Agrupaban a artesanos y comerciantes, establecían sistemas de aprendizaje, vigilaban el equilibrio entre la oferta y la demanda y velaban por la supervivencia del oficio que les garantizaba el pan. Los gremios medievales se sostenían en dos tipos de agentes: los sabios maestros y los jóvenes aprendices. Y esa dinámica de enseñar y aprender es precisamente la que rescatan, siglos después, las Escuelas de Aprendices.
La iniciativa capitaneada por el Servicio Navarro de Empleo – Nafar Lansare (SNE-NL) surge como una alternativa para hacer frente a una problemática de dimensiones globales -la dificultad para cubrir puestos específicos de trabajo- que, a su vez, convive con una realidad palpable tanto en la Comunidad foral como en el conjunto estatal: el paro que afecta especialmente a los jóvenes y a otros colectivos vulnerables. Concebidas como alianzas público-privadas, el objetivo de este proyecto es doble: dotar a las empresas forales de una cantera suficiente de profesionales especializados y, al mismo tiempo, facilitar la inserción laboral de personas desempleadas al mercado laboral.
Se trata de una propuesta que ya ha sido respaldada por importantes empresas y organizaciones del territorio. Así lo explicaron desde el propio organismo, dependiente del Departamento de Derechos Sociales del Ejecutivo foral, durante la celebración de la II Feria Virtual de FP Dual, organizada este jueves por la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios. La apertura corrió a cargo de Javier Taberna, presidente de Cámara Navarra; Juan Miguel Sucunza, presidente de la Confederación Empresarial Navarra (CEN); Isabel Moreno, directora Territorial Ebro de CaixaBank; y Carlos Gimeno, consejero de Educación. Acto seguido, la cita contó con la intervención de diversos ponentes. Entre ellos figuró, precisamente, Carlos Adín, director del Servicio de Desarrollo de Competencias Profesionales en el SNE-NL, quien desglosó los avances conseguidos en las Escuelas de Aprendices implantadas hasta el momento. “Seguimos apostando por las empresas que apuestan por esta iniciativa y continuaremos en 2022”, resaltó.
Carlos Adín (SNE-NL): “Seguimos apostando por las empresas que apuestan por esta iniciativa. Continuaremos las Escuelas de Aprendices en 2022”.
Lo acompañó Miguel Ángel Jiménez, director de la Fundación Saltoki, que detalló a los presentes cómo se ha introducido este proyecto dentro de la iniciativa social de la compañía. Con 41 alumnos en total, las Escuelas de Aprendices de la fundación comenzaron el pasado 13 de octubre tanto en Pamplona como en Tudela. La primera fase, desarrollada junto a la Fundación Ilundain Haritz Berri, terminó el pasado miércoles y consistió en una formación en competencias digitales básicas. “Así podemos asegurar una capacitación homogénea de las herramientas que se utilizan día a día en el sector”, enfatizó Jiménez.
Este jueves, los 41 aprendices iniciaron un programa de prevención de riesgos laborales, que les permitirá acceder a las obras e instalaciones con garantías. “Es uno de los requisitos para entrar en esta rama de actividad y muchas veces las formaciones no lo contemplan, por lo que los jóvenes que quieren hacer prácticas no laborales se encuentran con muchas dificultades. Por eso lo hemos tenido en cuenta”, expuso Jiménez. Debido a la demanda de perfiles profesionales específicos, el itinerario diseñado por la entidad junto con el SNE-NL aborda, desde la perspectiva de la eficiencia energética, el uso de nuevas tecnologías en las renovables. “Nos enfocamos sobre todo en la climatización, ventilación e hidrotermia“, añadió el presidente de la Fundación Saltoki.
Dentro de esta fase, también se contempla que los participantes se examinen con el fin de obtener dos acreditaciones “que los trabajadores necesitan y que las compañías requieren”: el carné profesional en instalaciones térmicas y el de manipulación en instalaciones que contengan gases fluorados “sin ningún límite de carga”. La tercera etapa del proyecto, que empezará el 14 de enero de 2022, permitirá que las personas “que vayan avanzando positivamente y aprobando cada uno de los ciclos” puedan firmar un contrato de formación y aprendizaje con distintas empresas del sector.
