La Universidad de Navarra aumentó su actividad económica en el curso 2019-2020 y superó los 500 millones de euros, 1,3 más que en el ejercicio anterior. Además, consolidó su plantilla, que llegó a los 6.173 profesionales, de los que 4.276 trabajan en Pamplona. Así se recoge en los datos recogidos este lunes en la memoria económica del curso, que resume la actividad de los cuatro campus situados en Pamplona, San Sebastián, Madrid y Barcelona, así como de las sedes internacionales del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE).
La Clínica Universidad de Navarra (CUN) incrementó sus ingresos a pesar de las limitaciones derivadas del Covid-19, «gracias a un aumento de la actividad asistencial en la sede de Madrid, un centro en pleno proceso de crecimiento en su segundo curso académico completo». También aumentaron el número de alumnos y los ingresos en estudios de grado, máster y doctorado, según informó la entidad.
La CUN incrementó sus ingresos por el aumento de la asistencia clínica en Madrid, pero la pandemia obligó a la «suspender toda actividad no relacionada con la crisis sanitaria durante tres meses» en Pamplona.
Sin embargo, la llegada de la pandemia «tuvo un impacto negativo» en los cursos de verano, los programas para empresas enfocados en la enseñanza de idiomas y en la actividad de la Clínica en Pamplona, «que tuvo que suspender toda su actividad no relacionada con el Covid-19 durante tres meses».
Los gastos de explotación alcanzaron los 511,6 millones de euros, 3,4 millones menos que el anterior ejercicio. El déficit se redujo en 4,3 millones pese a la pandemia y la partida de personal alcanzó los 292,7 millones de euros, 5,6 millones más.
El resultado global supone «una mejora con respecto al curso anterior», aunque es todavía negativo en 11,9 millones de euros frente a los 16,2 millones del pasado ejercicio. «El curso pasado se aspiraba a un resultado positivo, pero la pandemia obligó a una serie de gastos extraordinarios. A pesar de la coyuntura, es destacable que nuestros ingresos hayan crecido. Ese buen comportamiento nos ha permitido mantener la plantilla», señaló Álvaro Balibrea, gerente de la institución.
Balibrea también agradeció «el esfuerzo realizado por la plantilla» durante el pasado curso: «El compromiso con la actividad asistencial, docente e investigadora de nuestros profesionales logró que se amortiguara el impacto de una crisis sanitaria sin precedentes, con consecuencias económicas aún imprevisibles».
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