Nadie se atreve a aventurar hasta dónde llegarán las consecuencias económicas desatadas por el coronavirus. Mientras las bolsas de todo el mundo se desplomaron este lunes, hasta registrar caídas que no se veían desde el referéndum del Brexit, muchas empresas sienten ya los problemas ocasionados por la enfermedad tanto en sus plantillas como en sus suministros. Y lo más preocupante es que el final de esta crisis no parece tener una fecha concreta todavía. De hecho, las compañías de transporte internacional de mercancías consultadas por NavarraCapital.es, que ya adelantó la situación de bloqueo sufrida por numerosas empresas forales, creen que lo peor está por llegar, al menos en lo referente al abastecimiento de materiales.
Según Ángel Tellechea (Gimex), “durante estas semanas las empresas han recibido materiales que ya estaban en tránsito”, pero han registrado un “importante bajón” en su volumen de trabajo. Y, además, “lo gordo todavía no ha llegado”.
El cierre de China al mundo, a finales de enero, dejó las exportaciones navarras al país asiático en punto muerto y redujo al mínimo nuestras importaciones desde Oriente. Tal y como explicó este medio, los puertos estaban “paralizados”, con infinidad de envíos españoles sin descargar y mercancías para la importación bloqueadas. Pero como los cargamentos entre España y China tardan “entre 30 y 35 días” aproximadamente en cubrir el trayecto, los navíos que ya estaban en tránsito cuando comenzó la crisis han podido suministrar mercancías, con muchas dificultades, a nuestro país.
Ahora, pasado ese plazo, todo apunta a que los problemas se agravarán. Porque durante estas semanas de inactividad en suelo asiático, apenas zarparon barcos desde los puertos chinos rumbo a España, de modo que prácticamente no hay navíos en camino. Para compensar esta carencia, hay quienes están buscando refugio en el transporte aéreo, pero no todas las empresas se lo pueden permitir y la demanda se ha disparado, con el consiguiente encarecimiento de los precios.
LA VISIÓN DE GIMEX
Así, los envíos que llegaron desde la Comunidad foral a suelo chino mientras los puertos estaban cerrados se quedaron detenidos en los muelles, a la espera de que el país vuelva a la vida normal y a consumir. El responsable de Gimex, Ángel Tellechea, confirma esta realidad y centra inicialmente su análisis en las compañías navarras importadoras, cuya cifra total ascendió a 1.242 el año pasado: “Durante estas semanas pasadas, han recibido materiales de China que ya estaban en tránsito”, pero han registrado un “importante bajón” en su volumen de trabajo. Sin embargo, “lo gordo todavía no ha llegado”.
Las navieras ya están aplicando unos “recargos que rondan el 20 %”. Y en unas semanas, podrían volver a aumentar.
El futuro cercano se antoja preocupante. Tellechea, cuya compañía de transporte aéreo, marítimo y terrestre opera en exclusiva los envíos ferroviarios de mercancías desde la Terminal TIN situada en Noáin, cree que muchas empresas navarras dependientes de las importaciones chinas dejarán de recibir mercancías debido a ese lapso de tiempo en que no zarparon barcos. A partir de ese instante, la continuidad de su actividad, salvo en el caso de aquellas que cuenten con grandes stocks, es una incógnita.
A este problema se suma, además, otro que afecta a las exportaciones navarras: fruto de la crisis, “se han reducido los ‘bookings’ (reservas de envíos) y se han cancelado muchos de ellos, por lo que no se han fletado los mismos barcos que regularmente viajan a China”, precisa Tellechea. En 2019, la Comunidad foral vendió mercancías al país por valor de 127 millones de euros e importó por un total de 354, de modo que el saldo comercial fue negativo (-227 millones). En concreto, 364 compañías forales exportaron al gigante oriental.
SIN CONTENEDORES SUFICIENTES
Según resaltan desde las empresas consultadas por este medio, las navieras han comenzado a retomar su actividad, pero no lo suficiente como para volver a la normalidad. El cierre de las fábricas en China provocó que los buques no cargaran mercancías hacia Europa y que muchos permanecieran anclados en los muelles chinos. Al no venir carga, se da la circunstancia de que ahora empieza a no haber contenedores vacíos disponibles, algo que afecta directamente a las empresas que no pueden realizar sus exportaciones de forma regular.
Íñigo Ochoa (Cargo Service): “Desde China solo está zarpando el 25 % de los barcos que suelen hacerlo normalmente”.
“Desde China solo está zarpando el 25 % de los barcos que suelen hacerlo normalmente”, apostilla íñigo Ochoa, director gerente de Cargo Service en Pamplona, una empresa de logística internacional que opera tanto por mar como por aire.
De hecho, para describir la situación actual utiliza el mismo término que ya empleó Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, en el último de los Desayunos Empresariales organizados por NavarraCapital.es. “Esto es como un tsunami. Su efecto es muy fuerte, pero tardío”, continúa Ochoa, enlazando con la misma idea de Tellechea: “Tiene una inercia y no la puedes parar. Si los barcos no han salido de allí y se han quedado parados, al mes siguiente en Europa empiezan a faltar barcos, que es lo que está ocurriendo”.
Lo cierto es que las navieras que están cargando mercancías en España son escasas, razón por la que ya se están aplicando “unos recargos que rondan el 20 %”, confirma Ochoa. A finales de marzo y principios de abril, esos incrementos de las tarifas también se extenderán a los envíos a Norteamérica.
Al no haber contenedores suficientes, “las navieras tienen que traerlos vacíos de otros lugares del mundo” y también van a cobrar por esos trayectos extraordinarios que deben realizar con el fin de abastecer a los puertos españoles: “Vamos a pagar el recargo que las navieras decidan. Por ejemplo, la segunda naviera más grande del mundo se encontraba el pasado miércoles en el Puerto de Vigo y ya no tenía contenedores de cuarenta pies, que son los más básicos”.
“SE AVECINAN SEMANAS MUY COMPLICADAS”
En esa misma línea se manifiesta Enekoitz Duarte, director de la Plataforma Marítima Multimodal, ubicada en la Ciudad Agroalimentaria de Tudela (CAT) y dependiente del Puerto de Bilbao. “Está habiendo alguna salida (rumbo a China) y se están consiguiendo algunos espacios, pero muy reducidos y muy caros por esa falta de disponibilidad de contenedores. Nos está tocando mucho trabajo de gestión de problemas y se avecinan semanas muy complicadas en general”, corrobora.
Enekoitz Duarte (Plataforma Marítima Multimodal): “Prácticamente todas las navieras se niegan a realizar reservas hasta por lo menos el 15 de abril”.
Tanto es así que “prácticamente todas las navieras se están negando a realizar reservas hasta por lo menos el 15 de abril”. Y los problemas ocasionados por la falta de contenedores ya no son solo para los envíos a Asia, sino “para todo el mundo”, puntualiza Ochoa, quien sin embargo trata de lanzar un último mensaje esperanzador: “Esto poco a poco va a ir ajustándose, aunque es un bache importante para las empresas”.