martes, 16 abril 2024

Laseme reclama un eje de infraestructuras entre Estella, Tafalla y Sangüesa

La Asociación de Empresas de la Merindad de Estella (Laseme) celebró este martes la segunda edición de su Foro Económico, durante el cual reivindicó la importancia de crear un eje industrial entre estas localidades. Además de acoger la entrega de los Premios de Fin de Estudios en Economía Circular, la cita contó con la participación del explorador Nacho Dean.


Estella - 18 octubre, 2022 - 22:06

El presidente de Laseme, Carlos Ros, durante su discurso en el Foro Económico de Tierra Estella. (Fotos: Manuel Corera)

La Asociación de Empresas de la Merindad de Estella (Laseme) celebró este martes la segunda edición del Foro Económico de Tierra Estella, a la que acudieron unas 150 personas. En esta ocasión, y bajo el lema ‘Avanzando en la Economía Circular’, el encuentro sirvió para reflexionar sobre los retos y las oportunidades asociadas a «un nuevo modelo económico encaminado a conseguir sistemas socioeconómicos regenerativos, en los que los recursos en forma de materias, componentes y productos se recirculan por tiempo ilimitado y el concepto de residuo desaparece».

La cita, financiada por el Gobierno foral y organizada con la colaboración del Ayuntamiento de Estela-Lizarra, la Asociación Tierra Estella Desarrollo Rural (TEDER), Sodena, la Confederación Empresarial Navarra (CEN), la Asociación de la Industria Navarra (AIN) y Gestión Ambiental de Navarra-Nafarroako Ingurumen Kudeaketa (GAN-NIK), se enmarcó en un contexto que invita a todos los actores europeos a actuar para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050. El pasado mes de marzo, de hecho, la Comisión Europea propuso un primer paquete de medidas «para acelerar la transición hacia la economía circular». Entre ellas, se contemplaban acciones para «impulsar los productos sostenibles, capacitar a los consumidores de cara a la transición ecológica, revisar la normativa sobre productos de construcción y formalizar una estrategia sobre textiles sostenibles».

Fue la presidenta de Navarra, María Chivite, quien inauguró el foro. Y lo hizo ensalzando las «buenas prácticas» de empresas pertenecientes a la Merindad de Tierra Estella en materia de economía circular. Durante su discurso, la presidenta también aludió al contexto económico y geopolítico que afecta de manera sustancial a las compañías del territorio. «Es un momento complicado, marcado por la incertidumbre, y sé que las pequeñas empresas lo estáis pasando especialmente mal», reconoció.

Carlos Ros (Laseme): «El asentamieto de grandes urbes genera grandes problemas sociales y medioambientales».

Tras la apertura, Chivite cedió la palabra al presidente de Laseme, Carlos Ros, que centró su intervención en el impacto socioeconómico de la despoblación sobre distintas regiones de Navarra y, en particular, sobre Tierra Estella. «Pensamos que la solución real al desequilibrio territorial que tenemos pasa por una apuesta decidida por la descentralización industrial, pues este sector económico proporciona empleo de calidad a los ciudadanos», aseguró.

El modelo vigente de construcción de infraestructuras, a su juicio, se basa en el asentamiento de «grandes urbes con sucesivas vías de comunicación que generan grandes problemas sociales, medioambientales, de sostenibilidad, ineficiencia, inseguridad, soledad y discriminación de género y no permiten un desarrollo de la periferia». Por eso, una alternativa «más innovadora y sostenible» sería optar por desarrollar ejes meridionales «como el de Estella-Tafalla-Sangüesa», por ejemplo. «Además de comunicar distintas autovías -expuso-, esto podría ser el germen de un nuevo eje industrial de Navarra que vertebre la comunidad».

En este sentido, abogó por que los compromisos recogidos en la Agenda 2030 «no se queden en meras frases retóricas vacías de contenido». «La cohesión territorial, la igualdad de oportunidades y de acceso a servicios, trabajo y bienestar de todos pasa necesariamente por la descentralización a todos los niveles», insistió Ros.

Posteriormente, el consejero de Desarrollo Económico y Empresarial, Mikel Irujo, profundizó en los ejes sobre los que pivota Navarra Zirkular, un proyecto de colaboración público-privada que espera aglutinar a 200 empresas de la Comunidad foral para el año 2025. «Esto no es solo una aspiración ideológica -señaló el consejero-, sino una necesidad. Europa va a ser circular y nuestro objetivo es que Navarra lo sea antes que el continente en su conjunto para ganar en competitividad».

LA MESA REDONDA

Acto seguido, Guillermo Erice, director general de Geea Geólogos y responsable de Energías Renovables y Transición Energética en Laseme, moderó un debate en torno a las iniciativas empresariales de economía circular que ya están poniendo en marcha en la región. Durante el coloquio, Erice hizo referencia al proyecto europeo RCdiGREEN, en el que participa la empresa que dirige. La iniciativa se basa «en el desarrollo de una estrategia de economía circular que permita un mayor aprovechamiento y una gestión optimizada de los Residuos de Construcción y Demolición (RCD) para Navarra y los Pirineos Atlánticos».

