La ‘Ruta virtual Construye 2020+’ tuvo su parada en la Comunidad foral con la celebración del webinar ‘Los retos de la construcción sostenible en Navarra’. En la conferencia virtual participaron Francisco J. Serna, jefe de Proyectos del departamento de Energética Edificatoria del Centro Nacional de Energías Renovables (CENER); Roberto Erviti, secretario de la Junta del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro (COAVNA) en la delegación de Navarra; Berta Uriz, directora del Departamento de Vivienda de Nasuvinsa; y Ana Sánchez-Ostiz, Dra. arquitecta de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Navarra.
Por parte de la Fundación Laboral de la Construcción intervinieron Juan Las Navas, Josetxo Iriguibel y Emilio Lezana; presidente, secretario y gerente de la Fundación Laboral de Navarra (ACP), respectivamente.
Por su parte, Esther Rodríguez, responsable del proyecto europeo Construye 2020+, expuso los principales hitos de esta iniciativa, centrada en la transición del sector de la construcción hacia la sostenibilidad. La ‘Ruta virtual Construye 2020+’, en concreto, es una campaña de sensibilización y difusión que recorrerá interactivamente dieciséis comunidades autónomas de España, desde el 19 de octubre hasta el 14 de diciembre, con información y eventos específicos de cada región sobre eficiencia energética, energías renovables y edificios de consumo casi nulo.
Juan Las Navas (ACP): «Esperamos que los fondos europeos nos permitan hacer un cambio de planteamiento para caminar a estos nuevos modelos constructivos».
Josetxo Iriguibel, secretario de la Fundación Laboral de Navarra (CNC-Anecop), inauguró la jornada resaltando la importancia de hablar «sobre la eficiencia energética y lo que conlleva en el mundo de la construcción, en un nuevo contexto en el que se abren nuevas puertas con los fondos europeos» y de debatir «si los trabajadores, las organizaciones y las propias empresas están preparados para los nuevos retos de la eficiencia energética y la economía circular que ya está llegando».
Por su parte, Esther Rodríguez, responsable del proyecto europeo Construye 2020+, explicó que los esfuerzos de esta iniciativa europea están orientados a la formación y promoción de las ventajas de la eficiencia energética, porque “una mejor ejecución de la obra conlleva un mayor ahorro”. El proyecto ofrece formación específica complementaria en temas de eficiencia energética a trabajadores y trabajadoras del sector. Vinculado a esta formación está el ‘distintivo eco’, para dar valor añadido a los conocimientos adquiridos. Rodríguez estimó que, en 2025, Europa necesitará alrededor de un millón de nuevos trabajadores para satisfacer la demanda de edificios verdes y energéticamente eficientes.
Para sondear a los asistentes de la jornada, se propuso una encuesta in situ sobre la inversión en rehabilitación energética, sobre el reto más importante del sector y sobre el grado de conocimiento de la cuota de bonificación que disponen las empresas para la formación de sus trabajadores. Respecto a la primera pregunta, el 83 % de la asistencia respondió de manera afirmativa, que apostaría por la inversión en construcción sostenible «si el porcentaje de ayuda compensa». Para la segunda cuestión, el 60 % de las personas asistentes indicó que uno de los retos que tiene el sector por delante es «atraer a jóvenes y mujeres al sector», superando a otros motivos como la «alineación de las políticas económicas y medioambientales» y «alcanzar la digitalización del proceso constructivo», igualadas estas dos en un 20 %. Por último, el 67 % del público confirmó conocer la bonificación de las empresas para la formación de sus trabajadores/as.
Josetxo Iriguibel (ACP): «Tendremos que ver si los trabajadores, las organizaciones y las propias empresas están preparados para los nuevos retos de la eficiencia energética y la economía circular».
A continuación, se dio paso a la mesa de debate moderada por Emilio Lezana, gerente de la Fundación Laboral de Navarra. Ana Sánchez-Ostiz, Dra. arquitecta de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Navarra, abrió la mesa recordando que el objetivo a futuro es «reducir los impactos negativos que produce la construcción en el medioambiente». En este sentido, destacó que el concepto de rehabilitación sostenible está ligado al de arquitectura sostenible, que a su vez se ve ampliado con el de «arquitectura regenerativa«. «Dar un paso más allá ya y actuar en los edificios, los barrios y en la ciudad para producir un impacto positivo y mejorar aspectos medioambientales, sociales, de salud, y que la arquitectura sea inclusiva y que permita reencontrar el contacto con la naturaleza», remarcó.
Por otra parte, Sánchez-Ostiz resaltó que, además, es importante a posteriori “monitorizar y validar las medidas de eficiencia energética que estamos implantando para adaptarlas al entorno, al edificio, al barrio y ver si se han alcanzado los estándares que se habían propuesto inicialmente».
Roberto Erviti, secretario de la Junta del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro (COAVNA) en la delegación de Navarra, se refirió al «alcance de la rehabilitación energética, de sistemas eficientes, de incorporación de renovables y de mejorar la calidad de los espacios urbanos», como aspectos fundamentales a considerar. «Hay que concienciar a la sociedad para que vea la regeneración no como una imposición sino como un proceso de transformación para construir un entorno de mayor calidad», añadió.
Berta Uriz, directora del Departamento de Vivienda de Nasuvinsa, expuso varias iniciativas que están desarrollando en esta materia. Dentro de edificios de consumo casi nulo, Uriz habló del proyecto de Plan de Vivienda de Alquiler Navarra Social Housing, una promoción pública de 524 Viviendas de Protección Oficial, todas ellas proyectadas bajo el estándar de edificación de consumo casi nulo Passivhaus y destinadas al alquiler, de la que ya se han entregado 138 viviendas de consumo casi nulo.
