El Informe sobre el Empleo en Navarra lanzó ayer un sinfín de datos laborales con el objetivo de realizar una radiografía del empleo en Navarra, analizar su evolución y detectar cuáles son los retos que debe afrontar la Comunidad foral para salir airosa en un futuro próximo.
El documento, que pretende tener una periodicidad anual, ha sido elaborado por el Observatorio de la Realidad Social y fue presentado ayer por el vicepresidente de Derechos Sociales, Miguel Laparra. De él se desprende una palpable mejoría en los principales indicadores, pero también se detectan ciertas “alertas” en colectivos como el femenino, los mayores de 45 años, jóvenes y población inmigrante.
Entre los buenos datos que recoge el informe destacan, por ejemplo, un descenso de la tasa de paro de 7,7 puntos, al pasar del 17,9% en el pico de la crisis, 2013, al 10,2% en 2017. Ello se traduce en 38.241 afiliados más a la Seguridad Social, si se comparan los últimos datos de este mes de mayo con los de 2014, y también en 23.188 demandantes de empleo menos registrados en las oficinas del SNE este mayo frente a los contabilizados en 2013, lo que supone un descenso del 41%. Estos datos, apuntan desde el departamento de Derechos Sociales “confirman el buen ritmo del crecimiento del empleo en los cinco primeros meses de 2018, superior al ritmo del conjunto del Estado”.
El paro juvenil ha descendido pero aún sigue siendo del 31,2%.
Aunque el informe recoge una mejoría en la mayoría de los parámetros, en las comparativas los resultados no siempre son tan positivos. Es el caso, por ejemplo, del paro femenino, que ha caído un 26,3%, sin duda, un buen dato, pero no tanto si se compara con el paro masculino, cuyo descenso ha sido del 46,6%. Algo similar ocurre con la población de origen extranjero, con una tasa de desempleo del 16,9% si se trata de personas que ya han logrado la nacionalidad española y del 31,7% entre quienes no la tienen, frente al 7,4% de las nacidas en España. Entre los jóvenes, la situación ha mejorado con respecto a los años más duros de la crisis. Entonces el 48,3% estaba en paro. Hoy en día es el 31,2%. Una cifra mejor, pero aún lejos del conjunto de la población activa.
DIFERENCIAS POR EDAD Y POR LOCALIDAD
Entre los factores que acaban determinado las posibilidades de encontrar un empleo se encuentra la edad a edad. La realidad refleja que casi uno de cada dos parados tiene más de 45 años; uno de cada cuatro tiene entre 45 y 54 y, en un porcentaje similar, se sitúan también los mayores de 54. Estas personas suelen ser las que engrosan las listas de parados de larga duración. El informe habla de 13.082 personas en esta situación en mayo de este año; un número considerable, pese a haberse reducido en un 34,5%.
Por zona geográfica, desde Derechos Sociales inciden en una “reducción de las desigualdades territoriales” en la Comunidad foral en lo que a desempleo se refiere. Si la tasa media de paro es del 10,2%, Tudela tiene un 10,6%; Ribera Alta un 11,2% y Pamplona y Comarca un 10,8%.
“DUALIZACIÓN DEL MERCADO DE TRABAJO”
Esta realidad, a la que se suman otros datos, hacen que el departamento “descarte el conformismo”. Sobre todo, en lo que a calidad del empleo se refiere. “Aunque algunos indicadores reflejan ciertas mejoras en cuanto a la calidad del empleo, en términos generales podemos decir que estamos asistiendo a una dualización del mercado de trabajo; crece la creación de empleo indefinido, pero crece igualmente el empleo hiper-precario”, resaltan desde Derechos Sociales.
Aumenta el empleo indefinido pero también el empleo «hiper-precario».
En este sentido, ha aumentado la contratación de menor duración, de una semana o menos. Si en 2008 representaba un 25% de la contratación laboral, hoy es el 43%. La temporalidad se sitúa en el 23% y la siniestralidad laboral ha sufrido un repunte desde 2013, coincidiendo con el aumento de la actividad económica, y presenta un índice en 2017 de 3.512,9 casos, aunque es significativamente inferior al de los años precedentes a la crisis, que superaban los 5.000 casos en Navarra en los años 2007 y 2008. La jornada parcial, por su parte, sigue siendo territorio femenino. Tres de cada diez mujeres trabajadoras lo son a jornada parcial, frente al 5,6% de los hombres. 
En lo que se refiere a salarios, sigue existiendo “una importante brecha salarial por género”, incide el informe. Según este documento, los hombres perciben un 28% más de salario (29.098,99 euros) que las mujeres (20.946 euros). “La crisis y las reformas laborales han sido germen de devaluación salarial e incremento de la desigualdad. Con todo, los distintos indicadores reflejan una ligera mejoría en los últimos años, manteniendo a Navarra como tercera comunidad con mejor salario medio por detrás de País Vasco y Madrid, con un salario medio bruto anual de 25.468,38 euros (datos de 2016) un 10% más que la media del Estado”, señalan desde el departamento.
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