Granja Lucea proyecta crear una nueva explotación porcina de cebo de 7.072 cabezas en el polígono 4 de Larraga, muy cerca de la muga con el término de Berbinzana, donde la empresa ya posee una granja dedicada a la misma actividad. En concreto, prevé construir cuatro naves productivas en una superficie total de 29.436 metros cuadrados. Así, las instalaciones se destinarán al engorde de ganado porcino, desde los 20 hasta los 110 kilos, peso con el cual los animales se destinarían al sacrificio.
Fundada en octubre de 2021, la firma promotora del proyecto estima una media de producción de 16.973 cerdos salidos a matadero por año, con un peso total de en torno a un millón de kilos.
Fundada en octubre de 2021, la firma promotora del proyecto estima una media de producción de 16.973 cerdos salidos a matadero por año, con un peso total de en torno a un millón de kilos. Así mismo, Granja Lucea espera que la mortalidad anual se sitúe en “el 4 %”, de manera que al año se generarían 707 cadáveres “que serán recogidos por gestor autorizado”.
Según pudo conocer Navarra Capital, el terreno donde se proyecta la explotación está dividido en dos parcelas, actualmente “destinadas a tierra de labor de secano”. Así, en el norte de las fincas se plantea la instalación de un depósito de agua elevado, con una capacidad total de 1.400 metros cúbicos. Y, en la parte central, la firma quiere construir las naves ganaderas, que han sido diseñadas con unas dimensiones de 90 metros por 16,66 metros. Su distribución interna incluye varias corralizas de quince y de siete animales.
Por último, la balsa de purines se emplazaría en la parte sur, con una capacidad total de 3.809 metros cúbicos (se trata de “la zona más baja” de las parcelas). Granja Lucea quiere que la balsa sea “enterrada y de lámina”, que cuente con “una red de drenaje que termina en una arqueta de control para monitorizar posibles fugas” y disponga “de una cubierta flexible de lámina para reducir las emisiones de amoniaco a la atmósfera”. De esta forma, la compañía espera no emitir “ningún contaminante al agua” y propone promover una entidad gestora “para el manejo de los purines” de sus dos granjas.
Además, las zonas de la explotación que pueden entrar en contacto con la lluvia “se limpiarán cada vez que haya movimientos de entradas y salidas de animales”. Y se incluyen, así mismo, actuaciones de revegetación y plantación de árboles para que “la explotación se camufle lo máximo posible”, además de un plan ganadero para la gestión de estiércoles que se aplicarán en unas 140 explotaciones de las localidades de Miranda del Arga, Berbinzana y Larraga.
De acuerdo con el Plan Municipal del Ayuntamiento de Larraga, los terrenos en los que se prevé desarrollar la explotación están catalogados como suelo no urbanizable genérico, una tipología que según el Consistorio “es compatible” con la actividad solicitada. La empresa, que cuenta con un informe municipal favorable en este sentido, se encuentra a la espera de que el Servicio de Economía Circular y Cambio Climático del Gobierno foral dictamine si le concede la autorización ambiental integrada. Un requisito indispensable para su funcionamiento.
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