El Gobierno de Navarra aprobó en su sesión de este miércoles su incorporación a la Asociación Navarra para la Investigación del Cáñamo (ANIC), impulsada por el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente y que se va a constituir próximamente junto con la Universidad Pública de Navarra (UPNA) (y su ISFOOD-Instituto para la Innovación y el Desarrollo Sostenible de la Cadena Alimentaria- e IMAB -Instituto de Investigaciones Multidisciplinares en Biología Aplicada-), Navarrabiomed, el Instituto de Agrobiotecnología (CSIC-IdAB), las sociedades públicas INTIA y Nasertic, así como la empresa privada Josenea.
Según informó el Ejecutivo foral, la finalidad de ANIC es obtener y gestionar, “con criterio de equidad entre los socios y con visión de territorio para Navarra”, las licencias o autorizaciones pertinentes de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). En concreto, pretende hacerlo con la autorización para el cultivo de plantas de cáñamo con fines de investigación; la autorización para el cultivo de estas plantas con fines médicos y científicos; y, posteriormente y con carácter anual, la autorización anual de superficie total y de parcelas para el cultivo de plantas de cáñamo.
Entre los objetivos de la ANIC se enumeran agrupar y coordinar a todos los actores que operen con cáñamo industrial o medicinal en Navarra; promover la cooperación entre empresas, centros de investigación e instituciones para el crecimiento del sector; crear, consolidar y potenciar una imagen sectorial para toda la actividad económica y de investigación; o facilitar y coordinar relaciones sectoriales a nivel nacional e internacional. Así mismo, la entidad pretende contribuir al fomento de la investigación y la innovación en el sector del cáñamo industrial y medicinal de Navarra, en todos los eslabones de la cadena de valor.
En este sentido, hará especial énfasis en el desarrollo de nuevas variedades de cáñamo industrial y medicinal y en la investigación genética; en la investigación de propiedades médicas, farmacológicas, alimentarias, industriales y cosméticas del cáñamo; en la investigación de las aplicaciones medicinales, industriales y comerciales de sus derivados; en la investigación de las potencialidades económicas del cáñamo industrial y medicinal como cultivo alternativo para zonas económicamente desfavorecidas y/o en riesgo de despoblación.
UN NUEVO SECTOR
Tras su aprobación en sesión de Gobierno navarro, la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez, presentó esta iniciativa acompañada por representantes de los diferentes centros, sociedades y la empresa que formarán parte de la asociación.
“Creemos que la Comunidad foral puede ser un referente y estar bien posicionada de cara al nuevo marco regulatorio en la materia que se prevé para 2023. Es interesante que los agentes que quieran operar en este ámbito en Navarra estén bien situados en la línea de salida de un nuevo sector económico que puede ser muy pujante y para el que Navarra, como decía, cuenta con potencial en toda la cadena de valor”, explicó.
Itziar Gómez: “Creemos que la Comunidad foral puede ser un referente y estar bien posicionada de cara al nuevo marco regulatorio en la materia que se prevé para 2023”
Según la consejera, el departamento lleva desde 2020 trabajando en esta cuestión. Por un lado, encargó un estudio sobre las potencialidades del cultivo de cáñamo “como un proyecto de economía circular e innovación estratégico para Navarra”. Por otro lado, contactó con la AEMPS, entidad que otorga las licencias, para “contrastar con ellos las posibilidades reales de impulsar un proyecto con una licencia de investigación”.
Así mismo, realizó un llamamiento a distintos agentes que podían estar interesados, si bien están abiertos a nuevas a la incorporación de nuevos socios. La fase actual de la asociación, además de su propia constitución, se centra en presentar un proyecto de investigación a la AEMPS para la obtención de una licencia de investigación, por lo que “el objetivo de momento no es el cultivo comercial”.
EL PRIMER PROYECTO
En paralelo a los pasos para la constitución de la asociación, los integrantes de la misma han trabajado en un primer proyecto de investigación que están ultimando para presentar a la AEMPS una vez constituida la ANIC.
Se trata de un proyecto de testeo de variedades. Consiste en seleccionar las variedades de cáñamo de alto contenido en CBD (un componente del cáñamo no psicoactivo) y bajo en THC (componente psicoactivo), adaptadas a las condiciones de cultivo de Navarra, atendiendo para ello a caracteres morfológicos, fisiológicos, agronómicos (fenotípicos en general) y genotípicos (mediante la utilización de marcadores moleculares indicadores de la relación THC/CBD quimiotipo de las variedades).
Además, un segundo fin es el estudio y caracterización de los productos derivados para su comercialización por industrias del sector agroalimentario como proteínas y lípidos de interés nutricional y biocompuestos a partir de las variedades seleccionadas. El proyecto se ubicaría en la finca de Josenea en Lumbier, “que cumple con los requisitos previos marcados por la AEMPS”. Es decir, está situada “en un entorno cerrado, videovigilado, cerca de un núcleo de población y de una comisaría de policía o Guardia Civil”.