Aseguran que, si se suprimieran las escenas eróticas del primer capítulo de Juego de Tronos, el episodio “no duraría más de veinte minutos”. Si además se quitara el contenido violento, “tan solo diez”. Los colaboradores de la asociación Ohana Movies están desarrollando una nueva extensión para Chrome con un objetivo muy concreto: permitir a los usuarios ver series o películas en Netflix, HBO, Disney+, Rakuten, Movistar y YouTube omitiendo automáticamente aquellas escenas que consideren “tóxicas o inapropiadas”.
Miguel Arrieta: “Queremos concienciar sobre el valor educativo de las películas y series, así como sobre los valores detrás del contenido audiovisual“.
Miguel Arrieta, uno de los fundadores de la iniciativa y actual presidente de la asociación, explica el fin último de esta extensión a NavarraCapital.es: “Más allá de ofrecer una herramienta que corte estas escenas, queremos concienciar a la sociedad del valor educativo de las películas y series, que reflexione sobre los valores detrás del contenido audiovisual que consume cuando ve escenas de violencia o eróticas y lo que implican para la dignidad de la persona”.
En su sitio web, la asociación enumera las razones que, a su juicio, justifican el lanzamiento de la herramienta. En primer lugar, con fines educativos: “Queremos que los educadores tengan una herramienta que les permita adecuar los contenidos según los valores que deseen o las necesidades de desarrollo psicológico de la persona que vaya a ver la película o serie como, por ejemplo, el público infantil”.
En segundo lugar, la asociación pretende “combatir la visión extendida de la mujer como objeto y, en general, el uso de otras personas o colectivos con este fin”. Y, por último, la asociación cree que puede ayudar a “cuidar la salud mental de las personas según sus necesidades o sensibilidad”: “El usuario tendrá la posibilidad de seleccionar filtros tales como violencia o escenas relacionadas con adicciones al juego, alcohol, autolesión o pornografía, así como las que puedan desencadenar estrés postraumático u otros desórdenes, como los alimenticios”.
La idea surgió en 2013 como un trabajo fin de grado que desarrollaron Arrieta y un compañero de Ingeniería de Sistemas de Telecomunicación. “Éramos conscientes de que, aunque son buenas educativamente, muchas películas y series tienen también escenas o contenidos que denigran a la mujer o plantean una perspectiva confusa”, defiende Arrieta, cuya asociación busca “promover los valores cristianos a través de la tecnología”.
En aquel entonces, el equipo creó una primera versión de la herramienta para el reproductor VLC porque el streaming no era el principal canal de consumo audiovisual. “Implementamos el concepto de edición de vídeo no lineal, que permite editar la película durante la reproducción sin hacer ningún cambio físico al DVD. En el fondo, es parecido a pasar rápidamente la escena con el mando”, detalla.
Sin embargo, el proyecto quedó aparcado porque, en aquel momento, el sistema era “difícil de implantar por sus requisitos técnicos”. Por eso, varios años después, con un mercado audiovisual “más maduro” y tras realizar un doctorado en Inglaterra, este ingeniero pamplonés de 30 años regresó en 2020 a España con la intención de readaptar el proyecto junto a Alejandro Sopeña, amigo y compañero de carrera y actual Senior Product Manager en Amazon: “Decidimos que, dados los hábitos de consumo audiovisual, lo mejor era relanzarlo como una extensión de Chrome que le implicara cero esfuerzo al usuario como, por ejemplo, AdBlock“.
EL ‘WIKIPEDIA’ CINEMATOGRÁFICO
Así, Ohana renació el año pasado como una iniciativa tecnológica colaborativa. Hasta la fecha, unas trece personas distribuidas por distintos países han participado en el desarrollo del software, su testeo y las labores administrativas. Su meta, más allá del desarrollo y mantenimiento de la extensión, es “crear una comunidad de familias y apasionados del cine que comparten un gusto por las películas y series blancas”, según detallan en su sitio web. Esta es una de las razones por las que se constituyeron como asociación y no como empresa, subraya Beatriz Jauquicoa, miembro de la organización.
Beatriz Jauquicoa: “No es un proyecto que busque un afán empresarial de retorno. Queríamos proporcionar una herramienta para todos y, por eso, es colaborativo”.
