Fuentes del Ministerio para la Transición Energética informaron de que se ha empezado a trabajar en una futura «Ley del Cambio Climático» que contempla, entre otras medidas, impedir la matriculación y venta de todos los vehículos ligeros que emitan de forma directa dióxido de carbono (los diésel, gasolina, híbridos así como los propulsados por gas) a partir de 2040 en España.
Sin duda un anuncio de semejante calado ha sido percibido con preocupación desde las empresas vinculadas a esta actividad tanto a nivel nacional como en nuestra región. Así, la patronal de concesionarios y talleres de la Comunidad foral, Faconauto Navarra, ha suscrito el comunicado remitido por su matriz en la que se apunta, directamente, que informaciones de este tipo «ponen en peligro la buena marcha de la automoción y el empleo en un momento crucial, en pleno proceso de transformación digital» al tiempo que, añaden, «podría convertir en estructural la actual caída de las matriculaciones» que cifran en torno al 22,4% en el momento presente.
«El coche eléctrico es una realidad que se va a acabar imponiendo pero adelantar lo de 2040, es temerario», Pachi Esparza.
A partir de ahí, este tipo de propuestas o la profunda crisis del diésel, «generan incertidumbre entre los compradores», apuntan desde Faconauto Navarra por lo que, advierten, «el mercado está entrando en una dinámica negativa y preocupante, no vinculada ya a causas puntuales sino a problemas más profundos».
En ese sentido, aunque se apunta como positivo la puesta en marcha del Consejo Estratégico de la Automoción, impulsado por los ministerios de Industria y Transición Energética, «resulta difícil entender que se haya lanzado a la opinión pública un borrador sin haberlo debatido previamente en dicho Consejo», lamentan.
De ahí que, pese a que desde los concesionarios y talleres de la Comunidad foral «comparten los objetivos medioambientales» se muestran partidarios de «encontrar otras fórmulas que no pasen por la prohibición permanente» y que, sobre todo, supongan «una ampliación más rápida de la oferta de vehículos de bajas emisiones y asequibles para la mayor parte de la ciudadanía sin que ello ponga en riesgo, a corto y medio plazo, ni el empleo ni la viabilidad del sector».
Como complemento a este comunicado y en declaraciones de Diario de Navarra, Carlos Sagüés, presidente de Faconauto Navarra afirmó que «estamos a favor de que se vendan coches totalmente limpios, pero primero habría que renovar el parque de vehículos más antiguos y contaminantes» mientras que Francisco Esparza, de Unsain Grupo, apostilló que «el coche eléctrico es una realidad que se va a acabar imponiendo por motivos de contaminación pero adelantar lo de 2040, con esa ligereza, es temerario».
POSTURA DE ANFAC
Al igual que el comunicado emitido por Faconauto, desde la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones ANFAC, también quisieron salir a la palestra para, «en nombre de la industria española de la automoción, rechazar de plano el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética», en la medida que establece un plan para lograr la descarbonización del transporte en 2050 «excesiva en sus objetivos y acelerada en sus plazos», bajo su punto de vista.
«Estamos a favor de que se vendan coches totalmente limpios, pero primero habría que renovar el parque de vehículos más antiguos y contaminantes», Carlos Sagüés
La prohibición directa de comercialización de vehículos diésel, gasolina, GNC y GLP e híbridos en todas sus tipologías «significa ir en contra del principio de neutralidad tecnológica defendido al máximo por la Unión Europea», apuntó ANFAC quien, además, alerta de que, si se aplica la citada normativa, «sólo se podrán subvencionar los vehículos eléctricos puros, con lo que desactiva los actuales planes de apoyo al vehículo alternativo y discrimina, desde ya, a una tecnología limpia y eficiente frente a otras, que deben servir de puente para alcanzar la movilidad cero y bajas emisiones».
En su declaración, asegura que «la industria está totalmente comprometida con la descarbonización del parque automovilístico» pero que la transición hacía «una movilidad cero y bajas emisiones» ha de ser «ordenada, justa y rentable, desde el punto de vista social y económico», explica su vicepresidente ejecutivo, Mario Armero.
La asociación de fabricantes de automóviles concluye, asimismo, que el Gobierno «no ha contado con la opinión de las asociaciones del sector ni de los sindicatos» a la hora de redactar este proyecto cuando el clima entre ministerios y asociaciones era «de total interlocución y colaboración». De ahí que desde ANFAC se anunció la próxima convocatoria de su Comisión de Estrategia para revisar el posible impacto que este marco puede tener en la industria española de la automoción.
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