Según datos recabados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el Pacharán navarro es la segunda IG en volumen de producción, después del Brandy de Jerez, y la primera en comercialización interior de entre las 19 bebidas espirituosas españolas con Indicación Geográfica.
La producción española de bebidas espirituosas asciende a 17,4 millones de litros.
Del mismo informe se desprende además, que la producción española de bebidas espirituosas asciende a 17,4 millones de litros, con un valor económico estimado de 119,3 millones de euros, que se ha comercializado en un 59% en mercado interior y un 41% fuera de nuestras fronteras. Precisamente la Asociación que engloba a los 19 Consejos Reguladores e Indicaciones Geográficas de Bebidas Espirituosas ha celebrado recientemente su conferencia anual en la que se ha debatido la necesidad de colaborar en acciones conjuntas de promoción que redunden en una mayor visibilidad y conocimiento de un sector que acoge a 238 industrias elaboradoras. En el encuentro, que se ha desarrollado en la sede del Brandy Suau en Palma de Mallorca y en el que ha participado el Consejo Regulador del Pacharán Navarro, se ha analizado además la modificación del Sistema de Marcas Fiscales del Real Decreto 1512/2018 y el Reglamento de Bebidas Espirituosas, y se ha revisado el convenio marco de colaboración con el Ministerio de Agricultura.
CONGRESO NACIONAL BEBIDAS ESPIRITUOSAS
Bodegas Suau ha acogido además el congreso anual de la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE) que se ha celebrado bajo el título “Tendencias Sector 4.0” y que ha reunido a las principales empresas nacionales del sector con el objetivo de destacar la importancia económica y social de esta industria, y su relación con otros sectores económicos como la agricultura, la hostelería y el turismo.
Así, el congreso ha acogido diferentes charlas e intervenciones relacionadas con temas como el medio ambiente, el turismo y la distribución, o las redes sociales y su impacto en el mercado. España es el tercer país europeo en número de indicaciones geográficas protegidas de bebidas espirituosas, con 19 IG, solo por detrás de Alemania y Francia. El Pacharán Navarro es la única de ellas dedicada a esta bebida espirituosa tradicional de Navarra. Nos relata la historia que en 1441 la reina Blanca de Navarra tomó pacharán en el Monasterio de Santa María de Nieva para curar sus dolencias estomacales.
Cuenta la historia que en 1441 la reina Blanca de Navarra tomó pacharán en el Monasterio de Santa María de Nieva para curar sus dolencias estomacales.
Desde entonces, su elaboración y consumo son una tradición que ha perdurado desde la Edad Media y su origen se atribuye a la arraigada costumbre, desde hace siglos, de macerar frutos silvestres con alcoholes. Con el paso del tiempo el pacharán se ha convertido en una bebida popular que, además de fabricarse de manera casera, comenzó su industrialización hacia 1956, año en el que salió al mercado la primera marca comercial de pacharán. De esta manera pasó de ser un producto medicinal a convertirse en una bebida presente en todos los hogares y comenzó a expandirse por la península. En 1987 se creó la Denominación Navarra de Calidad de este producto y su Consejo Regulador que vela y controla desde entonces tanto la calidad de la materia prima como su elaboración, envasado y comercialización.
El pacharán navarro se elabora con endrinas navarras sin emplear ningún aditivo, aromatizante ni colorante. Eso es lo que le da la diferenciación y la calidad de un producto con origen. Las endrinas se obtienen del del arbusto Prunus Spinosa, de naturaleza silvestre y muy abundante en las zonas de montaña de Navarra. Desde 1987 Navarra se ha convertido en la única zona de Europa donde, además de encontrar endrinas silvestres, también se cultivan, lo que la convierte en la mayor productora de pacharán a nivel nacional.