Mikel Irujo: «Europa será circular y nuestro objetivo es que Navarra lo sea antes que el continente para ganar en competitividad».

Junto al responsable de Energías Renovables y Transición Energética en Laseme, participaron en el intercambio de ideas Jorge San Juan, director general de Envaplaster, y Laura Alba, directora general en Lizarte. El primero hizo referencia a la trayectoria de su compañía, que desde hace quince años emplea materiales «100 % reciclados y reciclables» para la fabricación de bandejas de plástico y envases termoformados. Aunque el plástico, a su juicio, se ha convertido en la «cabeza de turco» para algunos colectivos ecologistas, el empresario defendió que este material «es entre tres y seis veces menos contaminante que otras alternativas que, a través de estrategias de marketing, aparentan ser sostenibles sin serlo».

La mesa redonda sirvió para exponer casos de buenas prácticas en materia de economía circular.

La mesa redonda sirvió para exponer casos de buenas prácticas en materia de economía circular.

En la misma línea que San Juan, Alba hizo referencia al recorrido vital de la empresa en la que trabaja, centrada en un modelo «respetuoso» con el medio ambiente. Sin duda, una apuesta que exige a las organizaciones evaluar cuál es su situación actual, replantear sus objetivos y adentrarse en nuevos nichos de actividad y de mercado. Esa labor de orientación es, precisamente, la que desempeña Montse Guerrero, consultora de Economía Circular en la Asociación de la Industria Navarra (AIN). Esta ingeniera agrónoma, que también intervino en el debate, se encarga de asesorar a terceros en la identificación de retos estratégicos y nuevas oportunidades de negocio sostenibles, así como en la ejecución y control de los cambios ejecutados para tal fin. «Muchas firmas pequeñas están contemplando el tsunami que se les viene encima y es importante que sepan que existe financiación para la transición a la circularidad», alertó.

Por su parte, Angélica Pérez, responsable de Proyectos Europeos en el Centro Tecnológico Lurederra, expuso algunos de los proyectos de investigación puestos en marcha por la entidad en materia de economía circular. Entre ellas, destacó especialmente el reciclado de films plásticos poliolefínicos y baterías y la recuperación de metales y materiales valiosos o tierras raras.

En esta ocasión, los Premios Internacionales de Fin de Estudios en Economía Circular reconocieron a Ainhoa Andueza, Mónica Luques y Ana Lucía Mendes.

La mesa redonda dio paso a una conferencia impartida por el explorador Nacho Dean, conocido por emprender la ruta EarthWideWalk, que le llevó a recorrer cuatro continentes, 31 países y 33.000 kilómetros a pie entre 2013 y 2016.

Tres años después de completar esta hazaña, Dean se embarcó en la Expedición Nemo para unir a través del nado a los cinco continentes y contribuir a la conservación de los océanos. Actualmente, el activista está inmerso en ‘La España Azul’, un proyecto de investigación científica basado en la recolección de datos y muestras en puntos geolocalizados para su posterior análisis en laboratorio. En concreto, la iniciativa busca documentar la presencia de plásticos y basuras marinas en las costas españolas, con el objetivo de que al menos un 30 % de estas sean reconocidas por las autoridades como parques naturales marinos y áreas marinas protegidas.

«El mundo no es tan grande -advirtió Dean-, yo lo he visto. Sus recursos son finitos y no vamos a salvar al planeta, que seguirá girando con o sin nosotros. Tenemos que tomar consciencia de que la naturaleza no nos necesita». Ante ese diagnóstico, el explorador animó a la audiencia a centrarse en soluciones que permitan al ser humano convivir con el entorno que le rodea. En su opinión, estas pasan por la adopción de fuentes de energía alternativas a los combustibles fósiles, al consumo «responsable» por parte de ciudadanos y empresas, el impulso de legislaciones que penalicen prácticas perjudiciales para el medio ambiente y a la puesta en marcha de líneas de financiación para proyectos económicos sostenibles.

Finalmente, el encuentro acogió la entrega de los Premios Internacionales de Fin de Estudios en Economía Circular. Impulsados por Laseme y financiados por el Ejecutivo foral, estos galardones reconocieron a tres jóvenes que propusieron, a través de sus proyectos de fin de estudios, alternativas de economía circular que permitieran hacer frente a retos de las industrias del plástico, textil y agroalimentaria.

El jurado, conformado por profesionales de Laseme, CEN, Egatex, Envaplaster y Mondelēz International, seleccionó las propuestas presentadas por Ainhoa Andueza, estudiante de la Universidad Politécnica de Madrid (categoría textil); Mónica Luques (categoría plástico) y Ana Lucia Mendes (categoría agroalimentaria), ambas del Instituto Politécnico de Bragança (Portugal). La clausura del foro corrió a cargo de Guillermo Erice.

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