jueves, 25 abril 2024

Patrick Rigault vuela alto

Amante de la aviación, es el artífice de un gran éxito empresarial en la Comarca de Pamplona: el E.Leclerc y el Centro Comercial La Morea. Recientemente la familia ha vendido el hipermercado, pero no se ha retirado. Al contrario, sigue al frente del centro comercial y trabaja en dos nuevos y ambiciosos proyectos, que se levantarán en terrenos de la Meca y Ripagaina.


Pamplona - 15 febrero, 2020 - 06:00

Patrick Rigault, junto a una de las obras de arte situadas cerca de su despacho, en el Centro Comercial La Morea. (Fotos: Ana Osés)

La entrevista se celebra en el despacho que Patrick Rigault tiene en el Centro Comercial La Morea, al que se accede por un pasillo que, para nuestra sorpresa, muestra obras de arte moderno en sus paredes. Se le ve satisfecho cuando explica que es una colección que desea ampliar y que se nutre de las exposiciones abiertas en la zona de las escaleras.

Rigault, que parece complacido tras habernos descolocado al dar a conocer la existencia de ese espacio secreto, nos relata que nació el 14 de julio de 1961 en Saint Nazaire, cerca de Nantes, en una familia de comerciantes que tenía una carnicería. Fantaseamos con que, quizás por llegar al mundo el día de la fiesta nacional de su país y por hacerlo en la ciudad donde se construyen los “mayores barcos del mundo”, como destaca con cierto orgullo, estaba predestinado a grandes cosas. Estudió en su ciudad natal hasta los 19 años y completó su formación un par de años más en Estados Unidos, aunque se define como “autodidacta”. Volvió a Francia y trabajó junto a sus padres.

Entonces, el Grupo E.Leclerc, que es una cooperativa de empresarios, le ofreció la oportunidad de montar su propia empresa y le apoyó mediante el sistema de padrinazgo, por el que una o varias personas ayudan a otra a poner en marcha el negocio: “Es un modelo solidario y democrático”.

UN LUGAR LLAMADO PAMPLONA

“Estábamos en 1988 y en el Grupo me hablaron de un sitio que se llamaba Pamplona, en el que se habían fijado por la cercanía a su central de compras de Burdeos. Habían comprado los terrenos pero tenían dudas”. El caso es que finalmente vino en 1989 y el hipermercado, que suponía el desembarco de E.Leclerc en España, se inauguró en julio de 1992: “Vine con mi esposa y mi hermano –recuerda- y lo vimos bien, aunque nos sorprendió un poco porque Pamplona no tenía nada que ver con lo que es ahora. Nos parecía todo un tanto antiguo, sobre todo el comercio”. Seis meses antes, Eroski había abierto el primer hipermercado de Navarra. “Le iba muy bien y eso nos animó porque significaba que había espacio para el comercio de hipermercado”.

“Cuando llegamos, Pamplona no tenía nada que ver con lo que es ahora. Nos parecía todo un tanto antiguo”.

Esa competencia ayudó a disipar los recelos de quienes veían a Pamplona como “un punto remoto” y a sus gentes, “cerradas”. Algo que “no es verdad, es solo la apariencia”. Y pone ejemplos de negocios a los que se auguraba un incierto porvenir aquí pero funcionan, como Mc Donald’s o el área de restaurantes del Centro Comercial La Morea, un empeño personal suyo que sacó adelante ante el escepticismo general. “Lo tenemos lleno casi todos los días”.

Rigault tiene importantes proyectos comerciales en marcha.

Rigault, a la derecha, lleva tres décadas en la capital navarra.

Patrick Rigault se expresa en un más que correcto castellano, aunque el acento delata su origen. Su hijo Max, que gestiona el espacio FNAC de la galería y que acaba de hacerle abuelo, no lo tiene, a pesar de que entre ellos hablan en francés. Su hija Luisa también trabaja en la empresa familiar como directora de marketing de La Morea.

Hoy, Patrick viste con estudiado desenfado y con su hablar suave, sin apenas gesticular, transmite tanta tranquilidad como seguridad. Cualidades que, sin duda, le vinieron bien en la fase inicial de un proyecto que aprovechó «los buenos años de España». Es decir, «del 92 a 2005, con un crecimiento espectacular del país, los ingresos y del empleo, porque ahora puede haber poco o mucho, pero entonces veníamos de un paro del 17 %. Hay que relativizar todo un poco”.

RAZONES DE UN ÉXITO

¿Cuál es el secreto del éxito de E.Leclerc y su centro comercial? “Que formamos un equipo estupendo a mi alrededor, tanto a nivel de estructura como de los trabajadores”, señala rápidamente para añadir a continuación que “cuando empiezas en un mercado nuevo, con algo bien pensado, ya tienes algo a tu favor. Además acertamos en el tiempo, contábamos con una sociedad que quería consumir y quería consumir mucho. El día de la apertura vendimos mil microondas. ¡Mil! Era una pasada”. Aún añade otras razones, como la de ofrecer un surtido y una calidad que no hay en otros hipermercados porque el centro de decisión está aquí. Hemos hecho muchos acuerdos con los proveedores locales”.

