Entre 900 y mil temporeros se desplazarán a Navarra con el fin de trabajar en las campañas de la fruta, las hortalizas y la vendimia, para las que se firmarán unos 4.500 contratos. Esta última, en concreto, comenzará dentro de un mes y será la que más trabajadores concentre, entre 500 y 600, lejos eso sí de las decenas de miles contabilizadas, por ejemplo, en la comarca ilerdense del Segrià, uno de los principales focos actuales de contagio del Covid-19. Esas son las cifras que manejan el Departamento de Salud del Gobierno foral y la Unión de Agricultores y Ganaderos (UAGN), que habla de entre 6.500 y 7.000 altas anuales de temporeros en la Seguridad Social navarra (hay quienes repiten en distintas campañas, de modo que dan pie a varias contrataciones).
La crisis sanitaria ha agravado las condiciones en las que viven muchos temporeros en distintos puntos del país, abocados a dormir en las calles y sin apenas controles médicos. Sin embargo, todas las fuentes consultadas por este medio sostienen que las condiciones de estos trabajadores en Navarra son muy distintas, entre otros motivos porque “no existe tanta intensidad de mano de obra” como en otras regiones.
Iñaki Mendioroz: “Desde el sector no se realiza un llamamiento para que acudan temporeros porque nuestras circunstancias productivas no son comparables”.
Eso sí, aunque en las campañas de otras frutas de verano la demanda de temporeros “está en retroceso y hay poca superficie productiva”, la vendimia sí puede precisar más personal, principalmente en algunas zonas como Tierra Estella, donde la recogida se sigue realizando a mano. Así lo detalló a NavarraCapital.es Iñaki Mendioroz, director gerente de UAGN: “Desde el sector no se realiza un llamamiento para que acudan temporeros porque nuestras circunstancias productivas no son comparables”.
TRABAJADORES LOCALES
A nivel nacional, la recolección de la fruta corre a cargo en gran medida de temporeros inmigrantes. Pero Mendioroz asegura que, en la Comunidad foral, “la mayoría de los trabajadores de verano proceden del entorno local”. Una apreciación que comparte José Aldaba, responsable de Comunicación y Cooperación Internacional de Cruz Roja Navarra, quien señaló que la situación en Navarra “no tiene nada que ver con la de otros territorios”.
Para los temporeros de muchos países, resultará imposible acceder al territorio español en estas fechas. El Ministerio del Interior prohíbe la entrada de aquellos que procedan de Estados no pertenecientes a la Unión Europea ni al espacio Schengen. No obstante, quedan exentas de este veto las personas que viajen desde Australia, Canadá, Georgia, Japón, Marruecos, Nueva Zelanda, Ruanda, Corea del Sur, Tailandia, Túnez, Uruguay y China. La orden, que ya se había modificado en julio, estará vigente hasta el 31 de agosto, sin perjuicio de posibles cambios “para responder a un cambio de circunstancias o a nuevas recomendaciones en el ámbito de la Unión Europea”.
Iñaki Mendioroz (UAGN): “Los temporeros pueden alquilar viviendas que no cumplan las condiciones de habitabilidad y que se conviertan en un posible foco de transmisión”.
Una de las preocupaciones de los agricultores que integran UAGN es que, ante un posible positivo por Covid-19, “se tenga que poner en cuarentena a todos los trabajadores, paralizar la recogida y, por tanto, perder la cosecha”. Pero el mayor riesgo, a juicio de Mendioroz, está fuera del área de trabajo, ya que en el campo “no existe un contacto estrecho, se trabaja al aire libre y con los equipos de protección individual (EPIS) recomendados”. En este sentido, aseveró que en Navarra “apenas existen alojamientos en las fincas agrarias para los trabajadores de temporada”, por lo que la responsabilidad de los empleadores se centra en las jornadas laborales y a los desplazamientos hasta las fincas. No obstante, el director general de Salud, Carlos Artundo, matizó que los agricultores a menudo ayudan a buscar “alojamientos dignos” a los temporeros fuera de sus explotaciones, aunque no tienen la obligación de hacerlo.
En este sentido, el mayor problema, según Mendioroz, se puede dar en viviendas alquiladas por los propios trabajadores, donde se produzcan casos de hacinamiento. Porque hay quienes buscan alojamientos a precios asequibles, que “pueden no cumplir las condiciones de habitabilidad y convertirse en un posible foco de transmisión”. Tanto el director gerente de UAGN como Ignacio Gil, director general de Agricultura, emplazaron a los ayuntamientos y los servicios sociales de base a que localicen y controlen esos inmuebles. “A partir de ahí, se decidirá qué actuaciones realizar”, adelantó este último.
RIESGOS FUERA DEL TRABAJO
Por otra parte, Salud y los agentes del sector han acordado la emisión de una ‘declaración responsable’, en la que el agricultor desglose la campaña, la localidad y el número de trabajadores, así como distintas indicaciones en materia de prevención de riesgos y obligaciones laborales. Se trata de una iniciativa que surge en coordinación con las comunidades vecinas (Aragón, La Rioja y País Vasco) y que, según Mendioroz, “permitirá afianzar el sistema de seguimiento y trazabilidad ante cualquier rebrote y facilitará una rápida respuesta y rastreo por parte de las autoridades sanitarias”.
Este miércoles se hicieron las primeras pruebas PCR a 84 temporeras rumanas.
Artundo, quien señaló hace pocos días que el Ejecutivo navarro gestionará el aislamiento en centros intermedios de los posibles temporeros contagiados, confirmó este miércoles que el Gobierno foral también asumirá el coste de las pruebas PCR a todos los trabajadores de fuera de Navarra. Así, el testeo se aplicará “inmediatamente después de que tengan el contrato en mano”. De hecho, esta mañana se realizaron 84 pruebas a trabajadoras rumanas, que llegaron a Tudela para la recolección de la fruta. Todas ellas dieron negativo.
Entra aquí para leer más sobre el impacto del coronavirus en Navarra.