Miguel Ángel Jiménez (Fundación Saltoki): “Formar en competencias digitales básicas nos permite asegurar una capacitación homogénea de las herramientas que se utilizan día a día en el sector”.
Desde la década de los 90, la Asociación Navarra de Talleres de Reparación de Vehículos (ANTRV) acogía programas formativos en sus propias instalaciones. Los miembros de este colectivo, además, también intervenían en las iniciativas de la Volkswagen Academy. “La diferencia es que ahora no solo brindamos formación, sino que además facilitamos que los participantes puedan acceder a un certificado de nivel 1. De esta forma, jóvenes que incluso no han terminado la ESO pueden sumarse al proyecto”, desgranó Luis Ursúa, secretario general de ANTRV. Las Escuelas de Aprendices de esta asociación arrancaron en octubre con 60 participantes en dos ramas distintas: mecánica y electricidad, y chapa y pintura.
En enero, tras culminar un periodo de formación de tres meses, el 40 % del alumnado fichará por distintas empresas del sector bajo un contrato de formación y aprendizaje. “Los aprendices que salgan del programa podrán ser contratados hasta por tres años (el primero de ellos podrá estar financiado por el SNE-NL con 4.000 euros). Y, durante cada ejercicio, recibirían una certificación diferente, con lo cual harían todo un ciclo de profesionalidad”.
En estos casos, los participantes dedicarían un 75 % de su jornada a labores mecánicas en el taller y un 25 % al estudio en el aula. Y durante las siguientes fases, en cambio, pasarían un 85 % de su horario laboral en el taller y un 15 % en el aula. “Este sistema tiene la ventaja de que permite que los responsables de talleres puedan elegir a quién contratar, en función de los perfiles que más se adapten a sus necesidades”, especificó Ursúa.
Luis Ursúa (ANTRV): “Este sistema tiene la ventaja de que permite que los responsables de talleres puedan elegir a quién contratar, en función de los perfiles que más se adapten a sus necesidades”.
Aunque la carencia de perfiles específicos se palpa principalmente en el ámbito industrial, lo cierto es que esta necesidad es extrapolable a los servicios.
Por eso, la Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra (AEHN) lanzó esta semana, de la mano del SNE-NL, su Escuela de Aprendices. En principio, el programa de formación y empleo ofrecerá herramientas a 15 alumnos que deseen especializarse en atención en salas y barras. “La previsión es realizar más formaciones cada mes y medio”, aclaró Noelia Sampedro, responsable de Formación de la entidad, a Navarra Capital. En 2022, de acuerdo con las necesidades de la industria, comenzará un itinerario dirigido a ayudantes de cocina.
Al mismo tiempo, desde otras organizaciones comienzan a contemplar esta iniciativa como una vía para paliar la escasez de mano de obra. Es el caso, por ejemplo, del sector de transporte y logística. “La media de edad de los conductores, según datos obtenidos por las empresas, supera los 50 años”, señaló Ignacio Orradre, secretario general de la Asociación Navarra de Empresarios de Transporte por Carretera y Logística (ANET). Tomando en cuenta la normativa europea que establece los requisitos para ejercer esta profesión, la entidad prevé inaugurar una Escuela de Aprendices que permita a los participantes obtener el certificado de aptitud profesional necesario para la conducción de vehículos pesados por las vías públicas, además del permiso correspondiente para trasladar mercancías o viajeros, según sea el caso.
Ignacio Orradre (ANET): “La iniciativa permitirá que las empresas del sector cuenten con una bolsa de aproximadamente treinta conductores”.
