El 18 de abril de 2023 se celebró la I Jornada El futuro del TAV en Navarra, organizada por la Demarcación de Navarra del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos; el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Navarra (COIINA); el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Aragón, Navarra y País Vasco, Delegación Navarra; y el think tank Institución Futuro. En ella se buscaba profundizar en la actual situación de la Alta Velocidad en la Comunidad foral y en qué acciones habría que llevar a cabo para acelerar su puesta en marcha.
“Al actual ritmo de inversión, el corredor, incluyendo la conexión con la ‘Y’ vasca, no sería una realidad hasta dentro de 60 años”
Siete meses después, las cuatro entidades hicieron público un resumen de todas las ponencias presentadas, las conclusiones generales del encuentro y las recomendaciones que se proponen sobre esta materia.
En este sentido, todas las organizaciones se ofrecieron a “ayudar a impulsar y desarrollar las recomendaciones planteadas”. Así, las principales conclusiones fueron las siguientes:
- La red del Tren de Alta Velocidad “es una fortuna para el país que la puede desarrollar”. “Se tarda mucho en construir una red ferroviaria y esta perdura décadas”, de modo que “las decisiones han de estar muy meditadas para que no haya que lamentarlas en el futuro”.
- El corredor navarro está incluido en el Corredor Atlántico al ser la salida de Zaragoza a Francia, pasando por Pamplona. Este hecho “asegura la conexión a esta red internacional”.
- La carga de la red ferroviaria navarra actual (de viajeros y mercancías), con más de 150 años y vía única, “es muy elevada”. Además, el tramo Castejón/Pamplona está saturado. “Disponer de la nueva red de Alta Velocidad permitirá contar con una mayor capacidad en la red convencional para otros segmentos de transporte si se adapta a los nuevos estándares de diseño”.
- La conexión con la ‘Y’ vasca “deberá tener capacidad para absorber los tráficos que procedan de Zaragoza y del Eje Mediterráneo, además de los que se puedan generar en Navarra”.
- La conexión del Corredor Atlántico con Francia será después del año 2037. Por tanto, “ahora no urge discutir” sobre si la conexión del tramo navarro se realizará por Ezkio o por Vitoria -una decisión estratégica-, sino “impulsar que se construya la estación de Pamplona y se logre poner en servicio el Pamplona-Madrid y Pamplona-Barcelona”.
- El TAV “podría llegar” a Pamplona desde la línea Madrid-Barcelona “en aproximadamente diez años”: “A fecha 2023, el 77 % de la población peninsular española tiene ferrocarril de Alta Velocidad. En Navarra somos del 23 % excluido de esa infraestructura”.
- Para lograr cumplir el citado plazo, “hay que conseguir una inversión total de 2.555 millones de euros”, lo que se corresponde con 260 millones euros/año, es decir, “un 14 % de la inversión total de ADIF durante una década”.
- A la Comunidad foral “solo le ha correspondido en treinta años una inversión de 233 millones de euros (70 millones en 2022), el 4 por mil de todo lo invertido en Alta Velocidad en España”. Al actual ritmo de inversión, el corredor navarro de Alta Velocidad, incluyendo la conexión con la ‘Y’ vasca, “no sería una realidad hasta dentro de sesenta años”.
- El PSIS del Tren de Alta Velocidad nace en 2004 y es “el principal desarrollo urbanístico de la historia de Navarra”, con la construcción de 12.000 viviendas de las cuales “la mitad tienen algún grado de protección”. Y, así mismo, “es crucial para la llegada del TAV, por lo que urge su desarrollo”.
- Incluye además la eliminación del bucle de Pamplona, la ordenación urbanística de dos ámbitos muy amplios (Etxabakoitz y san Jorge) y “solucionar el problema histórico de las comunicaciones de Barañáin”. La operación implica, igualmente, la nueva estación de Pamplona. Por la actual, ubicada en San Jorge, pasan al año 1,3 millones de personas, lo que la convierte en la decimosegunda estación “más transitada” de España.
“A fecha 2023, el 77 % de la población peninsular española tiene ferrocarril de Alta Velocidad. En Navarra somos del 23 % excluido de esa infraestructura”
Ante esta tesitura, las entidades organizadoras realizaron las siguientes recomendaciones:
- Priorizar el TAV en la agenda política, “infraestructura indiscutible e indispensable para el desarrollo de Navarra y el desarrollo urbanístico de la Comarca de Pamplona”. “Los navarros no pueden seguir estando dentro de ese 23 % de españoles que no disfruta de la Alta Velocidad”, argumentaron.
- Buscar consensos políticos (“que abarquen más de una legislatura por la envergadura del proyecto”), apoyos y aliados en la sociedad civil navarra y de otras comunidades autónomas (Aragón y País Vasco) que también están interesadas en la ejecución del TAV a Pamplona. Todo ello “para poder exigir al Estado su financiación y construcción en el menor tiempo posible”. Otras regiones “se han movilizado a este respecto”.
- Redefinir las prioridades a día de hoy, “que pasan por impulsar el tramo desde el sur hasta Pamplona (incluyendo la construcción de la nueva estación de Pamplona)”. La decisión sobre el punto de conexión del tramo navarro con la ‘Y vasca “será estratégica”.
- Elaborar y presentar públicamente un documento-cronograma detallado y realista de la situación del TAV: “Hay que definir plazos y compromisos de inversión por parte del Estado para las diferentes fases de ejecución, y que la ciudadanía los conozca”.