs ya cuenta con un primer logro. La aceleradora Art-Tech, impulsado por el hub valenciano de innovación Innsomnia, seleccionó su iniciativa ‘Puentes inmersivos’ junto a otros ocho proyectos. Así, la firma navarra pretende crear la primera comunidad social inmersiva que conecte a museos, galerías y artistas con sus públicos.
«Queremos acercar las obras de todos los colectivos a las personas de una forma original. Porque, en este sentido, la tecnología XR abre un mundo de posibilidades. Por ejemplo, más del 90 % de los cuadros que guarda el fondo del Museo del Prado no se muestran por limitaciones físicas, pero en nuestra plataforma no solo podría explotarse ese potencial, sino también permitir que las personas puedan jugar con las obras de arte. Los usuarios también tendrían la oportunidad de visitar museos en otros países y continentes, de forma que se podría democratizar más el arte», detalla Casarrubios.
Eso sí, recuerda Romeo, se trata de una iniciativa que «aún no se ha cerrado». Precisamente, el primer prototipo estará listo en junio y se presentará en la capital valenciana, donde Dimmensium Labs espera iniciar los primeros contactos con los agentes del sector cultural en ese evento.
MIRANDO AL FUTURO
Los objetivos de la startup navarra pasan este año por finalizar sus primeros proyectos y dar a conocer sus desarrollos al mercado. Pero, sobre todo, sus socios son conscientes de que la tecnología de realidad virtual tiene mucho camino por delante.
«Queremos ser capaces de resistir a la evolución de la tecnología, porque hubo compañías que hicieron apuestas muy fuertes y no hubo finalmente nadie que les compraran sus productos. De ahí que seguiremos trabajando para evolucionar y, en el momento de que este sector tenga su auge, poseer el conocimiento y la estructura para pensar en proyectos mayores», concluye Romeo.