“No es un proyecto que busque un afán de retorno económico. Queríamos proporcionar una herramienta para todos y, por eso, es colaborativo. Así mismo, la herramienta es open source. Cualquiera puede coger el código y mejorarlo”, puntualiza.
Arrieta hace un símil para rematar su explicación: “Enfrentamos el modelo de la Enciclopedia Británica y el de Wikipedia, y vimos que nos parecíamos más al segundo. Nuestra intención es proveer de una herramienta a una comunidad para resolver un problema social: el de Wikipedia es el acceso a la información; y el nuestro, el de las necesidades educativas de las familias. Al eliminar la barrera del dinero, iniciativas como Wikipedia u Ohana mantienen su viabilidad económica tanto por donaciones económicas como por las colaboraciones de su comunidad“.
FUNCIONES DE LA HERRAMIENTA
Por el momento, la extensión de Chrome realiza tres funciones principales. La primera consiste en la omisión automática de las escenas según los criterios que indique el usuario en las plataformas de streaming. Actualmente, este tipo de contenido se enmarca en tres grandes categorías: sexo y desnudos, violencia y palabrotas.
Además, cada usuario decide el nivel de erotismo o violencia que quiere omitir. Y lo hace de acuerdo a cuatro niveles: ligero, suave, moderado y severo. “Evitamos adrede usar la edad como clasificación y la reemplazamos por el concepto de intensidad. Porque tiene sentido cortar algunos contenidos por edad, pero otros no como los relativos a adicciones, traumas o alta sensibilidad”, matiza Arrieta.
Para poder hacerlo, Ohana necesita amasar una base de datos creada por cortadores humanos. De modo que la segunda función de la herramienta es la edición en directo. “Cualquier usuario puede cortar escenas en una película o serie mientras la ve, justificando siempre bajo qué categoría y por qué las corta. El único requisito es que inicie sesión, porque debemos saber quién es el cortador para mantener la calidad del producto. Así mismo, y como es el caso de Wikipedia, tendremos jerarquías de colaboradores para que no sea un caos de ediciones”, apostilla Arrieta.
Álvaro Grábalos: “En esta primera fase, tras la publicación de la extensión, queremos que los usuarios de Ohana colaboren editando contenido para que el espectador pueda utilizarla”.
“Nuestro objetivo es dar a conocer la herramienta a todo el mundo. Por ello, en esta primera fase, se necesita una base de datos donde se detallen los cortes y el contenido que omite. Para conseguirlo, necesitamos cortadores que colaboren editando contenido, de forma que el espectador pueda utilizarla”, agrega Álvaro Grábalos, secretario de la asociación.
La herramienta permite editar las escenas usando cámara rápida, silenciando el sonido y difuminando la imagen para que “los cortadores, que son los principales interesados, no tengan que ver las escenas que quieren omitir”. Así mismo, durante el visionado de una película, la extensión silencia o difumina una escena. “Es como la mano sobre los ojos de toda la vida, pero sin tener que observar incómodamente a tu familia mientras suena de fondo la escena”, bromea Grábalos.
Como remate, Ohana ofrece información sobre las series y películas según las preferencias que haya determinado el usuario. Así lo hace la organización tanto a través de su sitio web como en las mismas plataformas de streaming, mediante un icono que aparece sobre las carátulas de los títulos. “Como aún no tenemos mucho contenido cortado o verificado, hemos utilizado bases de datos cinematográficas como IMDb para advertir a los usuarios de si una película tiene contenido sensible según sus preferencias”, precisa Arrieta.
EL FUTURO
“Ahora tenemos lo esencial para empezar: la extensión funciona correctamente en Chrome”, resalta Grábalos. Pero el plan a largo plazo es extender la herramienta a más plataformas de streaming como Amazon Prime Video y a otros navegadores como FireFox. Para ello, Ohana Movies espera contratar a desarrolladores con las donaciones económicas que vaya recibiendo el colectivo. Así mismo, el equipo proyecta publicar una versión móvil de la extensión, así como un complemento para que funcione con Chromecast.
Al mismo tiempo, en el futuro aumentarán las categorías de clasificación con el fin de que los usuarios puedan tener preferencias de corte ad hoc. “Crear nuevos filtros es relativamente sencillo. Por eso, nuestra intención es expandirlos para que puedan ayudar a más colectivos como, por ejemplo, personas que necesiten omitir contenido relacionado con suicidio o escenas de juegos y bebidas por alguna adicción”, apunta Arrieta.