La firma navarra Nuevo Sistema Modular construye muchos de los populares restaurantes de comida rápida Burger King y Popeyes, repartidos por toda la geografía nacional. De hecho, recientemente entregó tres establecimientos que, tal y como detalló Navarra Capital, se montaron en Móstoles, Galapagar y Villalbilla tras haberse prefabricado en las instalaciones de la compañía, ubicadas en Salinas de Pamplona.
El proceso productivo de estos edificios modulares se culmina en poco más de seis semanas: dos se destinan a las labores de soldadura y cuatro al montaje. “También los hemos hecho en menos”, se enorgullece Gorka Oreja, director de Producción en Nuevo Sistema Modular. Una vez construido el inmueble en la Comunidad foral, los módulos se separan y se transportan en camiones hasta su ubicación final. Allí se vuelven a ensamblar y el establecimiento queda montado en solo 24 horas.
Antes de que comience la producción, el cliente y Nuevo Sistema Modular desarrollan el proyecto durante unas dos semanas.
Cuando llega una nueva propuesta a la empresa navarra, se produce primero una puesta en común de la información entre las oficinas técnicas de Nuevo Sistema Modular y del cliente.
Esta fase se suele prolongar unas dos semanas. Tiempo en el que, entre otras cosas, se elaboran planos personalizados para cada uno de los gremios. De esta forma, todos los profesionales involucrados cuentan con las directrices necesarias para llevar a cabo su trabajo de forma correcta, al tiempo que también conocen el que deben realizar los demás. Eso facilita la coordinación entre los equipos.
“Nos adaptamos a la parcela y, dependiendo de lo que pide el cliente, los restaurantes pueden tener una modulación u otra”, explica Oreja. De esta forma, el resultado final de todos los locales es “diferente”. Suelen ser establecimientos de unos 350 metros cuadrados. En ese sentido, el que ilustra este reportaje consta de siete módulos.
Tras diseñar el proyecto en la oficina técnica, se pone en marcha el pedido de materiales. Con este paso, comienza el proceso de construcción de los edificios.
1. ESTRUCTURA
El punto de arranque de la construcción pasa por la elaboración de la estructura. “Empezamos trabajando el hierro para montar la estructura de acuerdo a la modulación prevista”, especifica Oreja. En paralelo, la oficina técnica desarrolla cómo van a ser las tabiquerías, las instalaciones, la climatización… Y, por último, se ensamblan las estructuras metálicas.
2. SALA DE PINTURA
Una vez trabajado el hierro, las estructuras metálicas se pintan en una sala habilitada para esta labor, siempre según las necesidades concretas del proyecto.
3. TALLER
Comienza después la labor propia de taller. “Ahí ya entran todos los gremios implicados”, concreta Oreja. Sobre la estructura, se trabajan las chapas de forjado y el mallazo. A continuación, es el turno del hormigonado.
4. DISTRIBUCIÓN
Acto seguido, se llevan a cabo las instalaciones de electricidad, fontanería y la climatización. Y, finalmente, “cerramos la tabiquería”. Obviamente, las instalaciones que deben pasar por los puntos concretos donde se unen los módulos terminan de materializarse en el lugar donde se ubica el establecimiento.
5. ALBAÑILERÍA
Es en ese momento cuanto cobra protagonismo la labor de los albañiles. “Alicatan las paredes y terminan colocando el suelo cerámico”, describe Oreja. Al mismo tiempo, se avanza con el aislamiento de la cubierta.
Así, el restaurante está terminado antes de salir de la compañía: “Lo que el cliente se va a encontrar en destino ya se ha montado previamente en nuestra nave”.
6. SEPARACIÓN Y TRANSPORTE
Después, los módulos se separan y se transportan en camiones hasta su ubicación final. “Normalmente, los lunes y martes cargamos y transportamos. Ya el miércoles, procedemos al montaje del edificio”, concreta el director de Producción.
7. MONTAJE
El día de montaje, los módulos se vuelven a unir en tan solo veinticuatro horas: “Luego, en el acabado final del edificio, tardamos unos diez días”. El equipo encargado de estas tareas se desplaza hasta el lugar, igual que los profesionales de los gremios que han desarrollado el proyecto.
Saben casi de memoria lo que tienen que hacer y en qué momento entra cada uno de ellos. Por ejemplo, el albañil encargado del alicatado y el suelo se desplaza para sellar las uniones. “El viernes, varios de los gremios ya están de regreso con su trabajo concluido”, agrega.
8. ENTRA EL CLIENTE
Finalmente, el cliente coloca todo el mobiliario y la carpintería, los electrodomésticos, los elementos decorativos… “De ese tipo de cosas se encarga directamente la empresa a la que le entregamos el edificio”, remata Oreja.
Entra aquí para leer más sobre empresa en Navarra.