Esta iniciativa permitirá que las firmas asociadas a ANET cuenten “con una bolsa de aproximadamente treinta conductores con la capacitación necesaria” para entrar en el sector. “Además, ofreceremos un itinerario formativo en otros aspectos, como el transporte de mercancías peligrosas, la estiba de mercancía, el manejo de carretillas elevadoras y de tacógrafos, entre otros”, añadió Orradre.
Desde el sector de la construcción también advierten la necesidad de contar con una mayor cantera de profesionales. Con la llegada de los fondos Next Generation EU a España, un estudio elaborado por la Fundación Laboral de la Construcción (FLC) apunta que el país necesitará cubrir unos 750.000 puestos de trabajo adicionales en este campo durante los próximos cuatro años.
En la Comunidad foral, según puntualizó el gerente de FLC de Navarra, Emilio Lezana, la demanda será de entre 800 y 1.000 trabajadores por ejercicio, que a su vez deberán formarse en las últimas tendencias del sector: economía circular, eficiencia energética, digitalización, manejo de nuevos materiales… “Para que nos hagamos una idea de lo que significa esa cifra, la construcción navarra contaba en septiembre Navarra con 10.000 trabajadores en régimen general y 7.200 autónomos”, precisó Lezana.
Emilio Lezana (FLC Navarra): “Con la llegada de los fondos Next Generation, Navarra necesitará entre 800 y 1.000 trabajadores de la construcción al año”.
Asimismo, el gerente de la fundación hizo hincapié en otros dos retos que afrontan sus asociados: el incremento tanto en las facturas de la luz como en los precios de las materias primas y la falta de relevo generacional. Una preocupación compartida por Pilar Rodríguez, orientadora laboral en FLC Navarra, quien arrojó más datos que reflejan la magnitud de esta necesidad: “En 2021, hemos registrado 41 ofertas en a través de nuestro portal, con 95 vacantes diferentes. De estas, 26 se han quedado sin cubrir”. El escenario, sin embargo, no es completamente gris. “Como contrapunto -expuso Rodríguez-, entre quienes hacen una FP el desempleo es prácticamente nulo. De hecho, los contratos se están incrementando: hasta julio, se registró un crecimiento del 4 % en términos interanuales. Eso nos indica que debemos trabajar por atraer talento al sector”.
Con ese empeño en mente, la entidad ya ha iniciado trece programas específicos, subvencionados por el Servicio Navarro de Empleo – Nafar Lansare (SNE-NL), con una media de quince alumnos en cada uno de ellos. “Lo que estamos detectando es que hace falta formar en los oficios básicos, pero complementando con otra serie de itinerarios más específicos que recualifiquen a los trabajadores. Esto también aplica a puestos que requieren la gestión de equipos”, secundó Marta Silvero, responsable Territorial de Formación en FLC Navarra.
Nerea Moreno (ACEN): “Aproximadamente el 30 % de los responsables de empresas del sector se jubilarán en los próximos cinco años”.
Recientemente, la entidad presentó una propuesta al SNE-NL para implantar Escuelas de Aprendices y otras iniciativas de formación que permitan a los participantes acceder a contratos de formación con compromiso de empleo y a certificados de profesionalidad. En concreto, el esquema trazado contempla los puestos de trabajo más demandados dentro del sector, como albañiles, encargados de obra o especialistas en montaje y ensamblaje.
A corto plazo, desde la Asociación de Carpinteros y Ebanistas de Navarra (ACEN) vislumbran de igual manera que las Escuelas de Aprendices pueden dar respuesta a la escasez “muy preocupante” que vive el gremio. “Nos encontramos con que el relevo generacional es prácticamente inexistente y el sector está muy envejecido, con aproximadamente un 30 % de las empresas cuyos responsables se jubilarán en los próximos cinco años”, concretó Nerea Moreno, secretaria general de la entidad.
Al margen de itinerarios dirigidos a posibles futuros empleados, el colectivo contempla de igual modo formación en gestión de negocio, transformación digital, optimización de recursos, atención al cliente y gestión de equipos, dirigida a empresarios del sector.