Desde hace años, Madrid se destacó como una de las capitales europeas de referencia en lo que a oferta gastronómica se refiere. No es nada fácil, por tanto, para un restaurante destacar con su propuesta, y más si la especialidad es un plato tan tradicional y arraigado como el cocido madrileño.
Sin embargo, Manolo 1934 lo lleva consiguiendo desde hace décadas y, ahora, ha recibido un nuevo espaldarazo al ser reconocido en la última edición de la Ruta del Cocido Madrileño, organizada por Qué Rico España, como el lugar en el que se sirve el mejor cocido tradicional de Madrid.
“Es un premio que pertenece a la generación de mi padre. También nos aporta confianza para seguir en la línea de la tradición”
Desde sus inicios en la calle Embajadores en 1934 hasta su actual emplazamiento en la calle de la Princesa, este mítico establecimiento ha sido testigo de la evolución de la capital y su gastronomía, manteniendo siempre un compromiso inquebrantable con la calidad y la autenticidad. Hoy, bajo la batuta de Manuel Rodríguez, representante de la cuarta generación de la familia fundadora, el restaurante sigue encarnando la esencia de la hospitalidad y la excelencia culinaria.
En palabras de Rodríguez, el administrador único y custodio de una tradición que ha traspasado generaciones, recibir este galardón es un homenaje a la labor de su padre y del equipo anterior, arquitectos del cocido que ha encandilado a los paladares más exigentes. “Es un premio que pertenece a la generación de mi padre, pero también es un espaldarazo para todos nosotros, aportándonos motivación y confianza para seguir en la línea de la excelencia y la tradición”, apostilló.
La clave del éxito de su cocido, según Rodríguez, radica en la selección de ingredientes de calidad, un meticuloso proceso de elaboración y un firme compromiso con las tradiciones. Mirando hacia el futuro, Manolo 1934 se prepara para celebrar su centenario con planes que, sin duda, sorprenderán a quienes acudan a comprobarlo, manteniendo siempre la esencia que ha definido su éxito.
OTROS RESTAURANTES DE COCIDO
Muy cerca del Teatro Real, en La Bola, el cocido se prepara durante más de cuatro horas a fuego muy lento. Además, los cocineros utilizan pucheros tradicionales de barro y se sirve en el mismo recipiente en el que se cocina. Dentro de los pucheros se meten los ingredientes en crudo: garbanzos, agua de Madrid, tocino, patata, chorizo y se lleva al carbón, donde se va cocinando durante más de cuatro horas, tiempo durante el cual se van rellenando periódicamente los pucheros con caldo.
En la calle de la Ruda, en pleno barrio de La Latina, se encuentra la taberna Malacatín. Se trata de uno de los doce Restaurantes Centenarios de Madrid, “en un pequeño rincón del Madrid más castizo de finales de siglo XIX”. En Malacatín, el cocido se sirve en tres vuelcos, aunque si el comensal lo prefiere pueden servir el cocido al completo en un solo pase para degustarse al gusto de cada uno.
En la Plaza de España, el restaurante Descaro ofrece tomar el cocido de tres vuelcos que prepara el chef Miguel García, siguiendo la receta familiar. El primer plato es una cazuela individual de sopa de fideos, con la que disfrutar del caldo contundente. El segundo es la verdura y los garbanzos —hay quien reserva algo de sopa para mezclarla con el segundo vuelco, pero va por gustos. Y el tercer vuelco de carnes, chorizo y morcilla con un toque ahumado en las brasas.