Berta Uriz (Nasuvinsa) repasó las claves del proyecto Navarra Social Housing, una promoción pública de 524 Viviendas de Protección Oficial (VPO).
En cuanto a la escala urbana, otro ejemplo de rehabilitación energética que expuso Berta Urdiz fue el del proyecto europeo Andrea, cuyo resultado han sido 2.227 viviendas rehabilitadas, fruto de la colaboración con el Ayuntamiento de Pamplona. Y un tercer proyecto, en cuanto a energía renovable, que se basa en «la incorporación de biomasa forestal como energía alternativa verde en todas las promociones que están en marcha, como la mejor forma de traccionar como entidad pública el progreso de este sector».
Francisco J. Serna, jefe de Proyectos del departamento de Energética Edificatoria de Cener, destacó la Promoción Solar House, un edificio con dos bloques de 38 viviendas, la mitad protegidas (ya entregada) y la otra mitad libre, «con consumos todos eléctricos y mucha generación renovable, que hace que ese edificio sea exportador de energía, en cuanto al balance entre consumo y generación». «Es el primero en España de viviendas sociales en altura con estándar de energía positiva y, probablemente, de toda Europa», comentó.
En cuanto a dotacional, el representante de Cener también apuntó a la licitación que está a punto de salir del edificio de la Facultad de Ciencias de la Salud, también con estándares de energía positiva, «muy sostenible, porque la mayoría del edificio irá en madera». «Hay que construir edificios eficientes, evaluar, monitorizar para reportar la gestión e ir retroalimentando y mejorando los sistemas de gestión y sacar un mayor rendimiento», añadió.
Para Sánchez-Ostiz, la normativa «ya está introduciendo conceptos y medidas que ya hemos comprobado que son eficientes y lo debe seguir haciendo, pero debe recoger la monitorización y la valoración final sobre todos los aspectos críticos». Erviti remarcó que «hay que implementar mayores controles de calidad, para comprobar que lo que se ha definido en el proyecto se cumple en la ejecución, y del propio proceso edificatorio». «La Ley de Cambio Climático coloca a la Administración como ejemplarizante», zanjó.
AVANCES CONSTRUCTIVOS
Uriz, por su parte, apuntó que «construir con materiales más sostenibles, va a cambiar la forma de trabajar y edificar. Es un paso más adelante». En este sentido, Sánchez-Ostiz explicó que, desde su área, se trabaja en la mejora del «sobrecalentamiento de viviendas y en medidas para todo el año, haciendo rehabilitación energética y construcción nueva, desde el punto de vista del cambio climático«. Según la experta, se está generando «una nueva arquitectura que incorpora desde el diseño y el proyecto de ejecución, los criterios sostenibles, para que se integren en los edificios».
Emilio Lezana (ACP): «Es importante que los agentes del sector colaboren estrechamente y aporten su ámbito de conocimiento para que los ODS 2030 se cumplan».
Para Francisco J. Serna, el futuro pasa por «electrificar todo tipo de consumo y generar energías renovables». Además, añadió que «el autoconsumo será fundamental para el futuro energético con una clara ventaja para el usuario al reducir el consumo de la red y, además, mayor ahorro y posibilidad de venta de excedente».
Sobre la disponibilidad o no de mano de obra cualificada para abordar estos avances, Juan Las Navas, presidente de la Fundación Laboral de Navarra (ACP), señaló que «estamos en un momento de déficit muy importante de mano de obra y ante un problema de falta de conocimientos para afrontar la construcción de edificios cada vez más tecnológicamente complejos. Es fundamental la formación, sin ella los proyectos no van a cuajar. Esa formación nos va a llevar a un cambio cultural en cuanto a la concepción de la edificación. Esperamos que los fondos europeos nos permitan hacer un cambio de planteamiento para poder caminar a estos nuevos modelos constructivos».
FONDOS NEXT GENERATION
Ante la llegada de ayudas europeas, Las Navas añadió que es clave «que los fondos se canalicen bien, aprovechando aquellos destinados a formación, puesto que la mano de obra va a tener que tener una gran cualificación, también en competencias digitales». Según un estudio de la Fundación Laboral de la Construcción se espera que en los próximos 4 años se necesiten unos 750.000 trabajadores. «En Navarra puede significar una formación de unos 800 trabajadores al año», añadió.
Para Roberto Erviti, la formación de los arquitectos es «continua» y, por ello, es importante marcar «cuál será el objetivo a largo plazo». Además, subrayó la necesidad de «hacer atractivo el sector y los proyectos, con lo que la industrialización y la incorporación de proyectos más limpios y más seguros, va a ayudar mucho». Según el representante de COAVNA, el riesgo con respecto a la gestión de los fondos es «tener una visión cortoplacista que pueda conllevar a una merma en la calidad de lo que se construye y de las ciudades». Desde este colectivo existe aún «incertidumbre» sobre «a qué se van a destinar estos fondos, los plazos administrativos y la posible brecha social que pueden abrir». Según Erviti, en el Colegio se está desarrollando una herramienta informática que permitirá valorar cada proyecto y ver, en cada cuál, dónde se pueden obtener ciertas ayudas y en qué porcentaje.
Emilio Lezana cerró la jornada destacando la importancia de que todos los agentes del sector «colaboren estrechamente y aporten su ámbito de conocimiento para que los ODS 2030 se cumplan».
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