La presidenta de Navarra, María Chivite, y el presidente de Aragón, Javier Lambán, rubricaron este viernes la renovación del protocolo de colaboración que mantienen ambas comunidades desde 2009, atendiendo a la necesidad de actualizar e incrementar dicho espíritu de cooperación, de acuerdo con los nuevos retos que afrontan.
Reunidos en Ejea de los Caballeros, las delegaciones de ambos gobiernos mantuvieron una jornada de trabajo en la que participaron cuatro consejeros de cada gabinete. Así, junto a la presidenta, estuvieron los vicepresidentes Javier Remírez y José María Aierdi; el consejero de Cohesión Territorial, Bernardo Ciriza; y la consejera de Cultura y Deporte, Rebeca Esnaola. La delegación aragonesa, encabezada por Javier Lambán, contó con la participación de Mayte Pérez, consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales; José Luis Soro, consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda; Felipe Faci, consejero de Educación, Cultura y Deporte; y Joaquín Olona, consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente.
El protocolo firmado busca ahondar en los estrechos vínculos que ambas comunidades tienen en las áreas de la agroalimentación, la salud, el turismo, la educación, la cultura y las infraestructuras, entre otras. “Es un paso más en una relación que va mucho más allá de la mera vecindad”, confesó Chivite.
La presidenta, según indicó el Ejecutivo foral en un comunicado, resaltó el amplio contenido de las materias que abarca el convenio, que parte de unos objetivos “nucleares” para impulsar políticas públicas que ahora pueden beneficiarse también con la llegada de los fondos europeos. A su juicio, estas uniones generan confianza a los habitantes y al tejido empresarial.
Por su parte, el presidente aragonés destacó que “Navarra y Aragón son comunidades políticas milenarias, que llevan siglos compartiendo historia y realidades similares”. “Hoy presentan características comunes como el desempleo, que esta está tres o cuatro puntos por debajo de la media, el importante peso del componente industrial en el PIB y una importante relación comercial entre ellas, que comparten algo tan poderoso como el río Ebro”.
Precisamente en torno al Ebro, Lambán confía en lograr un futuro esperanzador de la mano de proyectos en los que incluso se podría implicar a La Rioja. “Podemos soñar y planificar, en torno al Ebro, la Ebrorregión y seguro que en el futuro podremos tener encuentros trilaterales”, apuntó. Por otro lado, recordó que ya existen trabajos previos en Investigación y en política universitaria, como el Campus Iberus y experiencias muy importantes como el proyecto Ebro Food Valley, liderado por el Centro Nacional de Tecnologia y Seguridad Alimentaria (CNTA).
EL CORREDOR CANTÁBRICO-MEDITERRÁNEO
Uno de los asuntos abordados gira en torno a las infraestructuras y comunicaciones, a través de un proyecto “fundamental para España y para Aragón y Navarra”. En ello, juega un papel fundamental el eje cantábrico del corredor Cantábrico-Mediterráneo, de Zaragoza-Bilbao a través de Navarra.
Se trata de un eje de una “gran potencialidad”, recordaron Chivite y Lambán, que conecta los principales puertos del país (Valencia, Barcelona, Bilbao) y que también enlaza con la futura reapertura del Canfranc y pone en comunicación los principales centros de fabricación de automóviles (Vitoria, Pamplona, Zaragoza, Valencia).
Al hablar de impulsar este eje, ambos gobiernos entienden que “debe registrarse” en los Presupuestos Generales del Estado “para beneficiar las potencialidades logísticas de Aragón y Navarra”. También la presidenta navarra recalcó la importancia de conectar este eje ferroviario hasta Europa y su repercusión para sectores estratégicos como la agroalimentación.
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