viernes, 19 abril 2024

«Mogollón de curro» en las tiendas de ropa y ‘souvenirs’ sanfermineros

Los establecimientos de Pamplona que concentran el grueso de sus ingresos durante los Sanfermines tuvieron que reinventarse para sobrevivir a las cancelaciones de las fiestas en 2020 y 2021. Este año, sin embargo, sus ventas han vuelto a recuperar el brío de antaño e, incluso, hay quienes han visto cómo se adelantaban con respecto a la época prepandémica. En este escenario, cuatro comerciantes relatan satisfechos cómo están afrontando la vuelta a la normalidad de su sector.


Pamplona - 8 julio, 2022 - 00:01

En Eh Toro!, estos días están vendiendo gran cantidad de camisetas y sudaderas. (Fotos: Eduardo Sanz)

Fermín Maestre tuvo que reinventarse. La irrupción del Covid-19, que trajo consigo innumerables restricciones y la imposibilidad de celebrar los Sanfermines durante dos años consecutivos, llevó a este comerciante a explorar alternativas que le permitieran sobrevivir a un panorama desesperanzador. En julio de 2020, sin toros, música ni almuercicos, el dueño de las tiendas El Pañuelico de Hemingway y La curva de la Estafeta optó por ofrecer a sus clientes cinco modelos diferentes de mascarillas de tela, una de las cuales llevaba un diseño propio.

Mucho han cambiado las cosas desde que Maestre, quien lleva más de dos décadas en el sector de los souvenirs, relatara a Navarra Capital cómo afrontaba aquella difícil situación. De hecho, está viviendo estos Sanfermines de una manera radicalmente distinta. «Las ventas están yendo muy bien, como es lógico después de las suspensiones anteriores», apunta. Sin la obligación de llevar mascarilla en la calle y con la necesidad de renovar el armario para las fiestas, los clientes que han visitado ambos establecimientos hasta la fecha han optado, «sobre todo», por adquirir prendas de vestir. «Por el tema de las tallas, muchos adultos y niños estaban sin pantalones blancos. Y ahora la gente quiere vestirse enteramente de ese color durante estos días», atestigua.

Entre los usuarios que frecuentan ambos locales, suele encontrar caras conocidas: «Noto algo más de afluencia que en 2019. Y mucha gente que compró aquí anteriormente luego vuelve a repetir. Al tener muchos años en esto, al final te creas un nombre». De esa experiencia también goza la familia política de Esther Jiménez. «Mi suegro lleva más de diez años trabajando en el sector durante estas fechas y mi marido ha seguido la tradición», relata Jiménez, una de las encargadas de la tienda ¡Por fin, San Fermín!, que solo permanece abierta durante las fiestas.

Este año, «ha notado bastante» la vuelta a la normalidad de los Sanfermines. Incluso el inicio de las ventas se adelantaron. «Desde hace unos días percibo muchísimas ganas en la gente. Ya antes de que comenzaran las fiestas, hubo muchas personas que venían a comprar para prepararse de arriba a abajo. Hay más fuego en el ambiente y, siendo estas fiestas tan señaladas e intensas, es normal que estemos ansiosos», estima.

Después de dos años sin fiestas, los comercios de ropa sanferminera y 'souvenirs' han recuperado su tradicional brío.

Este año, los comercios de ropa sanferminera y ‘souvenirs’ han recuperado su tradicional brío.

¿El producto estrella del establecimiento? El pañuelo rojo. «Muchas personas prescinden de la camiseta, pero este sí que no puede faltar», asevera. En el momento de la entrevista, por la caja que atiende Jiménez pasan sobre todo clientes españoles, pero también de países muy distintos. Eso sí, este año echa en falta a los turistas de una nacionalidad concreta. «Estoy viendo que hay muchos extranjeros, pero igual me están faltando los procedentes de China. En estos días vendrá mucha gente a Pamplona, así que tal vez haya que esperar un poquito para notar su presencia», señala.

TURISMO NACIONAL

Algo distinta es la percepción de Fabiola Ibáñez, quien hasta el 14 de julio estará detrás del mostrador de Eh! Toro, ubicado en la calle de la Estafeta. «El día 6 vi menos extranjeros que otros años e igual eso puede ser mejor para nosotros. Porque hay un perfil de turista que viajaba en los últimos años, solo se emborrachaba y que en lo único que gastaba dinero era en el hotel», valora. Ese cambio, en su opinión, ha dado origen «a una fiesta más sana y superbonita, que hacía años que no se veía».

El escenario percibido en las calles, además, también se respira en el establecimiento en el que trabaja. «En la tienda noto lo mismo: hay bastante afluencia de gente y la mayoría son de aquí. Sí hay extranjeros, pero sobre todo muchas personas que llegan desde Extremadura y Zaragoza«, sostiene. Todos ellos, sin importar su procedencia, sufrieron el mal tiempo que acompañó al Chupinazo el pasado miércoles: «Con la lluvia, lo que más hemos vendido hasta ahora son sudaderas y camisetas».

Al igual que Ibáñez, Maider López, una de las dueñas de Regalos Olentzero, observa cómo Pamplona experimenta una transformación en la forma de celebrar sus fiestas. «La intensidad del día del Chupinazo ha ido bajando desde hace unos años y este 6 de julio me dio la sensación de que la gente también se retiró más temprano. Quizá quienes tengan familia se hayan cortado un poco, como se había hablado tanto de que iba a haber descontrol…», analiza.

Aun así, la comerciante considera que este año «hay más gente» que en los últimos Sanfermines, celebrados en 2019. «Llevamos preparándonos para esto desde hace tres meses y la verdad es que hemos tenido mogollón de curro. Los días 4 y 5, en concreto, hemos trabajado todo el día», remarca. Entre quienes frecuentan este comercio familiar destacan «los turistas latinos de cierto poder adquisitivo», pero también los clientes locales. «Somos famosas por nuestros gigantes de goma, nuestro producto estrella, y además hay mucha gente de Pamplona que viene a comprar su pañuelo a nuestra tienda», subraya.

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