«Contábamos con una sociedad que quería consumir, y mucho. El día de la apertura vendimos mil microondas. ¡Mil! Era una pasada».

Le ofrecemos la posibilidad de defenderse ante la acusación de que los grandes centros comerciales están acabando con las tiendas tradicionales. Y señala, en primer lugar, que “no se pueden poner puertas al campo” y que el cliente “es libre y muy volátil: puede comprar por internet, en un gran almacén, un hipermercado, en el comercio de siempre… Si en tu ciudad no existe ese abanico, lo buscarán en otra. Así que al revés: retenemos a la clientela en la Comarca de Pamplona. Y hay gente que está en el centro y luego va a La Morea y al revés, son dos conceptos complementarios. Aquí es una fórmula más moderna, pero comprar paseando por el centro es muy agradable”.

Argumenta, además, que el concepto de comercio tradicional se basa más en sentimientos que en la realidad. “Porque de todos los que están en el centro, yo diría que el 90 % son marcas nacionales e internacionales. La gente piensa en lo que existía antes, cuando ahora la calle es de Inditex”.

Defiende el modelo del centro comercial frente a quienes sostienen que está acabando con los negocios tradicionales.

Defiende el modelo del centro comercial frente a quienes sostienen que está acabando con los negocios tradicionales.

Nos preguntamos si la atipicidad del Grupo E.Leclerc se refleja a la hora de seleccionar a los trabajadores. Y Rigault nos aclara con una leve sonrisa que “para nosotros lo más importante es que sea buen compañero, porque al final convives ocho horas al día con los demás, y que tenga actitud porque eso no se aprende. La aptitud, sí”. Tal vez por esa razón no se han producido conflictos laborales importantes “y también porque nos apoyamos en un mecanismo de reparto de beneficios con los trabajadores, es una norma del Grupo E. Leclerc”.

FUTURO Y AFICIONES

Fue presidente del grupo en España desde 1995 hasta 2007. “Y el año pasado decidí que ya había cubierto mi etapa, que no es pasar página, sino pasar el testigo a alguien que ha trabajado conmigo veinte años. Elegí a mi sucesor, Philippe Gruau, y él ha tenido la fortuna de conseguir sus apoyos, se ha trasladado de Aranjuez, donde tenía su centro, a Pamplona. Y como está casado con Elena Buldón, una navarrica, les tiraba esta tierra”. Así que, como adelantó NavarraCapital.es en noviembre, E.Leclerc de Pamplona ha cambiado de propietario.

Patrick no se ha retirado, continúa como propietario y gestor de La Morea y trabaja en dos grandes proyectos, de los que es el único inversor: un complejo comercial y hotelero, que se edificará en los terrenos de la Meca, y un gran hipermercado, acompañado de viviendas protegidas, centro deportivo y restaurantes en Ripagaina. El plan es que ambos estén terminados en 2022.

“Un político solía decirme que soy un navarro afrancesado. Con eso está todo dicho”.

“La mezcla de comercio, hotel y residencia para gente mayor y estudiantes es una tendencia en todas las ciudades. E instalarlo en un lugar como la Meca es poner un núcleo de vida en un barrio que ya tiene esa mezcla de gente mayor y joven”, precisa.

El hotel será el primero con vistas directas de la Ciudadela. Y entonces explica emocionado qué le gusta hacer en su tiempo libre: “¡Aviación!” ¿Aviación? “Sííí. Soy piloto no profesional y miembro del Aeroclub. Mi afición es volar con la avioneta. Nos interesamos por tan singular hobby e indica, sin que se le borre la sonrisa, que con 16 años comenzó la instrucción en una escuela de pilotaje. “Luego me fui y, al volver, no tenía dinero. Antes me lo habían pagado mis padres. Y cuando ya pude, me saqué la licencia de piloto”. Así que cuando hace buen tiempo y no tiene ocupaciones que se lo impidan, sube a la avioneta con el campeonísimo Carlos Eugui y disfruta con la paz y los paisajes que le ofrecen las alturas.

También es un apasionado piloto de avionetas.

Además, es un apasionado piloto de avionetas.

También le gusta el ciclismo. Es más, ha hecho el Camino de Santiago. En dos ocasiones no completó todo el recorrido, pero en una tercera sí lo logró. No obstante, admite riéndose que llegó exhausto.

«Mi relación ha sido de bastante cercanía con absolutamente todos los presidentes de la comunidad».

Sostiene que está perfectamente integrado en Navarra: “Un político de aquí solía decirme que soy un navarro afrancesado. Con eso está todo dicho”. Lo que nos da pie para preguntarle por sus relaciones con la administración: “Es muy buena porque es de cercanía. Hombre, tiene un ritmo más lento y, a veces, no nos encaja con los plazos que nos proponemos…”. ¿Y con los políticos? “Pues en general también han sido de bastante cercanía con absolutamente todos los presidentes de la comunidad. Los he conocido a todos, desde Urralburu”.

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