jueves, 12 diciembre 2024

Los viajes claros y el chocolate espeso

Este lunes, 13 de septiembre, se celebra el Día Mundial del Chocolate. Una efeméride que bien se puede festejar descubriendo los mejores lugares del mundo donde disfrutar de tan sabrosa jornada. ¡Y no están tan lejos! Bruselas, Viena, Madrid, Palma, Barcelona o Hershey son las apuestas más acertadas para degustar este alimento que los españoles trajeron a Europa en el siglo XV.


11 septiembre, 2021 - 00:08

Este lunes, 13 de septiembre, se celebra el Día Mundial del Chocolate.

Desde que los españoles trajeron el cacao a Europa en el siglo XV, no hemos dejado de disfrutar de él y de sus sabrosísimas elaboraciones. Infinidad de estudios nos dicen que las tres actividades que más endorfinas generan en nuestro cerebro son viajar, amar y comer chocolate. Y por ello, estamos muy felices de poder compartir los mejores lugares del mundo para celebrar el Día Internacional del Chocolate. Una interesante propuesta de Travelzoo®. 

Museu de la Xocalata (Barcelona)

El mes de septiembre es uno de los mejores momentos del año para viajar a Barcelona. Siempre hay mil cosas que hacer y de las que disfrutar en la capital más cosmopolita del Mediterráneo, pero pocas tan sabrosas como las que se pueden disfrutar en el Museu de la Xocalata (carrer del Comerç, 36, Barcelona). Alojado en el antiguo convento de San Agustín, muy cerca del Parc de la Ciutadella y del Zoológico de Barcelona, el Museo seduce a visitantes de todas las edades con un amplio programa de actividades interactivas de lo más interesante -desde catas de chocolate a maridajes de chocolate con vinos y cavas, a talleres para aprender en familia a hacer piruletas de chocolate-, además de realizar en su exposición permanente un viaje por la historia del chocolate, desde su origen y descubrimiento en el siglo XV, hasta su popularidad en nuestros días.

L’Atelier de Neuahus (Bruselas)

Con permiso de la cerveza, el icono gastronómico de Bélgica -y, desde luego, el más dulce- es el chocolate. Por todo el país, de una extensión similar a la de Cataluña, hay repartidas más de 15 fábricas y 2.000 tiendas especializadas en chocolate. ¡Casi nada! La pasión belga por el manjar tiene siglos de historia y, de todas las maravillas que sus maestros chocolateros han creado en todo este tiempo, tal vez la más famosa sea el praliné, un pequeño milagro obrado a mediados del siglo pasado por Jean Neuhaus Jr, y que es el orgullo de la célebre marca Neuhaus. Sus productos pueden adquirirse en comercios de todo el mundo, pero en ningún sitio saben mejor que en L’Atelier de Neuhaus (Galerie De La Reine – Koninginnegalerij 29, Bruselas), la increíble chocolatería que, como si estuviera sacada de un cuento de hadas, tienta a los visitantes en la Galería de la Reina. Este precioso pasaje comercial es parte de las excusivas Galerías Saint Hubert, de imprescindible visita en todo viaje a Bruselas, y donde se encuentra una gran selección de exclusivos comercios de lujo, moda y productos gourmet.

Hershey (Pensilvania, Estados Unidos)

A vista de pájaro, Hershey, una pequeña ciudad de Pensilvania, parece una población estadounidense como otras tantas. Pero en cuanto el viajero pone un pie sobre ella, entiende por qué se la conoce como “el lugar más dulce sobre la faz de la Tierra”: la factoría Hershey -la fábrica de chocolate más grande de América- llena sus calles de un aroma dulzón de lo más irresistible. En Hershey hay docenas de comercios de recuerdos, de memorabilia y chocolaterías, y muy cerca, en Derry Township, está Hershey Park, el parque temático que la empresa construyó a mediados del siglo pasado como lugar de diversión para sus empleados. Hoy, el parque está abierto al público general, y se ha convertido es una auténtica meca para aficionados al chocolate de todo el mundo. En el parque, además de sus docenas de montañas rusas y atracciones acuáticas, la cita imprescindible espera en el Hershey Chocolate World, con tiendas, restaurantes y una réplica de la fábrica de Hershey.

Hotel Sacher (Viena)

Probablemente, la tarta Sacher sea la tarta más famosa del mundo. Y eso es, en gran parte, por su cobertura de chocolate, realizada con unos 130 gramos de chocolate negro con, al menos, un 55% de contenido de cacao (la receta solo la conocen un puñado de maestros reposteros, así que las cifras son aproximadas). Y el lugar en el que la tarta más famosa del mundo sabe mejor es allí donde se realiza su versión original: en el Café Sacher del elegante Hotel Sacher de Viena (Philharmonikerstraße 4), donde cada año se realizan, de modo totalmente artesanal, unas 360.000 Tartas Sacher originales. Semejante manjar tuvo, como corresponde a su fama y leyenda, un nacimiento de lo más fortuito. En 1832, Franz Sacher, un aprendiz de repostería del hotel Sacher de tan solo 16 años de edad, tuvo que sustituir a corto plazo al repostero jefe, que había enfermado, y crear un postre lo más impresionante posible para el príncipe Metternich, Canciller de Austria por aquel entonces, y que daba esa misma noche una recepción oficial a varios invitados. “Espero que no me arruines la velada”, le dijo el príncipe a un atemorizado aprendiz, que se puso manos a la obra para crear la mejor tarta de chocolate jamás realizada. El resto, es historia…

San Ginés (Madrid) y Ca’n Joan de s’Aigó (Palma)

¡Cómo dejar pasar el Día Mundial del Chocolate sin tomar una taza de chocolate caliente con churros o con una ensaimada! En España, este auténtico manjar de reyes -fue la bebida más popular de la Corte durante el siglo XVII- se sirve como entonces: dulzón y espeso. Y, de todos los lugares de España donde se puede disfrutar de un exquisito chocolate caliente, hay que marcar en rojo dos direcciones imprescindibles: la Chocolatería San Ginés (pasadizo de San Ginés, Madrid), en un callejón del centro histórico de Madrid, que lleva desde 1894 sirviendo chocolate caliente a todo tipo de clientes -sobre todo noctámbulos: antes de la pandemia, abría sus puertas a las 6 de la mañana. Y el otro lugar imprescindible en esta celebración del Día Mundial del Chocolate es la preciosa Ca’n Joan de s’Aigó (Carrer de Can Sanç, 10, Palma) una chocolatería de aires art nouveau en el corazón de la capital mallorquina. En manos de la misma familia desde hace más de trescientos años, sus excelentes chocolates calientes, siempre acompañados una ensaimada, son todo un rito gastronómico en Mallorca.

Entra aquí para leer más reportajes de Vanity Capital.

Archivado en:

Madrid · Gastronomía navarra · Barcelona ·


To Top

Has decidido rechazar las cookies

Al aceptar las cookies no solo acepta publicidad personalizada, sino que también está apoyando un servicio de información de calidad, basado principalmente en contenidos periodísticos de elaboración propia. Por tanto, favorece que Navarra Capital pueda seguir ofreciéndole, sin necesidad de pagos ni suscripciones, toda la actualidad del tejido empresarial de la Comunidad foral.

Si lo desea, puede aceptarlas pulsando el botón inferior. Además, siempre podrá volver a rechazarlas en el apartado 'Configuración' en la página de política de cookies.