La descentralización y atribución de competencias a las comunidades autónomas han sido factores “decisivos” en el desarrollo económico, social y empresarial de España. El sistema de convivencia y el entramado institucional del que se dotó el país desde la restauración de la democracia en la década de los setenta se ha traducido “en un aumento generalizado de la calidad de vida y el progreso de los habitantes en todas las regiones españolas”.
Esta es una de las conclusiones del estudio ’45 años de evolución económica, social y empresarial de las comunidades autónomas en España (1975-2020)’, elaborado por la Cámara de Comercio de España y el Consejo General de Economistas de España. Un informe que presentaron en Navarra el presidente de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Navarra, Javier Taberna; el consejero de Desarrollo Económico y Empresarial del Gobierno de Navarra, Mikel Irujo; el decano del Colegio de Economistas de Navarra, Ángel Chocarro; y la economista colegiada y premio fin de Grado Facultad de Económicas de la UPNA, Aura Nicolaescu.
En este sentido, Taberna subrayó que las comunidades autónomas “han sido las responsable de este innegable progreso”. “Navarra, desde 1965, ha sabido aprovechar el régimen foral para desarrollar y explotar los recursos naturales y humanos, con el único fin de hacer de Navarra una comunidad próspera, donde la educación y la salud han sido las prioridades para alcanzar las cotas más altas de libertad e igualdad entre sus ciudadanos”, enfatizó.
Por otro lado, el estudio constata el aumento exponencial de la esperanza de vida acaecido en los últimos 45 años, la extensión de las infraestructuras, el incremento del PIB per cápita y otros indicadores económicos, sociales e institucionales que se analizan. Adicionalmente, se observa que las empresas se posicionan como la base motor de la actividad económica del país en esta etapa, de modo que son “la principal fuente de empleo y el sustento más importante del estado de bienestar y del sector público”.
Con vistas al futuro, la superación de la crisis sanitaria actual, así como sus consecuencias económicas, políticas y sociales, constituye el “reto inmediato” para el cual este informe “se considera especialmente necesario”. En él se demuestra que el trabajo responsable y conjunto de las regiones españolas ha sido determinante del éxito en términos de modernidad y desarrollo en el país. Además, la incorporación de España a la Unión Europea “ha sido crucial para su progreso en estos últimos 45 años, y lo será de nuevo para abordar la crisis actual”.
A este respecto, Irujo manifestó que Europa es “nuestro contexto, no solo geográficamente, sino en el sentido identitario y de valores”. Básicamente porque “compartimos unos valores democráticos y un futuro sostenible medioambiental y socialmente”.
Por su parte, Taberna recordó que España se encuentra “ante una gran oportunidad para recuperar y transformar la economía a través de la digitalización y la sostenibilidad, que junto a la cohesión territorial son los ejes y objetivos de los fondos que vendrán de Europa”. En este sentido, el decano del Colegio de Economistas remarcó que Navarra, a lo largo de este período, “se ha convertido en una sociedad más justa, sostenible, solidaria y desarrollada y posee los mimbres para seguir siendo una región referente”.
EL PIB Y EL MERCADO LABORAL
Según el estudio, los diferenciales de PIB per cápita entre las diferentes regiones se han reducido 30 puntos porcentuales a lo largo de los últimos 45 años, debido a la “paulatina convergencia hacia la media nacional de las más desfavorecidas”. El PIB ha crecido una media anual del 2,39 % en ese tiempo, pasando de algo más de 414 millones de euros en 1975 a 1,1 billones en 2019 -a precios constantes de 2010-.
Para Navarra, este crecimiento anual ha sido del 2,63 %, al pasar de 6.529,6 millones de euros en 1975 a 20.483,4 en 2019. Otro de los aspectos analizados en el estudio es la evolución del mercado laboral, que muestra un “fuerte aumento de la población en disposición de trabajar en toda España, si bien este no se ha comportado de manera homogénea”. Así, la población potencialmente activa se ha duplicado en Baleares, Canarias y Murcia, mientras que en Asturias, Castilla y León, Galicia y Extremadura apenas ha variado. En cuanto a la tasa de actividad, esta ha aumentado en todas las comunidades autónomas excepto en Cantabria, Castilla y León, Asturias y Galicia.
Del mismo modo, la ocupación se ha incrementado en todas las regiones, excepto en Asturias, Castilla y León y Galicia, donde se ha reducido. Por lo que se refiere al desempleo, Extremadura y Andalucía son las dos regiones con una mayor tasa de paro y muy superior a la media nacional, mientras que País Vasco, Navarra, La Rioja y Aragón son las que menor tasa de desempleo presentan.
FUERTE DESTRUCCIÓN DE EMPLEO EN LAS CRISIS
Al analizar la evolución del desempleo en las distintas comunidades autónomas, se observa cómo durante las dos últimas crisis económicas se ha producido una “fuerte destrucción de empleo en todas ellas”. Eso hace vaticinar que el incremento del paro iniciado en los últimos meses a consecuencia del Covid-19 “vaya a seguir aumentando en los próximos meses”.
En el año 2018, Navarra se encontraba entre las comunidades con mayor porcentaje de gasto empresarial en actividades de I+D sobre el PIB, con un 1,13 %. Analizando la evolución respecto al año 1987, la región también se sitúa entre aquellas que experimentan mayor crecimiento de gasto en I+D en el sector empresarial (en % PIB, con 0,84 puntos porcentuales).
El esfuerzo realizado en materia de internacionalización ha derivado en un “notable avance” de la proyección exterior de las empresas españolas, debido al incremento de las exportaciones tanto hacia Europa como a otros destinos como Asia o América. Con ello, el tejido empresarial, mediante la ampliación y diversificación del mercado, “consiguió reforzar la economía nacional, fortaleciéndola, haciéndola más competitiva y menos vulnerable a los periodos de crisis”.
Las empresas navarras se han posicionado por encima del resto en materia de internacionalización a lo largo del periodo. En 2019, sus exportaciones representaron el 48 % del PIB. Así mismo, resultaron primeras en el ranking en peso de exportaciones sobre el PIB regional entre 2000 y 2019 (40 % de media).
En cuanto a la presión fiscal o recaudación tributaria como porcentaje del PIB, la Comunidad foral representaba un 6,82 % en 2008, frente a un 8,41 % en 2018. Por otro lado, “el menor esfuerzo fiscal” en el periodo 2008-2018 corresponde precisamente a Navarra, seguida de País Vasco y Madrid.
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