Con la intención de dar una segunda vida a los residuos metálicos y restos de madera procedentes de su producción, la firma navarra Alambres Pamplona (Alpa) decidió elaborar una colección de veinticinco esculturas artesanales con la forma de la mano de Irulegi. Un original proyecto del Navarra Capital se hizo eco el pasado 4 de enero y que, en un principio, nació sin intención de comercializar las unidades. “Gracias al artículo que realizó este medio, comenzamos a recibir llamadas y mensajes de particulares navarros interesados por las piezas”, explica Iñaki Beroiz, CEO de la firma ubicada en Erripa (Navarra).
Ante la gran acogida que tuvo la iniciativa, Alpa decidió destinar los ingresos obtenidos por las colectas a fines sociales. En concreto, se entregaron a cambio de una aportación económica diecinueve de estas figuras, mientras que las otras seis fueron regaladas a miembros de la compañía. Así, los responsables de la empresa entregaron 1.000 euros a la Fundación Benéfica Napardi el pasado 28 de enero, que esta destinará a sus proyectos en Ruanda y Pamplona. “Estamos muy felices de poder compartir esta nueva noticia”, añade Beroiz.
Desde la compañía, especializada en el diseño y fabricación de soluciones de almacenamiento y transporte de piezas para la automoción, quieren seguir profundizando en este tipo de proyectos, que reflejan su compromiso “con los ODS (el decimosegundo es la economía circular) y la sostenibilidad”. “Nos permiten dar una segunda vida a los materiales desechados y, además, con el incentivo de poder destinar el dinero a causas sociales”, concluye.