Las asociaciones de comerciantes del centro de Pamplona han valorado muy negativamente las medidas de reordenación del tráfico puestas en marcha por el Ayuntamiento de Pamplona, que piden que sean revisadas, porque aseguran que han provocado un descenso de las ventas que perjudica seriamente sus negocios.
Los presidentes de la Asociación Casco Antiguo de Pamplona, Pablo Goñi, y del Área Comercial del Ensanche, Ara Rodríguez, han dado a conocer los resultados de una encuesta a la que respondieron 102 comercios, de los que el 74,4% respondieron que la nueva regulación del tráfico “está comprometiendo gravemente el futuro de sus negocios, y de hecho, la mayoría de los encuestados, casi 2 de cada 3 comercios, hablaban de significativos descensos de ventas con respecto al mismo periodo del año anterior, de los que un 34% las situaba entre un 20 y un 10%, y el 38% de caídas superiores al 20%”, según indicó Pablo Goñi.
Pablo Goñi: «No entendemos que el Ayuntamiento diga que apuesta por el pequeño comercio y adopte medidas que lo destruyen»
Por ello, Goñi ha asegurado que no entenderían que “un equipo de Gobierno que dice defender el modelo de ciudad compacta sustentado por el pequeño comercio del centro y de los barrios, siguiese adelante con unas medidas que pueden destruir a buena parte de ese tejido comercial, favoreciendo paradójicamente ese modelo de ciudad dispersa y ese formato comercial de periferia que aparentemente denostan”. Las asociaciones han pedido al Ayuntamiento de Pamplona que revise el funcionamiento del llamado Plan de Amablidad de acuerdo con el compromiso público adoptado por el equipo de Gobierno de revertir, corregir o ajustar aquellas medidas que sean necesarias en un plazo razonable de tiempo.
Los comerciantes han relativizado los logros que el Ayuntamiento esgrime para avalar la validez de su plan, como el aumento de un 8% de los usuarios del transporte urbano gracias a la eliminación de 700 plazas de aparcamientos en la zona histórica de la ciudad y la prohibición de acceso a los vehículos privados. Goñi aseguró que este resultado positivo no compensa las pérdidas que generan las medidas adoptadas por el Ayuntamiento y criticó que no se haya hecho la misma evaluación de su efecto económico en los establecimientos: “Queremos poner en evidencia que un posible impacto en la actividad económica y comercial en la zona centro de Pamplona de un porcentaje similar a este 8% sin duda, globalmente, es una cantidad muchísimo más importante que el beneficio económico y de servicio obtenido por el transporte público con estas medidas”.
Además han criticado que no se hayan planteado alternativas a la eliminación de plazas de aparcamiento y el desvío del tráfico, y han considerado insuficiente el acercamiento de tres líneas de transporte público al centro y la puesta en marcha de un parking disuasorio en Trinitarios. Temen asimismo el efecto frontera que se produce al aumentar el número de personas que aparcan sus vehículos en la periferia de la actual zona verde, donde optarían por realizar las compras que antes hacían en el centro de la ciudad, y han pedido al Ayuntamiento que no amplíe, en una segunda fase, la zona verde a otras zonas del Ensanche.
Por otro lado, también han mostrado su extrañeza por la “contradicción y el contrasentido” que a su juicio supone el hecho de que el Gobierno de Navarra, “apoyado por los mismos socios que el cuatripartito municipal, esté desarrollando mediante un PSIS la mejora de los viales de acceso para vehículo privado a la futura implantación de IKEA”.