El inicio del invierno trae consigo un sobrecoste desmedido para el turismo rural en materia energética. De hecho, el 57,3 % de los propietarios de casas rurales españolas ya han subido el precio por noche o tienen intención de hacerlo en los próximos meses debido al alza de los precios de la electricidad y el gas, según el Barómetro de Turismo Rural de la plataforma Club Rural.
Consuelo Urmeneta: “En invierno, nuestros clientes buscan disfrutar del alojamiento. Pero, para mantener los servicios de siempre, tendríamos que subir el precio más del doble”
“En invierno, nuestros clientes buscan disfrutar del alojamiento en el que se hospedan. Pero, para mantener los servicios de siempre, tendríamos que subir el precio más del doble. Casi se han triplicado la luz, el gas, la madera, el carbón… El precio para no trabajar a pérdidas es altísimo y probablemente eche atrás a los clientes”, explica a Navarra Capital Consuelo Urmeneta, propietaria de varios alojamientos turísticos en la localidad de Arguedas.
Urmeneta también ejerce como vocal en la Junta Directiva de la Asociación Navarra de Pequeña Empresa de Hostelería (Anapeh) y como presidenta de la Asociación de Turismo Rural de la Ribera de Navarra (Aturina). Desde su conocimiento del sector, resalta que estos negocios se encuentran implementado varias medidas. Por ejemplo, “exigir un mínimo de dos o tres noches para ofrecer el servicio, elevar el precio por noche o reducir ciertos costes de la actividad”.
Beatriz Huarte: “Si hacemos una afirmación de este tipo es porque es algo que se está dejando notar en el sector”.
Al mismo tiempo, esta situación ha provocado que muchos propietarios también estudien adelantar el cierre parcial de sus establecimientos. “Lo común es que sucedan entre enero y febrero, cuando la temporada decae. Pero ahora, muchos negocios de varias zonas de Navarra están planteándose cerrar parcialmente a partir de diciembre, es decir, abrir solo para las fechas señaladas del mes. Evidentemente, se trata de una medida ante el incremento de los costes y suministros. Y si hacemos una afirmación de este tipo es porque es algo que se está dejando notar en el sector“, añade Beatriz Huarte, secretaria general de Anapeh y secretaria técnica de la Federación de Turismo Rural de Navarra.
En este sentido, la Asociación Española de Turismo Rural (Asetur) prevé “el cierre del 10 % de los alojamientos rurales” a mediados de noviembre y en los meses posteriores, según anunció su presidente, Pedro Carreño: “La cifra puede ir creciendo en la medida en que la situación se vaya agravando. Es que dentro de un contexto inflacionista, uno de los costes principales es la energía para calentar las casas rurales y, a veces, se hace inviable poder mantener los precios al cliente”.
AUGE DEL TURISMO RURAL
Esta encrucijada sucede, sin embargo, en un contexto de crecimiento de visitantes. Según datos recientes recogidos por el Observatorio Turístico de Navarra, 37.564 personas pernoctaron en alojamientos rurales entre julio y agosto, un crecimiento de 12,8 % con respecto a 2019 y un 1,1 % más que el año pasado. Por el contrario, la duración media de las estancias cayó un 9,6 % con respecto a los mismos meses del año anterior.
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