El sector de la automoción ha sido uno de los más afectados por la irrupción del coronavirus. Por lo tanto, el plan de apoyo dotado con 3.750 millones de euros, que el Ejecutivo central anunció esta semana, parece haber llegado en el momento más oportuno. Al menos si tenemos en cuenta algunos de los números que rodean a esta industria y que forman parte de uno de los últimos estudios de acierto.com
En concreto, de acuerdo con dicho análisis, las ventas de coches se habían desplomado casi un 73 %. Por su parte, en fabricación, la caída ha sido superior, de un 97,8 %. Todo ello sin tener en cuenta el cierre anunciado de Nissan o el sobrecoste que han debido afrontar concesionarios en EPI, productos desinfectantes y que se ha valorado en 11 de millos de euros, aproximadamente.
Ceuta, Melilla y Castilla y León concentran el parque automovilístico más antiguo.
Se trata, en fin, de un escenario demoledor al que debe sumarse la peligrosa antigüedad del parque automovilístico español, que hoy alcanza los 12,4 años. Es decir, los vehículos que circulan por el país son más viejos que nunca. Asimismo, y de los más de 24 millones de coches en circulación, hasta el 73 % superan la década de antigüedad, con los riesgos para la seguridad y el medioambiente que eso implica. Por fortuna, hasta 350 millones de las ayudas prometidas por el Gobierno español se destinarán específicamente a un programa de renovación del parque del que pueden beneficiarse particulares, autónomos y empresas.
Además, los seguros de los coches viejos suelen ser también más caros, básicamente porque este tipo de vehículos se ven inmersos en mayor número de accidentes y de una gravedad superior.
Los datos, a este respecto, dejan poco margen a la duda. Los coches antiguos son protagonistas de dos de cada cinco accidentes de tráfico. Y los siniestros con víctimas en aquellos que superan los quince años se han incrementado en más de un 78 %. Algo lógico si tenemos en cuenta que la mayoría carece de sistemas de frenado inteligente, airbags y otros elementos de seguridad.
También se averían con más asiduidad y requieren con más frecuencia del servicio de asistencia en carretera. En definitiva, según las estimaciones de la aseguradora, se trata de coches más “arriesgados” de asegurar.
“Hasta el 20 %” de quienes utilizaban el transporte público usarán ahora vehículos privados para evitar contagios.
EL VEHÍCULO PRIVADO EN LA NUEVA NORMALIDAD
Más allá de las ayudas y para sobrellevar la caída de las ventas, los concesionarios han puesto en marcha toda clase de iniciativas: descuentos, regalo del mantenimiento del vehículo durante el primer año, flexibilidad en el pago de las cuotas, etcétera. En definitiva, una serie de propuestas que puede suponer una oportunidad para muchos consumidores.
A las iniciativas de reactivación del sector hay que sumar, igualmente, otra particularidad propia de la crisis del coronavirus: tras la vuelta a la normalidad son muchos los ciudadanos que apostarán por el vehículo privado para evitar contagios. Entre otros, “hasta el 20 %” de quienes usaban el transporte público. Y si bien aquí se contemplan también las bicicletas y otros vehículos, el dato podría plasmarse en un incremento de las ventas de coches.