La creadora de contenido y trail runner Amaia Mutilva es una de las participantes de ‘La caza: nada es lo que aparece’, el nuevo reality de EiTB. El programa, presentado por Juanma Iturriaga, incluirá numerosas pruebas extremas que tendrán “como plató natural los rincones más salvajes de Euskal Herria“. En total, veinticuatro concursantes se disputarán un premio de 24.000 euros.
La pamplonesa, de 33 años y sobre la que Capital Sport publicó un amplio reportaje la semana pasada, recibió la llamada de la cadena tras el éxito logrado con su cuenta de Instagram, donde tiene más de 26.000 seguidores. Para Mutilva fue “una señal”, ya que recibió la propuesta tres días después de haber dejado su trabajo como ingeniera en una multinacional y haberse decantado por crear su propia agencia de marketing.
El secretismo fue una constante durante esta aventura. Tan solo sus padres, su novio y dos amigas sabían que iba a participar en el reality: ” A raíz de mi nueva agencia, dije a la gente que me iba a los Alpes para un curso de formación, pero creo que no se lo creyeron”. De hecho, aunque mantuvo inactiva su cuenta de Instagram durante la grabación en julio, sí pudo organizarse para programar los contenidos de sus clientes en redes sociales y solventar su ausencia.
El concurso, del que obviamente no puede revelar muchos detalles todavía, le ha llevado “al límite”. “Hemos tenido que aprender a estar sin nada, sin comida. Llegué a perder tres kilos”, relata a este medio. También ha jugado un papel clave la incomunicación, que le ha servido para comprender que puede vivir sin móvil.
LA EXPERIENCIA
“Es como entrar en Matrix. Solo existes tú junto a tus compañeros, en medio de la naturaleza, y hay que ganar pruebas. Estás en otro mundo”, remarca. En este sentido, la convivencia con sus compañeros ha sido “muy positiva”. Tanto es así que, durante la Semana Grande de Bilbao, quedaron para disfrutar de una comida en buena sintonía.
Gracias a las aventuras vividas y al hecho de haber aprendido a “vivir con menos”, algunos concursantes han cogido perspectiva y han optado por cambiar algunos aspectos tanto personales como profesionales. En el caso de Mutilva, este concurso le ha dejado un poso importante: “Me ha servido para reafirmarse en mi decisión de convertirme en autónoma”.