Ya estamos acostumbrados a ver espárragos de China o Perú en nuestras mesas, que suelen comercializarse desde Navarra o La Rioja. Las diferencias de precios y calidad con los de denominación de origen son palpables, pero tienen éxito y forman parte de la cesta de compra habitual.
Sin embargo, si estamos atentos ya podemos comprobar cómo empiezan a verse espárragos procedentes de Etiopía y pronto los veremos de Namibia. Si se repasa la hemeroteca de NavarraCapital.es, se puede leer una noticia de octubre de 2019, en la que se relata cómo el Grupo IAN cuenta ya con una planta de espárragos en este último país. Aquel artículo daba seguimiento a otro de 2017, donde se comunicaba que la empresa había firmado un acuerdo con el Gobierno de Namibia para la producción de espárragos, creando cientos de empleos.
Por otro lado, respecto a Etiopía, la riojana Celorrio comunicó en 2017 la construcción de un gran complejo industrial en aquel país con la intención de producir espárragos, pimientos del piquillo y alcachofas. La previsión es emplear a 3.000 personas en el complejo.
Ante estas dos noticias, nos podemos preguntar si estas inversiones están dando frutos, se reflejan en el mercado y si veremos espárragos namibios y etíopes en nuestras mesas. Si acudimos a Aduanas y observamos las importaciones españolas de espárragos preparados o conservados en los últimos años, se puede constatar cómo entre 2015 y 2019 China y Perú suministraron a España aproximadamente el 95 % de los espárragos importados por compañías nacionales. Pero, en 2018, Etiopía ya apareció como proveedor, en 2019 creció y este año también sigue haciéndolo. De hecho, entre enero y septiembre de 2020, el 3,6 % de las importaciones procedieron de aquel país.
«En 2018, Etiopía ya apareció como proveedor, en 2019 creció y este año también. De hecho, entre enero y septiembre de 2020, el 3,6 % de las importaciones procedieron de aquel país».
Namibia todavía no tiene la fortaleza de Etiopía, pero aparecía en 2019 y, en los nueve primeros meses de 2020, tenía ventas por valor de 128.000 euros. Por tanto, es un mercado incipiente, pero podría seguir la misma tónica que Etiopía.
Profundizando más en los datos de Aduanas, se deduce que el precio medio del kilo de espárrago conservado o preparado en China es de 0,43 euros; en Perú, de 0,37; en Etiopía, de 0,38; y en Namibia, de 0,24.
Obviamente, estos precios son medias en las cuales se incluyen diferentes tipos, calidades y características, pero sirven de indicador primario de la competitividad de cada mercado exportador.
Así, se puede concluir que las aventuras africanas de empresas navarras y riojanas, expertas y líderes en el mercado mundial, comienzan a dar sus frutos y servirán para fortalecer su presencia global y la solidez del tejido industrial español. Ahora solo queda estar atentos a la procedencia de los espárragos que consumamos y, de esta forma, comprobar si el éxito de estas empresas se consolida.
Iñaki Oroz
Consultor de Inteligencia Competitiva e Internacional en Imeanticipa