Nilsa reanudó las obras de reforma de la depuradora de aguas residuales de Tudela para las instalaciones a ejecutar fuera de la zona de policía de cauces. Tras las exigencias presentadas por el Ayuntamiento de Tudela el pasado mes de febrero, el proyecto prevé finalizar las obras en el plazo de dieciocho meses y con un presupuesto de más de 10 millones de euros. Los trabajos se reactivaron después de que el Consistorio tudelano estimara las alegaciones presentadas el 4 de julio por la sociedad pública.
Nilsa pretende “optimizar y mejorar” el funcionamiento de la depuradora, construida en 2002 y que se encuentra “en el límite” de su capacidad operativa. Así, entre las edificaciones, proyecta un nuevo centro de control de motores, un nuevo almacén y un nuevo edificio de deshidratación. Además, mejorará la instalación eléctrica, cuyo estado actual “es deficiente”; actualizará la báscula de pesaje de caminos; y reformará el laboratorio, la galería de servicios, dos depósitos y dos arquetas.
“Hay una improrrogable necesidad de actualizar en profundidad la segunda mayor depuradora de Navarra, que ha cumplido casi 25 años y cuya capacidad técnica está en sus límites máximos desde hace un tiempo, debido al dinámico crecimiento de la zona”, subrayó la sociedad pública.
Asimismo, el objetivo también pasa por “introducir elementos innovadores y reformas para lograr que la depuradora se adapte a las necesidades actuales y también pueda dar respuesta a las futuras”. En este sentido, el proyecto introduce avances en la eficiencia energética de la infraestructura como la instalación de una caldera de biomasa, que permitirá crear biogás a partir de la materia seca resultante de depurar agua residual.